lunes, 7 de abril de 2014

No te consiento bajar los brazos


No creo que Ancelotti diera por perdida la Liga al sentar a Cristiano. Es más, ni siquiera tiene derecho a decirlo. Sería una tomadura de pelo que un entrenador al que le entregan un equipo competitivo que puede aspirar a todo y que refuerzan con Bale (95 millones), Isco (25 millones), Illarramendi (37 millones), mas dos canteranos en principio solventes sobre el papel, llegara a insinuar que no puede cubrir la baja de Cristiano. El Atlético es líder con mucho menos fondo de armario y cada día que se mantenga ahí es un debe en la facturación de Ancelotti. El madridismo tampoco le puede tolerar que baje los brazos hasta que sea matemáticamente imposible el título: quedan seis jornadas por disputar y la última de ellas enfrenta a Barcelona y Atlético. Miren la respuesta de Jurgen Klopp cuando le preguntan en directo sí ya está zanjada la eliminatoria con el Real Madrid. Eso es profesionalidad, un ejemplo a seguir y el motivo del titular de esta entrada: aquí no se bajan los brazos, esto es el Real Madrid.

En cualquier caso, y obviedades aparte, parece que Ancelotti tiene un serio problema si no puede contar con Cristiano y Di María en la alineación. Que Cristiano sea insustituible puede ser admitido a debate (no que el Madrid deba poder ganar sin íl), pero no tiene ni pies ni cabeza que la ausencia del argentino desmorone de semejante manera al equipo. Recordemos que era un cadáver deportivo que se borraba de las grandes citas. No se dejen engañar por el resultado: mientras la Real fue sólida atrás, no tuvimos opciones reales de victoria. Es más, el partido se abre por un gol en un momento psicológico de un jugador que sólo lleva un gol esta temporada (ante un Segunda B). Hay algo de fortuna y drama en ese gol, ya que la Real Sociedad tampoco es un equipo con medios claros para desactivar nuestro juego ofensivo. Les hablaran hoy del control del partido, de la seriedad del equipo, la calma y demás bulerías. Lo cierto es que sin el gol de Illarramendi, la segunda parte hubiera empezado con un color muy diferente y no hay mucho que explique la tranquilidad del equipo la primera parte sabiendo que Barcelona y Atlético habían superado sus respectivos cruces. Jugamos demasiado lentos y faltos de agresividad, pero tengo dudas de que hubiéramos sacado algo en claro en un partido más duro. Lo cierto es que la Real fue muy blandita y permisiva en su zaga.

La tranquilidad con la que vive Ancelotti y por qué no creo que piense realmente que tiene opciones de volver a coronarse líder puede resumirse viendo cómo gestiona las sustituciones. Resulta molesto que cuando cierra los partidos mantenga durante muchos, muchísimo minutos a jugadores para los que no tiene un recambio de garantías. Y por supuesto volvió a repetirse el Sábado. Dos ejemplos: 1) la salida de Xabi Alonso del terreno de juego cuando ya había sido sancionado y sabía que se perdía el próximo partido del Bernabéu. Era desperdiciar por completo un cambio ya que no parecía que el público fuera a dedicarle una sonora ovación. Y 2) la salida de Morata a cinco minutos del final con el partido resuelto hacía media hora. No sé como lo ven, pero no tiene sentido que Ancelotti prefiera mantener en el campo a Benzy (al que la escasez le delanteros le deja sin posibilidad alguna de descanso o fallo en su rendimiento) o a Bale (que terminó jugando buena parte de la segunda mitad con un boquete en la rodilla que precisó dos puntos de sutura). El Mártes vuelven a jugar, y el Sábado también. Es jugar con fuego no mover el equipo en cuanto el partido queda encarrilado.

Y hablando de mover piezas, quisiera que alguien me explique por qué juega Bale de inicio por la banda derecha. Creo que todos estamos de acuerdo en que el galés dio un paso adelante por su banda natural. Me parece muy bonito que los extremos quieran jugar a pie cambiado para poder tener un mejor perfil de cara al disparo, pero el Sábado era un día para probar desde el minuto uno que pueden aportar realmente Isco y Bale jugando con responsabilidad y libertad de movimientos. Con Modric cada día jugando más atrasado (y ojo que empezamos a verle visiblemente cansado) y sin la ausencia de más puntas o jugadores en tres cuartos de campo contrario, o alguien se pone el mono de trabajo o ganar cada partido se reduce a destellos individuales. Mientras ganemos parece que todo vale, pero no creo que se puedan sacar seis partidos así viendo todo lo que viene.

Por último, quiero hablar de las pitadas a Illarramendi y Alonso. En el caso de Xabi, al que en alguna ocasión hemos oído su voluntad de acabar su carrera deportiva allí, es sumamente triste que salga de pitado de Anoeta. ¿Seguirá pensado hoy en volver allí? Ignoro qué apego puede tener por su tierra, pero yo me pensaría muy mucho salir de un ciudad que me ha dado tanto, que me valora tanto y donde por encima de todo me he labrado un respeto, una fama, una reputación. Y que vaya tomando nota Illarramendi, porque no parece que sus paisanos le guarden buen recuerdo y no celebrar el gol también le pone en el disparadero de un club que ha abonado 37 millones de euros por él, que le paga religiosa y generosamente a final de mes y que ha dejado 6.750.000 euros como para merecer este desprecio. Hasta el alcalde de San Sebastián reconocía en los micrófonos de Canal que no compartía la actitud de la grada. Tu mismo chaval, yo lo hubiera celebrado a los cuatro vientos.

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