lunes, 31 de marzo de 2014

Una jornada menos


Si a día de hoy tengo que mojarme sobre quien ganará la Liga, lo tengo muy claro: el equip dels valors. Son favorecidos en cada jugada polémica, suelen terminar los partidos clave jugando contra diez y empieza ser algo habitual ver a Messi tirando penaltis. Así es muy difícil que Madrid o Atlético puedan compensar los efectos de la mano de Sánchez Arminio y sus secuaces. Un simple dato: con el del Sábado, Messi ha tirado la friolera de 9 penaltis contra el Español. Por si fuera poco, en esta ocasión, existe mano no pitada Neymar en la jugada previa al gol de la victoria culé. No es cuestión de que lo que le piten al Barcelona sea justo o no, es que cualquier otro equipo a lo largo de una temporada tiende a compensar errores y aciertos arbitrales. Este balance en el caso del Barcelona es claramente positivo en condiciones normales y absolutamente exagerado en momentos clave. Insisto en que no valoro la legalidad de lo pitado, sino la ausencia de errores que les perjudiquen. No soy capaz de recordar cuando fue la última vez que los jugadores del Barcelona protestaron al árbitro una decisión que les dejase con el marcador en contra o con uno menos. Una Liga no puede decidirse en base a penaltis y expulsiones.

En lo que a nosotros se refiere y siendo francos, por mucho que podamos golear a un equipo suicida hay que tener claro que sólo cumplimos en condiciones de baja exigencia. Ancelotti no transmite ninguna sensación de seguridad al equipo ya que no puede prescindir de nadie en su once inicial sin que haya dudas. Y no digamos nada de empezar un partido sabiendo que Atlético y Barcelona cumplieron en sus respectivos compromisos. Los episodios de Bale, Cristiano y Morata, queriendo resolver por encima de todo cuando era más fácil la alternativa al compañero, son una clara muestra de ello. En el caso del galés es hasta cómico: empieza pateando el suelo y acaba con buenos números a costa de resultar egoísta. Leo por aquí 16 goles y 15 asistencias esta temporada, pero ninguno de ellos en un momento clave. Ese es el problema real. Ancelotti ya no depende de sí mismo en Liga y para ganar Copa o Champions tendrá que superar sus propios demonios... y los heredados del villarato.

jueves, 27 de marzo de 2014

¿Qué me pasa doctor?


Tengo una conversación de Whatsapp en el minuto 25 de partido donde comento que vamos a perder por 2-1 y que marcará el Sevilla en el 70. Me equivoqué en dos minutos, pero no en el tipo de partido que se fraguaba: perdonando demasiadas ocasiones, jugando con demasiada tranquilidad y sin la presión que debería haber impuesto saber que Barsa y Atlético ganaban, es decir, sin agresividad alguna. Hasta la casta ha perdido este equipo que no es capaz de corregir el rumbo del partido con 25 minutos por delante. Hemos visto tantas veces como se cumple el tópico "aquel que perdona lo acaba pagando", que resulta increíble que no hayamos aprendido la lección. En cualquier caso, ni el Madrid ha sido el equipo tan temible de hace tres meses ni la caricatura que parece ahora. Ha sido bastante regular, pero muchas circunstancias han maquillado a un equipo que al igual que otros tanto proyectos deportivos de la última década, desaparece por completo en los momentos críticos de la temporada. Esta entrada va dirigida a todos aquellos que se han dejado llevar por la pasión.

La gestión de la portería. Respaldó Ancelotti la decisión de Mourinho de jugar con Diego López. No lo hizo con pasión alguna, simplemente aceptó los informes técnicos que señalaban a principio de temporada el mejor estado de forma de Diego López. Sin embargó jamás apoyó al gallego (recordemos las célebres declaraciones de Mourinho donde afirmaba que era su portero: no las hay de Ancelotti) sino que en varios ocasiones ha flirteado descaradamente con la posibilidad de alinear al Topo a final de campaña. Tela. Meses después un socio me comenta que no le da ninguna tranquilidad ver a Diego bajo palos. En parte, debo darle la razón, pero también quiero decir que me sorprende su capacidad de aguante con tanta presión, con parte de tu propia afición mirando con lupa cada intervención, recordándote que has sentado al capitán del Real Madrid, al yernísimo y al capitán de La Roja (que no la Selección Española). Da la impresión, tras una noche donde cae degraciadamente Valdés y Diego parece desangelado, que Casillas volverá a la portería de club y selección no por méritos propios, sino por un cúmulo de desgracias, infidelidades y mala suerte. 

