Tras el Barcelona - Atlético tuve la sensación de que no hubiéramos conseguido mejor resultado en caso de jugar por cualquiera de ellos. En lugar del Barcelona habríamos sufrido para sacar un resultado mejor que el suyo. De hacerlo como Atlético, no tenemos esa capacidad de sacrificio necesaria para ayudar en las marcas como se vio durante todo el partido en los de Simeone. En cualquier caso, la idea principal es que ambos equipos, en sus correspondientes estilos, fueron muy competitivos y dignos contendientes a estas alturas de la competición. También llama la atención que Mourinho, planteando partidos muy similares al del Cholo en sus visitas al Camp Nou, fuera vilipendiado sistemáticamente por los medios durante tres años y Simeone salga reforzado de este cruce como el nuevo gurú táctico del momento (impagables los comentarios que se oían en la COPE, dignos del mejor onanismo colectivo). Que quieren que les diga, no descubrimos América al decir que juega en base al equipo que tiene. No es el primero en hacerlo, y aunque es una buena copia, nadie podrá borrar de mi retina aquel monumental partido del Inter de Milán en el Camp Nou (temporada 2009 - 2010) que supuso la eliminación del Barcelona de la Liga de Campeones, un auténtico tratado de cómo amargarle un partido al rival cuando no se tienen efectivos.
Como no, triunfa la lógica con Diego Costa lesionado y Arda con hielo en los abductores. Es una tomadura de pelo a la inteligencia colectiva considerar que se puede jugar Miércoles y Domingo con once jugadores por muy motivados y entrenados que estén. Esto no es 300, es deporte profesional. Lo normal es acabar con el equipo en la enfermería (miren al Borussia) y que llegues muy bajo de recursos en el momento más inoportuno. Afrontar tres competiciones exige una plantilla con fondo de armario para mantener en todo momento al equipo fresco. Obviamente, Barcelona, Bayern o Real Madrid juegan en momentos clave con un once de lujo, pero también planifican al menos otro once que les permita aguantar el tipo hasta mediados de Mayo. Este es el motivo por el que nunca entenderé el empeño de muchos entrenadores en jugar con los mismos jugadores durante gran parte de la competición. Considerar que lo hacen porque algunos jugadores les defraudan con su rendimiento puede ser aceptable en ciertos momentos pero en ningún caso algó válido para todo el banquillo. En el caso de Ancelotti, únicamente él sabe por qué no ha dado oportunidades a los menos habituales cuando el tiempo y los resultados se lo permitían. Por si fuera poco, la dirección deportiva se cubrió de gloria enseñando a jugadores como Coentrao la puerta a principio de temporada y esperan que tras un cúmulo de circunstancias (que por cierto son coherentes y más que probables), sean ahora titulares solventes. Es absurdo que nadie en el Madrid vea que ahora los descartes participan de manera decisiva en el tramo final de Liga, Copa y Champions. Si ahora cumplen, le han salvado el cuello a Carletto. Y si no lo hacen, siempre podrán reprocharle que no le dieron minutos ni confianza. Ya recordamos hace poco que Isco comenzó muy fuerte, perdió el puesto y la confianza del italiano con la misma velocidad (¿bajón físico¿) y ahora vuelve exigido por las circunstancias. El citado Coentrao cuajó una buena actuación con pie y medio fuera de Madrid. Morata (por desgracia) se presume importante de aquí al final para dar relevo a los de arriba. Y Casemiro es un misterio por resolver que no ha explotado porque no han caído Modric o Alonso. Sinceramente, se podría haber gestionado mejor. Por supuesto es totalmente opinable mientras acompañen los resultados, pero les dejo una reflexión: ¿Cómo hubiera gestionado la plantilla el Cholo si le dan el fondo de armario de Ancelotti?
Del partido, y retomando la idea inicial, la buena noticia es que al menos durante una hora, fuimos competitivos. Se buscó la victoria desde el inicio, el karma global del equipo parecía correcto y el Borussia en ese tramo de partido no complicó las cosas en exceso. De hecho, cuando quisó entrar en la eliminatoria ya era demasiado tarde. La mala noticia es que el 3-0 nos dio una suficiencia incomprensible: Reus se infló a meter balones a sus compañeros y si en el tramo final caen dos goles para los bávaros no hubiera extrañado a nadie. Evidentemente, también pudo caer alguno más en nuestro casillero, pero el intercambio de golpes en competiciones a doble partido no suelen interesar a nadie. Por fortuna, ayer volvimos a ver la mejor versión de Canelita y sobre todo de Pepe (y le pese al que le pese sigue siendo con Mourinho). Puedo llegar a entender que el pipero conmute los pecados pasados del portugués con partidos como el de ayer. En la misma medida, para muchos de nosotros seguirá siendo un Júdas, traidor a sus benefactores.
En cualquier caso, eliminatoria encarrillada y a pesar de que Cristiano sale tocado (y gracias), ganamos tiempo y sobre todo confianza para un fin de semana movidito. Sólo me queda plantear la pregunta para abrir la caja de Pandora: ¿Abrazarían Pepe y Canelita a Diego López de la misma manera que hicieron con Casillas si el gallego hubiera blocado el balón al punto de penalti? Porque si hay que decir que el Topo cantó y que estos dos sólo se esfuerzan cuando juega él, se dice y no pasa nada.
Del partido, y retomando la idea inicial, la buena noticia es que al menos durante una hora, fuimos competitivos. Se buscó la victoria desde el inicio, el karma global del equipo parecía correcto y el Borussia en ese tramo de partido no complicó las cosas en exceso. De hecho, cuando quisó entrar en la eliminatoria ya era demasiado tarde. La mala noticia es que el 3-0 nos dio una suficiencia incomprensible: Reus se infló a meter balones a sus compañeros y si en el tramo final caen dos goles para los bávaros no hubiera extrañado a nadie. Evidentemente, también pudo caer alguno más en nuestro casillero, pero el intercambio de golpes en competiciones a doble partido no suelen interesar a nadie. Por fortuna, ayer volvimos a ver la mejor versión de Canelita y sobre todo de Pepe (y le pese al que le pese sigue siendo con Mourinho). Puedo llegar a entender que el pipero conmute los pecados pasados del portugués con partidos como el de ayer. En la misma medida, para muchos de nosotros seguirá siendo un Júdas, traidor a sus benefactores.
En cualquier caso, eliminatoria encarrillada y a pesar de que Cristiano sale tocado (y gracias), ganamos tiempo y sobre todo confianza para un fin de semana movidito. Sólo me queda plantear la pregunta para abrir la caja de Pandora: ¿Abrazarían Pepe y Canelita a Diego López de la misma manera que hicieron con Casillas si el gallego hubiera blocado el balón al punto de penalti? Porque si hay que decir que el Topo cantó y que estos dos sólo se esfuerzan cuando juega él, se dice y no pasa nada.

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