Hay un Balón de Oro en el terreno de juego. Se nota en la confianza que tiene en sus posibilidades, en la prudencia de los rivales e inevitablemente en la clasificación, donde cada gol de Cristiano hace que el equipo siga muy vivo en todas la competiciones a pesar de las muchas dudas que plantean las ideas de Ancelotti. El primer gol del Real Madrid contra el Betis es un ejemplo de lo que hablamos: un pepinazo a 115 kilómetros hora que Andersen se queda mirando y da tranquilidad a uno de esos partidos donde por ganar nadie te va a aplaudri y perder aunque sea un punto duele en demasía. Recuerden esto porque a más de uno el Betis le va a amargar la noche de aquí a final de temporada.
Más tarde, en el minuto 25, Bale cierra el partido con un balón muy tocado, seda pura, que hace las delicias del madridismo y enfurece a la grada bética por entender que su portero podría haber hecho más en ambos goles. Yo creo que vimos dos golpeos de 95 millones de euros y si alguien se ve capaz de parar ambos balones que baje y se coloque los guantes. En cualquier caso, cada destello del galés sirve para preguntarse por el tipo de jugador que nos han colado. Marcó, pero otra vez estuvo terriblemente desangelado durante todo el partido y ya queda muy atrás la última vez que le vimos cuajar una buena actuación. Luego, la guinda de Luka Modric a Benzema para otro encuentro con rol de mariscal de campo y otros dos más de Di María y Morata para la estadística. Le sumamos los pinchazos de Atlético y del Barcelona y tenemos otra jornada redonda.
Con todo, no deja de ser irónico que esta parece otra de esas temporadas grises donde el equipo no trasmite buenas sensaciones y que sin embargo le mantienen muy bien posicionado en Febrero. A un punto de la cabeza en Liga y muy solvente en los encuentros de Copa y Champions nadie pensaría que Ancelotti tiene más problemas que los que muestra la clasificación. Sólo hay que ver como le ha pillado Gulf News con el carrito del helado. Claro, que son migajas comparada con la que le viene encima a nuestro amigo Sandro.

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