Me pregunto que pasa hoy por las cabezas de Özil, Higuaín y Di María. Parece que al final ese escenario postapocalíptico que postulaban los gurús cada vez que uno de ellos enfilaba la puerta no llega a materializarse y tenemos equipo para raro. Y no les culpo por ello, como jugado de ajedrez entiendo que los sacrificios nunca son movimiento fáciles de digerir en sus inicios. Yo no creo que Florentino, al que sí hay mucho que recriminarle en otras áreas del club, sea el que mueve los hilos en el plano deportivo y al que hay que pedir cuentas sobre que aportaron al madridismo y que dejaron a su salida. Puede que cada operación se cierre con su sello personal, pero veo mucho trabajo de campo por parte de JAS & Associates y creo que a pesar del pedo mental que se han tirado en el asunto TopoR (ligado íntimamente a la negativa a financiar la salida del mismo) parece que el club ha definido claramente un rumbo. Veo talento, juventud, alternativas y parece que han quedado atrás los años de incertidumbre. Eramos un equipo resolutivo pero susceptible de inmolarse mentalmente y hoy somos un bloque sólido y tranquilo. Parece que gestionando adecuadamente el tramo final de la carrera de los más veteranos podemos seguir siéndolo durante mucho tiempo ligados a esas circunstancias excepcionales que rodean a los destinados a llamar una época.
No obstante, es evidente que la gallina de los huevos de oro también ha dejado algo de fortuna. Otros años hubo más sobre el papel y los resultados fueron de sobra conocidos. Hubo más proyecto, mas implicación, más ideas sobre la pizarra y pese a todo el fantasma de Europa siempre acosó al madridismo. Es curioso observar como a veces el momento oportuno se basta para crear cosas grandes. No ha sido Ancelotti el que más ha trabajado en la caseta, ni muchos jugadores de esta plantilla los más queridos por la grada. Y sin embargo, este equipo comienza a carburar con solvencia. Como ejemplo, el rendimiento de Kroos y James. Dos jugadores que en tres meses han dado respuestas a la difícil cuestión de aportar criterio a un equipo muy vertical. Los números de ambos son sencillamente sensacionales para ser recién llegados al club y sin lugar a dudas van a ser pilares indiscutibles de sus compañeros. Hacen de este equipo un grupo que combina más, que es mas generoso y que tiene ese halo característico de los que llevan años jugando juntos.
Todo lo contrario ocurre en tierras catalanas. Ningún recién llegado parece que pueda dulcificar la sensación de que ha terminado un ciclo en un equipo que en otros tiempos se infló a tocar el balón y que hoy día no es capaz de encontrar soluciones en su propio estadio. Atrás quedaron los días en los que el Barcelona cerraba partidos en diez minutos. El taconazo de Nolito, toda una joya contemporánea de catástrofes blaugranas, ha encendido un debate que ya empieza a cobrarse sus primeras víctima entre el soci. A Zubizarreta, absolutamente incompetente y negado para ese cargo, no le ha quedado más remedio que darle un toque a Luis Enrique, otro individuo que se apunta a la creencia según la cual cualquiera puede entrenar al equip dels valors. Acaba Octubre sin ideas en el campo, cuestionado por alguno de sus propios jugadores, incapaz de hacerse respetar y con los fanzines catalanes muy mosqueados demandando cabezas. Messi asume que no será el próximo Balón de Oro y se dedicar a errar por el campo, Cespetman es incapaz de tenerse en pie e Iniesta parece un fantasma del jugador que fue. Pobre Lucho, no te vas a comer el turrón.

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