lunes, 3 de marzo de 2014

Requiem por Diego



!!!Pero que desagradecido y gratuito es culpar del resultado a Diego López!!! ¿Dónde quedan las críticas a la zaga por el fallo en la marca a Koke? ¿Por qué a nadie le importa que Diego tenga tres jugadores tapando la salida del balón en el segundo gol? ¿No cuenta tampoco el balón que saca a Diego Costa? Ah, la infamia, que pérfida puede llegar a ser. No me vale ese discurso, yo quiero ver las críticas contra el entrenador, que alguien diga en voz alta que salir con Coentrao y Arbeloa de inicio fue un grave error que ancló al Madrid a un partido en el barro donde no le quedó más remedio que defenderse mucho más tiempo del deseado. Ahí es donde se dinamitaron sesenta minutos de partido. Parece que Ancelotti no aprendió nada en San Mamés. No tiene una plantilla diseñada para dar palos. Tiene 400 millones de euros en el campo para atacar sin contemplaciones y que sea el rival quien decida si quiere defender o arriesgarse a un cara a cara. No me importan las circunstancias, ni el rival y mucho menos el estadio: la cruda realidad es que Ancelotti se orinó encima sabedor de que todo lo que le quedaba a Atlético tras los últimos enfrentamiendos era la venganza. Y como Carletto no tiene ni plantilla, ni estrategia, ni mucho menos garra para jugarle un partido a Simeone en el fango, salió de la pugna como claro perdedor. Como muestra, la imagen del argentino ya en el minuto uno reclamando al árbitro un corner. Y Ancelotti, mirando. Burgos y Simeone acosando al cuarto árbirtro todo el partido, protestando cada acción. Y Ancelotti, mirando. ¡Cómo eché de menos la intensidad de Mourinho ayer!

Insisto: es una injusticia de talla mundial que sea el propio madridismo quien condene hoy a Diego López. Me produce grima esa falta de equidad propia del piperismo chic para juzgar a un tipo cuyo bagaje es tremendamente positivo. Y seamos sinceros: ni un sólo jugador del Real Madrid, sin excepción, aprueba en su valoración en la primera hora de partido. Tarde para el olvido de Ramos y Pepe frente a Diego Costa (que como bien han señalado en redes sociales juegan mucho mejor cuando es Casillas quien se encuentra bajo palos); Coentrao, Arbeloa y Di María desbordados en las bandas; Modric y Alonso limitados por estar en inferioridad numérica contra el centro del campo del Atlético y un único disparo de la BBC en ese tiempo. Ayer no hubo tiempo para acrónimos absurdos. Díganme que hizo Bale por ejemplo. Pensar que ayer se dinamitó el resultado por Diego López es pura entelequia y un recurso de perdedores. Y por supuesto, si Ancelotti sustituye a Diego en el próximo partido, me parecerá un cobarde. Perdió muchísimo tiempo con dos cambios que debieron jugar de inicio y al tercero, Isco, no le ha dado nunca un ápice de confianza amparándose en no se qué mamarrachadas sobre el sistema. Hubiera sido tan sencillo como sumar un recurso más en el centro del campo y todo hubiera sido mucho más equilibrado, con oportunidades de ganar claramente al final. Ah, y no quiero saber por qué Jesé no ha jugado en los últimos ciento ochenta minutos, y en especial cuando ha sido un revulsivo a lo largo de toda la temporada. Todo un misterio.

Que con buenas palabras, señorío y demás parafernalia no se ganan partidos como el de ayer, es algo que sabemos todos. Pero eso no quita para que denunciemos lo desagradable del partido propuesto por el cholismo. Puede que a Martínez y al hombre que vino de Escocia les pareciera todo un ejercicio de intensidad (curiosamente menos cuando se lo plantean al Barcelona), pero cada partido derbi madrileño empieza a ser un remake cutre de la película 300. Qué cantidad de golpes, palabrotas, agarrones e inmundicia en general. Niños de todo el mundo perfeccionando su técnica en escuelas de fútbol para que ganarle al Madrid pase por apalear a sus jugadores. Y dentro de toda esa espiral de violencia, claramente consentida por un árbitro muy casero y permisivo, destaca Diego Costa. Que quieren que les diga, si mi hijo me pide una camiseta de este tipo, me parte el corazón. Y lo peor de todo es que le vamos a tener que soportar con La Roja, porque evidentemente cuando toda esta pantomima acabe y alguien tenga el sentido común de devolver su nombre a la Selección Española, será necesario que criben este perfil de jugadores, absolutamente indeseables que pasan todo un partido en el suelo, rozando la picaresca, provocando, perdiendo el tiempo y desluciendo el espectáculo. Es irónico que la selección con mayor capacidad de juego colectivo quiera emplear como punta a un brasileño mamporrero.

Y acabamos hoy con una reflexión. ¿Piensan que el Atléti se dejará la piel contra el Barcelona en la última jornada del campeonato como lo ha hecho últimamente contra el Madrid? Y de hacerlo, ¿con cuantos jugadores de campo acabará el encuentro?

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