Centrales. Consecuencias del Canelitagate y cortocircuitos varios nos dejan anoche sin la pareja titular de centrales. Pero incluso de haber jugado, la versión actual de Pepe y Ramos es la peor de largo en cuatro años. Se llena la boca el pipero con ellos pero siendo serios, a día de hoy no son muros, no dan seguridad y para colmo no tienen repuesto. Díganme a dónde vamos si un jugador como Bacca se las apaña el sólo contra toda la defensa madridista para desquiciarles y marcar dos goles. Les doy la respuesta: derrotas contra todos los equipos en posición de disputar Liga, Copa o Copa de Europa. O lo que es lo mismo, una defensa que no vale para nada cuando llega la hora de la verdad. No sé que opinión tienen Ramos y Pepe de Mourinho, pero alguien debería ponerles a ver los vídeos de cuando jugaban para él. Han pasado de ser la mejor pareja de centrales de Europa a dos jugadores muy por debajo de su categoría.

Laterales. Muchos de los goles que recibe el equipo parten de jugadas a la espaldas de los laterales. No es algo nuevo que se haya detectado este año, pero sí empieza a ser dramático. Cuando fichamos a Carvajal comentaba que Arbeloa sería un gran suplente, porque si bien no gana partidos, contribuye positivamente a no perderlos. Tras los partidos contra Barcelona, Atlético, e incluso Sevilla si me apuran, parece que Carvajal no sólo no cumple con el propósito que le encargaron de ayudar a ganarlos, sino que colabora en perderlos. En estas semanas no leerán halagos sobre el segundo mejor lateral derecho de la Bundesliga, ya que en nuestra retina permanecen demasiados fallos de marca que podría haber evitado. En el caso de Marcelo, todo lo comentad se agrava seriamente, ya que parece muy lejos de aquel baluarte ofensivos que decidía partidos y se mueve en niveles defensivos de sus dos primeras temporadas en Madrid. Para mí es uno de los puntos débiles en el planteamiento de Ancelotti, ya que no ha dado con una solución de compromiso para corregir el rendimiento ni ha podio compensar sus carencias con trabajo de equipo. Rotaba cuando era innecesario y halagaba gratuitamente. De Coentrao no hablo, porque me parece absurdo que un jugador entre y salga de los planes del club con la misma facilidad. Esas culpas recaen en la dirección técnica y estas operaciones impiden que exista compromiso alguno por parte del jugador.

El centro. Anoche me preguntaba si el Casemiro de pretemporada no hubiera aportado algo más que Illarramendi, otro jugador correcto, pero también muy lejos por el momento de la capacidad para decantar partidos. Es un misterio que pasó con el brasileño. Aplaudimos la vuelta a los terrenos de juego de Alonso y ensalzamos a Modric hasta la saciedad. Pero una vez más, nos dejamos en el tintero a los repuestos. La cantidad de minutos que ha negado Ancelotti al banquillo esta temporada con partidos resueltosy muchos minutos por disputar, se agrava especialmente en esta zona del campo. Parcheado con Di María, al italiano le parecía una medular consistente. Y lo ha sido, pero en cuanto una de sus tres piezas no rinde al mismo nivel, el equipo baja notablemente en su rendimiento. No digamos nada cuando uno de ellos se pierde el partidos y los otros acumulan demasiados minutos. Vamos a ver que plantea el italiano ahora.

