jueves, 16 de enero de 2014

Osasuna a Parla


Siempre es un gustazo ganar a Osasuna o eliminarle de alguna competición. Que pena que cuando hubo oportunidad no les mandáramos a Segunda División, porque nos evitaríamos más visitas de las deseadas a un lugar lleno de gente zafia e ignorante que sigue confundiendo la política con el fútbol y que por cierto no tiene ni la menor idea de qué va este deporte. Siempre he estado en contra de animar al rival (cuando lo hace el Bernabéu me produce gastritis) y por ello me parece lógico que anoche pitaran a Ronaldo, Jesé y Alonso. Hay que respetarlo, porque así nosotros podemos alegrarnos de que se congelen en las gradas, paguen por asistir en directo a la eliminación de su equipo y en definitiva, nos hagan disfrutar más de su derrota. Es algo sano y forma parte del negocio. Que pena que no estuviera Manu Sarabia en la retransmisión.

También quiero recalcar que ahora mismo todo lo que sea rivalidad, tensión o competición es bien para el madridismo, porque desde que se fue Don José se ha perdido por completo la chispa y la pasión. El fútbol debe ser por encima de todo diversión y ahora mismo poco hay a lo que agarrarnos, viendo como Ancelotti ha enterrado el concepto de show en el congelador. Y como no hay entretenimiento, partidos como el de anoche dan para otras reflexiones. Uno ve salir a Xabi Alonso del campo, felicitado continuamente por el cuerpo técnico, elogiado por sus compañeros y te preguntas por que es tan difícil que los jugadores hagan su trabajo. A muchos de ellos no se les pide que jueguen tan bien como para aspirar a un Balón de Oro: es suficiente con que cumplan con su rol en esta plantilla. Es triste alegrarse de que Coentrao ponga en apuros a Marcelo, ver como Bale no es capaz de aportar un gol, una asistencia o un remate partido tras partido, que Di María siga siendo titular o que Isco por alguna extraña razón se ha convertido de la noche a la mañana en un tipo que no da una a derechas. Y en contraste, la alegría de ver jugar a Jesé: sus ganas, su seguridad, su velocidad y sobre todo el premio al esfuerzo y la perseverancia. Si como dijo Camacho, el canterano debe tirar la puerta abajo, Jesé va por el buen camino. Como defensor de la meritocracia insto a Carlo a mantenerle como titular mientras siga queriendo jugar al fútbol. Mal no nos va a hacer.

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