lunes, 31 de marzo de 2014

Una jornada menos


Si a día de hoy tengo que mojarme sobre quien ganará la Liga, lo tengo muy claro: el equip dels valors. Son favorecidos en cada jugada polémica, suelen terminar los partidos clave jugando contra diez y empieza ser algo habitual ver a Messi tirando penaltis. Así es muy difícil que Madrid o Atlético puedan compensar los efectos de la mano de Sánchez Arminio y sus secuaces. Un simple dato: con el del Sábado, Messi ha tirado la friolera de 9 penaltis contra el Español. Por si fuera poco, en esta ocasión, existe mano no pitada Neymar en la jugada previa al gol de la victoria culé. No es cuestión de que lo que le piten al Barcelona sea justo o no, es que cualquier otro equipo a lo largo de una temporada tiende a compensar errores y aciertos arbitrales. Este balance en el caso del Barcelona es claramente positivo en condiciones normales y absolutamente exagerado en momentos clave. Insisto en que no valoro la legalidad de lo pitado, sino la ausencia de errores que les perjudiquen. No soy capaz de recordar cuando fue la última vez que los jugadores del Barcelona protestaron al árbitro una decisión que les dejase con el marcador en contra o con uno menos. Una Liga no puede decidirse en base a penaltis y expulsiones.

En lo que a nosotros se refiere y siendo francos, por mucho que podamos golear a un equipo suicida hay que tener claro que sólo cumplimos en condiciones de baja exigencia. Ancelotti no transmite ninguna sensación de seguridad al equipo ya que no puede prescindir de nadie en su once inicial sin que haya dudas. Y no digamos nada de empezar un partido sabiendo que Atlético y Barcelona cumplieron en sus respectivos compromisos. Los episodios de Bale, Cristiano y Morata, queriendo resolver por encima de todo cuando era más fácil la alternativa al compañero, son una clara muestra de ello. En el caso del galés es hasta cómico: empieza pateando el suelo y acaba con buenos números a costa de resultar egoísta. Leo por aquí 16 goles y 15 asistencias esta temporada, pero ninguno de ellos en un momento clave. Ese es el problema real. Ancelotti ya no depende de sí mismo en Liga y para ganar Copa o Champions tendrá que superar sus propios demonios... y los heredados del villarato.

No hay comentarios:

Publicar un comentario