Bale. Coincido que seguramente la temporada que viene será otro jugador. Pero por desgracia seguimos en esta, y de verdad, asumamos que ahora mismo es una caricatura. Es dramático que estuviera fuera del terreno de juego cambiándose una bota y no se coordinara con la zaga para salir. Es un grave problema de comunicación. La tarjeta amarilla que se lleva anoche difícilmente se la hubieran sacado a Cristiano. Y lo peor no es eso, sino la cara de mendrugo que se le queda, a la altura de su aportación al juego del equipo. Bale es de largo el que más lejos queda de lo que espera de él, y no por su coste, sino porque forzosamente tiene que ser mucho mejor jugador de lo que vemos, que por cierto es muy poco. En su defensa hay que decir que no ha engañado a nadie: lleva meses al mismo nivel y ha sido el propio madridismo el que le ha ensalzado en exceso por un par de cañonazos y sprints. Y pese a todo tiene suerte, ya que si no se le ha juzgado más se debe a todos esos goles y asistencias determinantes que ha sumado Jesé durante el invierno. El problema es que el canario ha llegado a coste cero, cobra un millón de euros y ha planteado un debate real de sentar al galés. Esto reduce todo a una cuestión de adaptación: al país, al club, a sus compañeros e incluso así mismo. Por desgracia en Marzo no hay margen para la paciencia y ahora mismo suspende clamorosamente por mucho que la prensa se llene la boca con la BBC y demás panochadas. Hoy quedan fuera de lugar.

Benzema. Si en la anterior entrada recalcaba que no se puede ganar un derbi encajando cuatro goles, en esta toca decir que difícilmente ganas un partido fallando todo lo que perdonó el francés en la primera parte para desaparecer del mismo paulatinamente. Y aunque entiendo las críticas a Benzema, habría que verlas en contexto, una vez que el club prescinde fichar a otro delantero de peso y le obliga sí o sí a cumplir cada noche. Problema añadido: tampoco esta Özil para asistirle y dado que Bale sale de la ecuación y Cristiano no parece muchas veces por la labor de tocarla, díganme cómo va Benzema a ser un nueve puro, ese delantero que necesita el Madrid en partidos como el de anoche, sin juego por banda y como Modric como único jugador con posibilidades reales de habilitarle. Y atentos a la solución de Ancelotti: el cambio de Morata en el 44 es sólo comparable al de Kaká in extremis la temporada pasada contra el Borussia. Hubiera sido trágico que hubiera marcado el empate. Demencial que firmase la remontada.

Bandas. Díganme como abre un equipo una lata como la del Sevilla anoche sin juego alguno por banda: ni extremos, ni interiores, ni nada de nada. Doble pivote, Cristiano y Bale libres y todo se convierte en una tratado sobre cómo penetrar por el centro. Sacrificar tanto es un debate aceptable dada la categoría de esos jugadores. Lo que no es de recibo es que no haya un sólo jugador de banda de repuesto. Hace tanto tiempo que no veo un centro desde los extremos del campo que me preguntó si ese tipo de juego era un modelo de otra época. ¿Dónde quedaron esos equipos con un diez clásico asistiendo a delanteros y banda? El doble pivote ha condenado al ostracismo a la belleza táctica. Ganan individualmente aquellos jugadores capaces de afrontar imposibles, pero perdemos los que consideramos que con el 4-4-2 clásico se gana presencia en área, bandas y juego colectivo. Quiten a Illarramendi anoche, Isco de media punta, Ronaldo más adelantado y con un jugador en banda izquierda, la cosa habría cambiado. Y todo ello manteniendo cuatro defensas, que recordemos fueron incapaces de incapacitar a Bacca.

En resumen, nada nuevo para quien haya seguido con cierta asiduidad Chalibú. Vamos a ver si recuperar el factor campo sirve de algo y Carletto es capaz de reaccionar y darse cuenta de que necesita mover al equipo. Pese a todo, sigue con opciones reales en todas las competiciones. Y si no lo consigue, seamos pacientes: hay tiempo de sobra para cortarle la cabeza.

lunes, 24 de marzo de 2014

Undiano, Canelita y demás botánicos


No sé cuantas veces a lo largo de la historia de este blog he hablado de la importancia de los detalles en la grandes citas. Y si un detalle trivial puede generar un auténtico efecto mariposa, todo lo visto anoche es la razón por la que se cerrase el partido con un resultado insólito. Recordemos que el Barcelona remonta un 2-1 y un 3-2 con dos penaltis en campo contrario, es decir, un auténtico disparate. Hoy me pregunto como es posible que nadie en el Real Madrid sea capaz de incordiar lo suficiente en las designaciones arbitrales para evitar que este tipo de personajes arbitren partidos de este calibre. No obstante, no creo que Undiano sea el único o principal culpable de la derrota, ya que el Madrid cometió demasiados pecados capitales y tuvo ocasiones de sobra para paliar el efecto Undiano. De hecho, recordemos que tuvo el partido de cara tras el penalti fantasma.

