lunes, 20 de octubre de 2014

Manita


La verdad es que al terminar la primera parte me preguntaba qué demonios pitaba el público. El Madrid era un equipo compacto, que dominaba el partido con suficiencia y a la vez reservaba fuerzas para una semana crucial. Culpar al árbitro del marcador era algo ridículo en la medida que existen fallos graves en la defensa del Levante en los dos primeros goles que reciben. Sinceramente, son demasiadas concesiones en pocos minutos y es algo que puede comprobarse tirando de hemeroteca de las últimas visitas merengues a tierras levantinas. Eran otros tiempos.

Levante aparte, es una gran noticia que en aquellos campos donde hemos sufrido más de lo necesario en los últimos años demos una imagen como la del Sábado que venga respaldada por un marcador contundente. El Madrid debe ser el coco y no un rival que anime a jugarle de tú a tú. Esta ha sido una de mis mayores reivindicaciones en los años del Barcelona de Guardiola, puesto que mientras disputábamos partidos contra equipos que parecían jugar su último partido como profesionales, el Barcelona recibía halagos constantes y una escasa oposición. Por ello una manita contra el Levante es un resultado bastante satisfactorio que arroja un mensaje claro y directo que nos devuelve a nuestro verdadero lugar.

Aunque en las goleadas casi todos rinden a un gran nivel, quiero centrar esta entrada en dos jugadores clave para entender la progresión del equipo en la medida que aumenta vertigionsamente la suya propia: James y fIaSCO. No creo que el colombiano vaya a ser un jugador a la altura de su coste (a fin de cuentas Bale no lo ha sido pero no parece importar a nadie) pero es innegable que de respetarle el físico y tener ese punto de forma física adecuada se trata de un jugador como la copa de un pino cuyas flaquezas nos lo parecen porque en otros proyectos deportivos hubiera encajado mejor. Pero James no tiene la culpa de haber llegado en un momento donde su fútbol no brilla como debiera y deba asumir las deudas deportivas contraídas por el club con el asunto Di María. En cierta medida me recuerda a lo que vivió Özil, salvo que la actitud de ambos difiere demasiado y mientras uno va cuesta abajo sin frenos el otro suma partidos en franca progresión. Pese a todo me quedo con las ganas de saber que sería de James respaldado de un centro del campo con Xabi Alonso, libre de tanto rigor táctico y criterios defensivos...

El otro jugador clave del partido, como no, es fIaSCO. Fue una vez más de los mejores, va sobrado para jugar a este deporte y como ya he repetido en varias ocasiones, debiera tener otro rol en esta plantilla. Pero como también he recalcado, ese despliegue de cremosidad, elegancia y buenas maneras ante rivales sin entidad es un auténtico desperdicio. Lo que quiero ver de él, es un desfalco de juego contra el Liverpool o el Barcelona sin ir más lejos. Se le debe exigir esa actuación primorosa contra un rival de peso que abra un debate definitivo sobre su titularidad. Y aunque no veo a Ancelotti dispuesto a jugarse un partido clave con Isco al mando, si ese día llega y cumple como viene haciéndolo insisto en que le quitaré el sobrenombre de fIaSCo. Pero primero debe consagrar su juego en la élite y hay quien no ha entendido que ganarse ese partido implica la travesía del desierto que parece haber cumplido con creces. Ahora es el momento de que os suméis a mí y os deis cuenta como Ancelotti sufre de indigestión ante la idea de tener que darle al malagueño la titularidad esta semana. Haga lo que haga se verá en el disparadero y eso es algo que el italiano no lleva bien. La pregunta es cómo lo va a llevar Isco ahora que los focos le apuntan de cara.

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