Hay que reconocer que el asunto de la grada de animación se ha ido de madre. A mi personalmente me parece un despropósito todo lo que rodea a la expulsión de Ultras Sur del estadio y lo visto anoche en dicha grada inevitablemente nos transporta a otros tiempos donde entrar al Bernabéu era hacerlo mirando al fondo sur para ver el ambiente, los tifos e ir entrando en materia. Recibir al Liverpool con semejante pancarta ya excede por completo cualquier concepto de señorío (absurda por cierto la degeneración actual de esta seña de identidad por el madridismo) y entra en el ámbito del bochorno. Los british, que para esto de la acidez en el humor son los reyes del mambo, no tardaron demasiado en ver la parte gay del asunto. No entiendo qué le debe el Real Madrid a nadie como para recibir a un rival con alfombra roja. Tampoco tengo respuesta a quién toma este tipo de decisiones y qué pretende conseguir. Lo que sí tengo claro es que la respuesta del Liverpool al lucir esteladas fue para enmarcar. Que sirva de escarmiento.
Pitorreo aparte, lo ingleses saben de fútbol. Viendo sus tabloides la impresión generalizada es que los mejores del partido fueron Varane y Marcelo. El brasileño suele ser un habitual de este blog pero no todos los días podemos hablar de Varane, un jugador muy importante en esta plantilla y que debería estar más arropado. Que nadie olvide que de no ser por las lesiones el francés sería hoy titular indiscutible y Pepe un jugador relegado al banquillo con las etiquetas de viejo y Judás. En cualquier caso, si los títulos se cosechan a través del juego ofensivo, se pierden con facilidad por fallos atrás y ahí es donde creo que reside el éxito de los últimos años: haber blindado el juego defensivo. No luce tanto hablar de ello pero cuando no se da esta circunstancia de poco sirve lo demás. Ni en otros noventa minutos hubiera podido el Liverpool hacerle un gol al Madrid, lo cual dice muy poco de un rival con 5 Copas de Europa y cuyo mejor jugador fue Mignolet. Ya pueden ponerse serios ante el Ludogorets o abandonarán la competición dejando un tufo importante a fracaso: el aroma Balotelli.
También es positivo cerrar la clasificación en Noviembre. Posibilita rotar al equipo, dar descanso a los más necesitados y pasear el fondo de armario. El año se hará muy largo y Ancelotti, que tiene muchos defectos pero a precavido no le gana nadie, hace bien en saber que los contratiempos llegarán. Esperemos lesiones, noches de mala suerte y todo tipo de infortunios porque estar preparados puede ser la clave de una temporada redonda. Ahora mismo el mayor de los quebraderos de cabeza parece ser que Isco se lo pone difícil a Bale. No me apasiona el galés pero menos lo hace el malagueño, que más allá del lavado institucional que produce en cada estadio y con el que Florentino estará encantando, está por ver que mantenga el estado de gracia al que ha llegado a golpe de varita mágica. Ojear nuestros fanzines favoritos dulcifican esa creencia: Isco un jugador querido por la prensa le discute el puesto a Bale. Todo muy bonito hasta que este, a los pocos minutos de reaparecer, manda un balón al palo. Seamos serios, lo único positivo y real en ese debate es que los jugadores tengan tensión competitiva y sepan que cualquiera les quita el puesto. A ver quien tiene Ancelotti en la cabeza cuando juegue contra el Bayern.

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