Me pregunto qué sabor de boca se les ha quedado a los detractores de Benzy tras el recital de juego del francés anoche. Todo un compendio de virtudes y buenas prácticas de juego posicional para aquellos interesados en cómo un tipo despreocupado de sí mismo puede ser tan determinante en el juego ofensivo de cualquier equipo. El no saber si aparecerá con un buen pase entre líneas, habilitando a un compañero, flotando a banda, disparando o sencillamente quedándose quieto le convierten en un auténtico quebradero de cabeza para los rivales, que dudan entre darle espacios o marcarle en corto. En cualquier caso, el ecosistema que genera un Cristiano para el que se agotaron los calificativos hace tiempo y la sombra de un Bale que lejos de parecer consistente en su juego consigue ser efectivo, hacen de Benzema la mejor opción posible para cerrar un triplete de lujo que se basta para resolver todo tipo de partidos con una suficiencia inaudita.
No obstante, es muy complicado vivir siendo Benzema. Es sencillo encontrar hoy mérito en él pero el auténtico kilate por acción suya transcurre en escasos segundos durante un partido y permanece normalmente oculto a los ojos del espectador. Para disfrutar de lo mejor de Karim hay que abstraerse del partido y perseguirle con la vista varios minutos. No juega para sí y menos a corto plazo en la jugada pero lleva en los genes vivir como segunda punta y eso es algo que no han podido modelar todos aquellos que le han querido encajonar en el área, donde pierde gran parte de su fútbol, Don José incluido. Es por ello que el gran fracaso del club en este asunto no trata de hacer de Karim un '9', sino de no poder encontrar ese '9' para que todo adquiera sentido. Pese a todo, las dos soluciones más creativas siempre han estado delante de nuestras narices: 1) Bale de extremo izquierdo, Cristiano en punta, Karim de segundo delantero flotando a la derecha y otra línea de tres hombre por detrás, o bien 2) Cristiano y Benzema arriba, cuatro en el centro del campo. En cualquiera de ellos la idea es incrementar la presencia en área en aquellos partidos donde el rival no es tan ingenuo como el Athletic como para regalarle al Madrid espacios y bandas.
Tema aparte, fue sin lugar a dudas el mejor partido de lo que llevamos de temporada y para mí la clave reside en la notable mejoría física. Eso sí, el rival más débil de este once es James, a quien las piernas no le responden a la misma velocidad que la cabeza y el mono de trabajo aunque ensuciado no le cunde como quisiera Ancelotti. En un mundo ideal ese puesto es para fIaSCo con los ojos cerrados (y eso que también es más lento que el caballo del malo) pero pasan las semanas y sigue siendo el suplente un jugador que no vale 80 millones ni en la mejor de sus actuaciones. La paz y tranquilidad de los resultados convierten este debate en un balsa de aceite pero mucho cuidado con pinchar en las grandes citas y, como no me canso de apuntar semana tras semana, atentos qué pasa si a) alguien en la medular da un paso adelante como para adelantar a Antonio o b) reaparece Jesé con ganas de seguir por su trayectoria de hace un año. Es improbable a día de hoy pero tengan claro que si surgen respuestas James e Isco pueden ir haciendo las maletas en Junio porque el que no se va es Karim. Au revoir.

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