miércoles, 16 de enero de 2013

A ritmo de chuletón


Entender porque el panfleto conocido como AS ha perdido en torno al 20% de tirada en los últimos meses requiere analizar los efectos de la crisis y la proliferación de medios digitales y nuevas formas de comunicación. Supongo que eso pensará el grupo PRISA antes que considerar mínimante la posibilidad de que sus lectores cada día se alejan más de las opiniones, quimeras y enfrentamientos personales que están plasmando a diario. Se palpa el desgaste de los medios en su guerra contra Mourinho. A largo plazo, el individuo quiere información pura y dura y tiende a omitir directamente otras circunstancias que no se ciñan a los acontecimientos. En ultima instancia, el portugués abandonará el club tarde o temprano, con mayor o menor gloria, pero la realidad de este club esta sobre la mesa. Hace falta una limpieza a fondo y esta es una idea ya sembrada en la mente de la afición por mucho que se quieran paliar sus efectos alegando que son ideas de "cuatro tuiteros" o de la "yihad mourinhista". Cada día que pasa los Relaño, Segurola, García Caridad, Palomar, Castaño, Lama, Carreño, Torres, Robinson, Martínez, Sarabia y muchos otros actuan con total impunidad y los madridistas de bien que sólo queremos lo mejor para este club deberíamos velar para que aquel que ni ha sido, ni es, ni será madridista viva a costa del Real Madrid C.F. A fin de cuentas, no es de recibo que para que hablen bien de ti tengas que invitar a la tropa a comer como ya saben Pellegrini, Del Bosque o Casillas.

Como ejemplo, un supuesto madridista como el director de AS. Con toda la que esta cayendo en Concha Espina, resulta chocante ver como se empeña en empozoñar a 3 millones de lectores a diario tanto con sus columnas de opinión como a través de las salvajadas que se leen de sus subordinados. El último escándalo de este asiduo al buen comer, de gustos asequibles y populares y cercano al pueblo llano es lamentar que el Real Madrid regalase entradas para el partido contra el Valencia. Consideraba que el "omnipotente Mourinho" y los jugadores de hoy debían de considerar el esfuerzo que realiza el madridismo para ir al campo. Es imposible presenciar actos demagógicos de mayor calibre. En este país de cañas y fútbol, la crisis golpea muy duro pero la gente no recorta en los pocos placeres que le alegran la existencia. Mucho tiene que seguir empeorando la economía para que un ciudadano renuncie a su opio. No señor mio. Las causas hay que buscarlas en las televisiones, dueñas de este negocio que hasta el último minuto especularon  con la fecha y hora del encuentro. Hay que buscarlas en la crispación que tiene asqueada al madridismo y de la cual son partícipes todos ustedes. Hay que buscarlas en los 4 grados que puede haber en el campo a esa hora, en que es Mártes y en el hecho de que la gente tiene que trabajar al día siguiente. Pero claro esto no se comenta. Responsabilizar a jugadores o entrenadores con sueldos siderales del regalo de entradas es absurdo e irreverente se mire por donde se mire. Se ve que el hashtag #BernbabeuPreciosPopularesYa se la trajo al pairo de sobremanera y que no pasa por caja hace mucho tiempo. Ojalá estuviera el Estadio repletos de madridistas de corazón y no de turistas que van a un museo. 

También se notaban síntomas de chamusquina en el ambiente tras la espectacular rajada de Esquinas Torres confirmando que los árbitros no estaban finos con el Real Madrid. Que casualidad que esa misma noche el Valencia protesta enérgicamente por recibir (según ellos) hasta cuatro errores arbitrales. No sé ustedes pero para mí tres fuera de juego más que dudosos no son un error arbitral. Y tener que repetir varias veces una toma en televisión para buscar la mano de Higuaín en el gol, menos aún. Errores arbitrales son anular jugadas legales que acaban en gol o fueras de juego equivocadas en tres metros como ha recibido el Madrid en los últimos tiempos. Quizá debería reflexionar el Valencia (en especial Giner y el cómico Albelda) sobre el remate a muñeco que mitificó a Casillas o el clamoroso error de Jonás. Esos errores son los que te cuestan una eliminatoria a 180 minutos y no la baladronadas que estamos escuchando.

El Madrid no hizo un partido ni mucho menos brillante pero si hay alguien práctico en eliminatorias a doble partido es Mourinho. No todos los rivales son para pasearse con cinco a cero o regalar los partidos como le esta sucediendo en varias jornadas al Barcelona. A veces los rivales ofrecen confrontación y hay que sacar el mono de trabajo. Teniendo en cuenta el cuadro de defensa del equipo (excusado por la buena noticia del regreso de Marcelo al equipo), la presión a la que esta sometida y el buen hacer de Essien o Khedira hay que dar el resultado por práctico. No olvidemos que si el Valencia perdonó dos goles, otros tantos perdonó Cristiano. Cuando retorne el punto de suerte y clarividencia que existía el año pasado tal vez vuelvan las aguas a su cauce.

Lo que no volverá, al menos a corto plazo, es la cordura a los medios: "Fútbol del Valencia, goles del Madrid" (Alfredo Relaño). Curiosa forma de resumirlo.

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