jueves, 27 de febrero de 2014

La florista


En su libro "Marca Profesional", Irene Martinez nos recuerda una escena de My Fair Lady (1964) donde Audrey Hepburn afirma: "Verá usted, aparte de las cosas que cualquiera puede aprender, la diferencia entre una dama y una muchacha vendedora de flores no está en su manera de comportarse sino en la forma como se la trata. Yo siempre seré una florista para el profesor Higgins porque siempre me trata como una florista, y para usted siempre seré una dama, porque usted me trata como una dama y siempre lo hará".


Fíjense ustedes en lo sibilino del asunto. Roberto Fernández, portero del Granada, reconoció que fue únicamente la diosa fortuna quien impidió que entrara en la historia aquella espectacular chilena de Cristiano en el Santiago Bernabéu. ¿Cuántos remates de cada cien habrían entrado? ¿Noventa y ocho? ¿Noventa y nueve? En unos años nadie recordará quien fue el portero y sin embargo nuestros nietos podrán ver a Cristiano volar y volar. Pues bien, esta mañana he sufrido la desgracia de tener que compartir un espectacular muffin de frutos rojos de la parienta con la cansina verborrea de los mamporreros habituales, defensores de Iker Casillas de la Concepción de Todos Los Santos. Mientras toda Europa se deshace en elogios a la exhibición de Real Madrid, muchos emplearon gran parte de la retransmisión y de sus artículos de hoy a hablar del milagro de Iker. Atentos al vídeo, con audio de @lamacope incluido por el mismo precio:



"El Santo, el santo, el santo, llama a Toni Grande y pregúntale quien es el mejor portero de España, de Europa. del Mundo". Este es el nivel del gran Manolo Lama, que imagino que con el mismo baremo considera a Roberto otro gran portero de talla mundial (por supuesto, sin ánimo de ofender al bueno de Roberto, a quien considero de corazón que sus humildad le dejó en un gran lugar). Bromas aparte, lo que el vídeo deja claro es que el balón le golpea en el costillar, como le podría haber golpeado en el aparato reproductor o haber partido la nariz. De hecho, pueden ver como Draxler, lejos de enfadarse como Cristiano en su momento, se marcha del escenario riendo, incrédulo a lo que ha visto. Quien vea en esta jugada esto un acto divino tiene un grave problema desperdiciando su vida leyendo un blog donde Casillas, haga lo que haga, pare lo que pare y gane lo que gane, será siempre la florista a la que referencia Eliza Doolittle. Para mí, ya siempre será el topo y le trataré como tal desde que consideró que "la estábamos cagando", llamó al de els valors, influenció gravemente en la destitución del mejor técnico que hemos tenido en muchos años, filtró información privada del vestuario, demostró ser mal capitán y chantajeó al club con su marcha, algo que Santiago Bernabéu no habría consentido. 


También quiero comentar hoy las declaraciones de Raúl González, quien afirma que le habría gustado jugar una mitad del partido con cada equipo. Desconfíen de ese tipo de personas que quieren quedar bien con todo el mundo y evitan adoptar una posición claramente definida. Tras haber pasado 16 años en el Real Madrid, quien le ha aportado literalmente todo lo que tiene en su vida, sorprende que por dos temporadas en el Schalke iguale la balanza con el Schalke. Este es el tipo al que muchos quieren de vuelta en el Real Madrid para engrosar la nómina de incompetentes que merodean por la directiva. ¿Se imaginan a Raúl haciendo de Butragueño o Pardeza, dos tipos que allá donde van invitan a darles una limosna? ¿Le ven entrenando? ¿Dirigiendo al club?. Antes de contestar tengan en cuenta que Míchel da por buena una hipotética eliminación de Olympiakos contra el Real Madrid, porque lo haría frente al mejor equipo del mundo. Ese es el nivel que deben emplear para hablar del Real Madrid. Y que conste que yo fui otro defensor a ultranza de Rául, hasta que empezó a arrastrarse por los terrenos de juego y olvidar sus orígenes.

Alguno se habrá dado cuenta que aún no he dicho nada del partido. No lo verán. Curiosamente muchos de los que hoy hablan maravillas de la BBC, pitaron abiertamente a Benzema o se burlaron de la hernia de Bale. Sin embargo, pese a todo, debemos verlo como algo positivo porque hoy hacen madridismo o al menos lo intentan. Acojonan a los indios de cara al Domingo, corren a la tienda Adidas del estadio a comprar camisetas naranja y se les ve hoy demasiado tras meses en la sombra. Yo prefiero la polémica, buscar el resquicio de mejora, la purga de los males que acosan al club. Desde luego no son temas tan bonitos y lustrosos como el oportunismo, pero para embajadores de buenas palabras y crónicas melosas ya pueden leer hoy a Roncero (que curiosamente tuvo tiempo de acordarse de Mourinho), Diego Torres, Segurola, los Manolos y demás folklóricos. Hala Madrid.

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