Muy, pero que muy mala noche de Marcelo y Carvajal. Ya el 0-1, tras fallo de marca de Carvajal a Iniesta, avisaba de que lo iban a pasar mal. Y ver todo el partido como el Barcelona buscaba balones a sus espaldas era un síntoma evidente de que Ancelotti no había trabajado este punto, ya que nunca llegaron ayudas a los laterales. De hecho, el equipo tan parecía contagiado del espíritu que Ancelotti promulgó toda la semana de salir a por el Barcelona, que en muchos momentos desconectó de tareas defensivas. Hay que aplaudir esta determinación del técnico (hacía muchos derbis que el Madrid no tenía tan claro que podía ganarle al Barcelona) en la misma medida de que no pareció contemplar nunca ir por detrás en el marcador. Las caras de los jugadores ante cada jarro de agua fría era un poema. Y lo más incomprensible, es la incapacidad del Madrid de cerrar en los citados 2-1 y 3-2 el partido, bien planteando un partido duro y farragoso en la línea de Mourinho con un triple pivote y mucha garra, bien siendo más competitivo. En cualquier caso, el prisma de darse por contentos con el intercambio de golpes, fue un error de peso y que cuesta tres puntos clave. 

Aunque todo lo comentado de Undiano, de la inmensa empanada defensiva e incluso el planteamiento pueda ser importante, hasta el 3-3 nada de todo esto era ni mucho menos definitivo. Es más, el aura de negatividad que impregnó el ambiente nos hizo olvidar que hubiera sido un gran resultado, y por ello el único punto de ruptura real en el partido es la expulsión de Canelita. Hoy se debate si hace por golpear a Neymar o evitar el contacto, pero la realidad es que la de Ramos es la enésima ocasión en que mete la pata en una gran cita. Y sinceramente, ya resulta molesto que no tenga dos dedos de frente para controlarse. Insisto que el 3-3 dentro de lo malo, no era tan crítico como un 3-3 con diez jugadores menos y media hora de partido por jugarse. Sigue la leyenda de que el Madrid no acaba nunca con once pero con actitudes como esta, difícilmente superaremos este trance. A toro pasado, ahora me preguntó si no hubiera sido más adecuado alinear a Varane junto a Pepe y relegar a Canelita al lateral, al banquillo, o a su casa con su familia. Pero por favor, que alguien le pida que deje de hacer el canelo de esta manera y que se controle. Fue algo tan absurdo como el emparedado de Carvajal y Alonso a Iniesta que supuso el 4-3. En cualquier caso, si vieron como perdió el Castilla contra el Mallorca, queda claro que fue un fin de semana para el olvido.

Ser crueles con la defensa no exhime del ojo crítico a lo que consideró Ancelotti que debía ser su equipo en ataque. Bale volvió a quedarse en el sillón de casa, disfrutando de una Coronita y unos nachos con queso. Correteo un par de veces y tal, pero de verdad que necesita dosis industriales de actitud e ilusión. Recuerda mucho en su temple a la versión descafeinada de Benzema cuando Mourinho le comparaba con un gato. De hecho, parece un gatito de cien millones que no impone ningún temor a los laterales. Y por favor, que alguien le ponga en banda izquierda de una santa vez. Me hablan del Ronaldo y de su determinación para jugar como extremo izquierdo como el principal lastre en este punto, pero me niego a creer que sea algo inamovible y que no pueda adaptarse a las circunstancias de cada partido. Es más, lo mejor del Madrid lo vimos con Di María en banda izquierda, quitando rivales del área de influencia de Benzema, quien ayer dio tantas de cal como de arena. Pese a todo, su balance sigue siendo positivo, más aún si consideramos que jugó tocado y que la broma de Canelita le mandó al banquillo antes de tiempo. Estamos de acuerdo que con uno menos, no es un buen momento para analizar lo que aporta el francés al ataque, pero lo cierto es que con él desapareció cualquier opción real de peligro más allá de lo que pudiera hacer un Cristiano, completamente desangelado y dividido por todo el frente de ataque.

