jueves, 30 de octubre de 2014

Seriedad


Al rival hay que respetarle. Suena a perogrullo pero por desgracia acarreamos un terrible historial de jaimitadas en la Copa del Rey que nos inquietan cada vez que pisamos este tipo de campos. De lo poco bueno que siempre me ha gustado de Ancelotti es que ha imprimido en sus jugadores la necesidad de tratar a todos los rivales por igual. No es habitual que veamos un partido que parezca una pachanga y esto es algo que hay que reconocer al italiano. Obviamente las rotaciones son obligatorias en noches como la de ayer para aguantar el ritmo de la competición pero nadie podrá recriminar que se ninguneara al Cornellá: algunos de los que jugaron anoche aspiran a ser titulares.

Dicho esto, no creo oportuno extenderme hoy con esta entrada. Para mi no hay gloria en ganar a rivales de menor entidad y sin embargo cualquier mal resultado (o incluso una pésima imagen en el campo) te deja la cara colorada sin contemplaciones. La eliminatoria queda resuelta y me quedo con las siguientes pinceladas: el buen papel que cuaja siempre Nacho como suplente, la justicia vital en los dos goles de Varane, el ambiente en la grada lejos de la hostilidad de ciertos parajes, la novedad en Carvajal como lateral izquierdo y comprobar que los menos habituales tienen algo que aportar a pesar de tener un rol secundario. No hay muchos días donde ver que tenemos en el armario, así que suelo aprovechar estos partidos para poner un ojo en Batman, Chicharito (gran gol y actitud la suya cuando juega) o Khedira, ya que a fin de cuentas nadie sabe cuanto tiempo vestirán esa camiseta.

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