miércoles, 19 de marzo de 2014

Jesé


Lo primero de todo, quisiera que alguien me explicase a dónde iba Ancelotti con Ramos, Alonso, Bale, Cristiano y Jesé teniendo un resultado a favor de 6-1 en campo contrario. Y sobre todo, jugando el Domingo contra el Barcelona un partido que aclara media Liga. Me parece una falta de juicio y responsabilidad muy graves. El de anoche era un partido para que sacara de inicio a todos aquellos que no juegan habitualmente y probar otro tipo de configuraciones. Sólo le faltó sacar a Benzema. Puede que muchos opinen que Jesé hubiera jugado de todas formas, pero si tenemos en cuenta que de haberle mantenido en el campo cuando su estado de forma era extraordinario seguramente hubiera sido Jesé el que hubiera descansado en la noche de ayer, posiblemente Morata hubiera sido titular de inicio y quien sabe si hoy tendríamos algo que lamentar. Obviamente, no se puede planificar la mala suerte o que un mendrugo como Kolasinac se desmarqué con una entrada sin sentido en el minuto 2 cuando ya esta eliminado. Lo que sí se puede hacer es cuidar a la plantilla con mimo y rotar a los jugadores de otra manera. Y de eso sí creo culpable a Ancelotti: ha tardado más de lo previsto en darle la titularidad a Carvajal, sigue haciendo el canelo con el debate entre Diego y el Topo (por cierto, anoche cantando como Tom Jones), manda al ostracismo a un jugador como Casemiro que ahora sale a jugar y se ve raro en el campo, deja a Isco media temporada comiendo banquillo, cambia de sistema porque no puede acomodar todas las piezas y sin embargo, le sonríe la fortuna. Era evidente que tarde o temprano tendría que lidiar con algún percance.

En cuanto a Jesé, desde aquí quiero mandarle todo mi apoyo. Se pierde lo que queda de temporada, tendrá una durísima recuperación viendo el Mundial desde el sillón (al que incomprensiblemente nadie ha apoyado debidamente su candidatura) y cuando sus compañeros empiecen la próxima temporada (con preparción incluida) empezará a ver la luz al final del túnel, todo ello sumindo en un futuro sumamente incierto. Pese a que pueda parecer un mazazo descomunal, hay que recordar que acaba de cumplir 21 años y aunque ninguna edad es buena para esa lesión, tiene más posibilidades de superarla que un jugador de 30. Si los dioses del fútbol le aportan la paciencia necesaria, ponen en sus manos a los mejores profesionales y por encima de todo le dan al canario la fuerza necesaria para trabajar con constancia y determinación férreas, estoy convencido de que le veremos a final de año volver por su fueros, porque lo más complicado de todo, el talento para jugar a esto, lo tiene en la sangre. Ánimo.

Y como me quedo sin una de las mayores alegrías de la temporada y sin lugar a duda una de mis debilidades, ahora toca examinar a todos aquellos a los que amenazaba la figura de Jesé:

Morata. De la noche a la mañana, primer y único recambio claro en punta tras Benzema, Bale y Cristiano. Siempre he dicho que el único jugador del Castilla con talento real para subir al primer equipo era Jesé, pero estoy convencido de que no puede ser tan mal jugador como parecía anoche. Un auténtico cromo. Espero que marcar le quitara la ansiedad y que espabile, porque cualquiera con un poco de fortuna hubiera salido anoche del Bernabéu metiendo cinco. Morata por su parte, lo falló todo e incluso el gol que marcó casi lo falla también. A cada fallo, aplausos de Ancelotti para animarle. Realmente parecía un paso más cerca del traspaso y queda claro que el club tendrá que buscar como mínimo otro nueve el mercado. 

Bale. ¿Respirará el galés tranquilo sin el aliento de Jesé en el cogote? Vamos a verlo. La buena noticia para él es que no para de sumar minutos (sin lugar a dudas lo más importante), goles y asistencias. La mala noticia es que ni muchísimo menos se acerca a una dimensión ofensiva a la altura de las expectativas y en muchos momento no parece siquiera que haya saltado al terreno de juego. No obstante soy optimista, ya que si aporta estos números sin despeinarse, no me quiero perder qué es capaz de hacer cuando se considere integrado y totalmente en forma. Eso sí, le faltan muchos platos de lentejas para amortizar cien millones de euros o alcanzar la estela de Cristiano o Messi.

Di María. No se engañen: ya hemos visto lo mejor de Di María en números y juego (obviamente con Mourinho, lo cual duele a muchos). Respeto la opinión de aquellos que valoran los criterios industriales basados en la capacidad de trabajo, pero el rol que le ha dado Ancelotti en este equipo es excesivo. Da la impresión que necesita dos medios centros y a Di María para consolidar el centro del campo y por desgracia ha imposibilitado la progresión de otros jugadores como Jesé o Isco, tipos con mucho mayor margen de mejora. En cualquier caso, que nadie olvide que tal cual jugaba ahora, un día sencillamente desapareció.

Isco. Gana minutos sí o sí. Curioso caso el suyo. Empieza a un nivel estratosférico muy por encima de su talento real, pierde fuerza con la misma velocidad que la gana, desaparece del once ante la imposibilidad del míster de encontrarle hueco y reaparece en cuanto se hacen necesarias las rotaciones, aunque muy lejos de la idea inicial, ya sea jugando en punta o como interior. Que quieren que les diga, su técnica individual será muy buena, pero no le lleva a ser decisivo o mágico como era Özil. Quizá en otro equipo, con un rol de mayor peso en toque y distribución fuera el jugador que soñara Florentino, pero no lo acabo de ver en un equipo que hace poco jugaba a la contra y que tiene una marcada vocación por la verticalidad. Pendiente de evolución.

En cualquier caso, Ancelotti pierde un refuerzo de lujo que le ha solventado muchos partidos, puntos y situaciones complicadas. Si cae alguien más de arriba tendrá serios problemas porque no ha contemplado nunca perder recursos clave. Llega la fase final de la Copa de Europa y el tridente ofensivo comienza a acumular muchos minutos. Si todos aguantan, siguen intactas todas las opciones. En caso contrario, vendrán los problemas porque los refuerzos no están preparados. Sólo estaba Jesé.

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