Muy roto el equipo, la noche fue muy dura para Modric y Alonso, superados numéricamente en todo momento y relegados de cualquier tareas ofensiva. No crean tampoco que el Barcelona diera un baile táctico, sencillamente se aprovechó del suicidio colectivo del madridismo tras cada palo anímico y de los fogonazos de Undiano. Supo recuperarse dos veces de la adversidad (vean la cara de Gerardo tras adelantarse el Madrid) y aprovechó sus oportunidades. Habrá quien hable de mérito blaugrana, otros de errores madridistas. La realidad es que entre tanto alboroto, Messi aprovechó una vez más la coyuntura para anotarse otro hat trick. También hay quien considera que el Topo hubiera parado alguno de los penaltis y que Diego López suspende en la noche de ayer. Visto lo que llevo escrito, me parece que el resultado es justo y el toque de atención necesario de cara a la recta final. Pudo ser mucho peor.

miércoles, 19 de marzo de 2014

Jesé


Lo primero de todo, quisiera que alguien me explicase a dónde iba Ancelotti con Ramos, Alonso, Bale, Cristiano y Jesé teniendo un resultado a favor de 6-1 en campo contrario. Y sobre todo, jugando el Domingo contra el Barcelona un partido que aclara media Liga. Me parece una falta de juicio y responsabilidad muy graves. El de anoche era un partido para que sacara de inicio a todos aquellos que no juegan habitualmente y probar otro tipo de configuraciones. Sólo le faltó sacar a Benzema. Puede que muchos opinen que Jesé hubiera jugado de todas formas, pero si tenemos en cuenta que de haberle mantenido en el campo cuando su estado de forma era extraordinario seguramente hubiera sido Jesé el que hubiera descansado en la noche de ayer, posiblemente Morata hubiera sido titular de inicio y quien sabe si hoy tendríamos algo que lamentar. Obviamente, no se puede planificar la mala suerte o que un mendrugo como Kolasinac se desmarqué con una entrada sin sentido en el minuto 2 cuando ya esta eliminado. Lo que sí se puede hacer es cuidar a la plantilla con mimo y rotar a los jugadores de otra manera. Y de eso sí creo culpable a Ancelotti: ha tardado más de lo previsto en darle la titularidad a Carvajal, sigue haciendo el canelo con el debate entre Diego y el Topo (por cierto, anoche cantando como Tom Jones), manda al ostracismo a un jugador como Casemiro que ahora sale a jugar y se ve raro en el campo, deja a Isco media temporada comiendo banquillo, cambia de sistema porque no puede acomodar todas las piezas y sin embargo, le sonríe la fortuna. Era evidente que tarde o temprano tendría que lidiar con algún percance.

En cuanto a Jesé, desde aquí quiero mandarle todo mi apoyo. Se pierde lo que queda de temporada, tendrá una durísima recuperación viendo el Mundial desde el sillón (al que incomprensiblemente nadie ha apoyado debidamente su candidatura) y cuando sus compañeros empiecen la próxima temporada (con preparción incluida) empezará a ver la luz al final del túnel, todo ello sumindo en un futuro sumamente incierto. Pese a que pueda parecer un mazazo descomunal, hay que recordar que acaba de cumplir 21 años y aunque ninguna edad es buena para esa lesión, tiene más posibilidades de superarla que un jugador de 30. Si los dioses del fútbol le aportan la paciencia necesaria, ponen en sus manos a los mejores profesionales y por encima de todo le dan al canario la fuerza necesaria para trabajar con constancia y determinación férreas, estoy convencido de que le veremos a final de año volver por su fueros, porque lo más complicado de todo, el talento para jugar a esto, lo tiene en la sangre. Ánimo.

Y como me quedo sin una de las mayores alegrías de la temporada y sin lugar a duda una de mis debilidades, ahora toca examinar a todos aquellos a los que amenazaba la figura de Jesé:

Morata. De la noche a la mañana, primer y único recambio claro en punta tras Benzema, Bale y Cristiano. Siempre he dicho que el único jugador del Castilla con talento real para subir al primer equipo era Jesé, pero estoy convencido de que no puede ser tan mal jugador como parecía anoche. Un auténtico cromo. Espero que marcar le quitara la ansiedad y que espabile, porque cualquiera con un poco de fortuna hubiera salido anoche del Bernabéu metiendo cinco. Morata por su parte, lo falló todo e incluso el gol que marcó casi lo falla también. A cada fallo, aplausos de Ancelotti para animarle. Realmente parecía un paso más cerca del traspaso y queda claro que el club tendrá que buscar como mínimo otro nueve el mercado. 

Bale. ¿Respirará el galés tranquilo sin el aliento de Jesé en el cogote? Vamos a verlo. La buena noticia para él es que no para de sumar minutos (sin lugar a dudas lo más importante), goles y asistencias. La mala noticia es que ni muchísimo menos se acerca a una dimensión ofensiva a la altura de las expectativas y en muchos momento no parece siquiera que haya saltado al terreno de juego. No obstante soy optimista, ya que si aporta estos números sin despeinarse, no me quiero perder qué es capaz de hacer cuando se considere integrado y totalmente en forma. Eso sí, le faltan muchos platos de lentejas para amortizar cien millones de euros o alcanzar la estela de Cristiano o Messi.

Di María. No se engañen: ya hemos visto lo mejor de Di María en números y juego (obviamente con Mourinho, lo cual duele a muchos). Respeto la opinión de aquellos que valoran los criterios industriales basados en la capacidad de trabajo, pero el rol que le ha dado Ancelotti en este equipo es excesivo. Da la impresión que necesita dos medios centros y a Di María para consolidar el centro del campo y por desgracia ha imposibilitado la progresión de otros jugadores como Jesé o Isco, tipos con mucho mayor margen de mejora. En cualquier caso, que nadie olvide que tal cual jugaba ahora, un día sencillamente desapareció.

Isco. Gana minutos sí o sí. Curioso caso el suyo. Empieza a un nivel estratosférico muy por encima de su talento real, pierde fuerza con la misma velocidad que la gana, desaparece del once ante la imposibilidad del míster de encontrarle hueco y reaparece en cuanto se hacen necesarias las rotaciones, aunque muy lejos de la idea inicial, ya sea jugando en punta o como interior. Que quieren que les diga, su técnica individual será muy buena, pero no le lleva a ser decisivo o mágico como era Özil. Quizá en otro equipo, con un rol de mayor peso en toque y distribución fuera el jugador que soñara Florentino, pero no lo acabo de ver en un equipo que hace poco jugaba a la contra y que tiene una marcada vocación por la verticalidad. Pendiente de evolución.

En cualquier caso, Ancelotti pierde un refuerzo de lujo que le ha solventado muchos partidos, puntos y situaciones complicadas. Si cae alguien más de arriba tendrá serios problemas porque no ha contemplado nunca perder recursos clave. Llega la fase final de la Copa de Europa y el tridente ofensivo comienza a acumular muchos minutos. Si todos aguantan, siguen intactas todas las opciones. En caso contrario, vendrán los problemas porque los refuerzos no están preparados. Sólo estaba Jesé.

lunes, 17 de marzo de 2014

Todos a una


Atentos a las declaraciones de Javi Gracia, técnico de Osasuna, tras hacer el ridículo en Barcelona:

"Hemos preparado el partido a conciencia y creo que en los primeros quince minutos hemos tenido buena actitud. No hemos renunciado a tener opciones en ataque, hemos tenido un gol anulado, algún córner a favor, pero luego se ha demostrado la superioridad física, técnica y táctica del rival. No ha sido el mejor día para pasar por el Camp Nou"

Por el amor de Dios, menuda estupidez. Fíjense como le ha jugado Osasuna al Real Madrid este año y díganme si la pachanguilla de ayer puede compararse con el desempeño de Osasuna cuando juega contra el Real Madrid. Los tres últimos goles que reciben son una auténtica vergüenza para jugadores que se consideren profesionales y de Primera División. No esperaba nada de Osasuna contra el equip del valors (al que dicho sea de paso nadie se molesta en rematar), pero para ver esto, hubiera sido preferible darles directamente los tres puntos al Barcelona y que se ahorren el desplazamiento. En cualquier caso, esta es la grandeza de la competición para el Real Madrid, que tiene que jugar en cada campo como si fuera una final mientras el Barcelona recibe halagos constantes a su fútbol. Un dato revelador: Osasuna ha recibido la friolera del 20 goles en sus tres últimos partidos allí. No hay mucho más que decir.

En cualquier caso, nosotros dependemos de nosotros mismos y este fin de semana podemos asistir a uno de los derbis más factibles de los últimos años pese a que los rivales del Barcelona se empeñen por sistema en que lleguen siempre bien descansados a esta cita. No se dejen engañar por los tópicos que piden prudencia amparándose en que se trata del Barcelona: no se va a encontrar Ancelotti a un equipo ni la mitad de competitivo de lo que tuvo Mourinho delante. No digo que sea un partido fácil, simplemente que es más asequible que otros años. Ellos están peor y nosotros mucho mejor. Pero es que además el golpe de autoridad en casa vale la Liga y eso es mucho decir en Marzo. Sigo apostando porque el Atlético no le va a exigir absolutamente nada al Barcelona en la última jornada y por tanto, cada punto adelantado desde el día de hoy es un día más de margen para planificar la conquista a la Décima. Si nos llegan a decir a principio de temporada que llegamos a esta semana en estas condiciones, hubiéramos firmado con los ojos cerrados. Hay equipo titular, hay buenos suplentes, hay grandes opciones en todas las competiciones, y todo ello sin que Ancelotti haya tenido que sudar una sola gota. Así de irónica es la vida. Sólo queda por ver si le aguanta el karma y la tregua mediática lo suficiente. Suerte Carletto.

lunes, 10 de marzo de 2014

Aburrimiento


Quiero felicitar públicamente a Joaquín Caparrós por ser el peor equipo que ha pisado el Santiago Bernabéu en mucho tiempo. Y aunque reconozco que para nuestros intereses fue positivo que ni siquiera se molestaran en tirar una sola vez a puerta, ha sido sin lugar a dudas uno de los partidos más aburridos que he visto desde la grada, ejemplificado en el tremendo atracón de pipas y cortezas que se dieron los chavales que tenía sentados al lado. Creo que apenas pararon de rumiar cinco minutos en toda la tarde para emitir algún tipo de sonido humano. La mirada perdida en el horizonte, dos o tres chascarrillos sin relación alguna con el partido y sobre todo la seguridad de que bien podían haberse sentado en la ópera. Si normalmente amarga el piperismo chic, sus efectos se agravan con equipos como el Levante, que hacen que cada euro pagado duela en el alma.

Salvo los efectos de la gravitación, los goles de Marcelo o Ronaldo y la clase de Modric, he de reconocer que me cuesta encontrar hoy algo relevante que comentar. Me siento como Bale, que cuaja un buen partido y después desaparece durante dos semanas donde nos quedamos sin ver a Jesé. Y ojeando los panfletos habituales, parece que no soy el único al que ha sorprendido que el campeonato se desinfle rápidamente. De ganar al Barcelona, ya sólo nos quedará la Champions para disfrutar de algo de tensión competitiva. Me preguntó que pensara hoy Mourinho sobre todo esto, líder en solitario con siete puntos de ventaja. Demostrado que tenemos delante al peor Barcelona en muchos años, ya se habla de triple corona y todo ello sin que Ancelotti se haya despeinado, jugando una Liga que va a quedar muy lejos de los cien puntos. Así que si no les importa, hoy será una entrada muy corta, ya que prefiero tantear alsoci, visiblemente afectado por los efectos de la gravitación y aterrado ante la posibilidad de que Pelelegrini les deje en ridículo. Disfruten, que no todos los días asistimos a una ciclogénesis blaugrana.

lunes, 3 de marzo de 2014

Requiem por Diego



!!!Pero que desagradecido y gratuito es culpar del resultado a Diego López!!! ¿Dónde quedan las críticas a la zaga por el fallo en la marca a Koke? ¿Por qué a nadie le importa que Diego tenga tres jugadores tapando la salida del balón en el segundo gol? ¿No cuenta tampoco el balón que saca a Diego Costa? Ah, la infamia, que pérfida puede llegar a ser. No me vale ese discurso, yo quiero ver las críticas contra el entrenador, que alguien diga en voz alta que salir con Coentrao y Arbeloa de inicio fue un grave error que ancló al Madrid a un partido en el barro donde no le quedó más remedio que defenderse mucho más tiempo del deseado. Ahí es donde se dinamitaron sesenta minutos de partido. Parece que Ancelotti no aprendió nada en San Mamés. No tiene una plantilla diseñada para dar palos. Tiene 400 millones de euros en el campo para atacar sin contemplaciones y que sea el rival quien decida si quiere defender o arriesgarse a un cara a cara. No me importan las circunstancias, ni el rival y mucho menos el estadio: la cruda realidad es que Ancelotti se orinó encima sabedor de que todo lo que le quedaba a Atlético tras los últimos enfrentamiendos era la venganza. Y como Carletto no tiene ni plantilla, ni estrategia, ni mucho menos garra para jugarle un partido a Simeone en el fango, salió de la pugna como claro perdedor. Como muestra, la imagen del argentino ya en el minuto uno reclamando al árbitro un corner. Y Ancelotti, mirando. Burgos y Simeone acosando al cuarto árbirtro todo el partido, protestando cada acción. Y Ancelotti, mirando. ¡Cómo eché de menos la intensidad de Mourinho ayer!

Insisto: es una injusticia de talla mundial que sea el propio madridismo quien condene hoy a Diego López. Me produce grima esa falta de equidad propia del piperismo chic para juzgar a un tipo cuyo bagaje es tremendamente positivo. Y seamos sinceros: ni un sólo jugador del Real Madrid, sin excepción, aprueba en su valoración en la primera hora de partido. Tarde para el olvido de Ramos y Pepe frente a Diego Costa (que como bien han señalado en redes sociales juegan mucho mejor cuando es Casillas quien se encuentra bajo palos); Coentrao, Arbeloa y Di María desbordados en las bandas; Modric y Alonso limitados por estar en inferioridad numérica contra el centro del campo del Atlético y un único disparo de la BBC en ese tiempo. Ayer no hubo tiempo para acrónimos absurdos. Díganme que hizo Bale por ejemplo. Pensar que ayer se dinamitó el resultado por Diego López es pura entelequia y un recurso de perdedores. Y por supuesto, si Ancelotti sustituye a Diego en el próximo partido, me parecerá un cobarde. Perdió muchísimo tiempo con dos cambios que debieron jugar de inicio y al tercero, Isco, no le ha dado nunca un ápice de confianza amparándose en no se qué mamarrachadas sobre el sistema. Hubiera sido tan sencillo como sumar un recurso más en el centro del campo y todo hubiera sido mucho más equilibrado, con oportunidades de ganar claramente al final. Ah, y no quiero saber por qué Jesé no ha jugado en los últimos ciento ochenta minutos, y en especial cuando ha sido un revulsivo a lo largo de toda la temporada. Todo un misterio.

Que con buenas palabras, señorío y demás parafernalia no se ganan partidos como el de ayer, es algo que sabemos todos. Pero eso no quita para que denunciemos lo desagradable del partido propuesto por el cholismo. Puede que a Martínez y al hombre que vino de Escocia les pareciera todo un ejercicio de intensidad (curiosamente menos cuando se lo plantean al Barcelona), pero cada partido derbi madrileño empieza a ser un remake cutre de la película 300. Qué cantidad de golpes, palabrotas, agarrones e inmundicia en general. Niños de todo el mundo perfeccionando su técnica en escuelas de fútbol para que ganarle al Madrid pase por apalear a sus jugadores. Y dentro de toda esa espiral de violencia, claramente consentida por un árbitro muy casero y permisivo, destaca Diego Costa. Que quieren que les diga, si mi hijo me pide una camiseta de este tipo, me parte el corazón. Y lo peor de todo es que le vamos a tener que soportar con La Roja, porque evidentemente cuando toda esta pantomima acabe y alguien tenga el sentido común de devolver su nombre a la Selección Española, será necesario que criben este perfil de jugadores, absolutamente indeseables que pasan todo un partido en el suelo, rozando la picaresca, provocando, perdiendo el tiempo y desluciendo el espectáculo. Es irónico que la selección con mayor capacidad de juego colectivo quiera emplear como punta a un brasileño mamporrero.

Y acabamos hoy con una reflexión. ¿Piensan que el Atléti se dejará la piel contra el Barcelona en la última jornada del campeonato como lo ha hecho últimamente contra el Madrid? Y de hacerlo, ¿con cuantos jugadores de campo acabará el encuentro?