lunes, 15 de septiembre de 2014

La servilleta


"Final de la Liga de Campeones 2003. Unos días antes del encuentro, Silvio Berlusconi le escribió en una servilleta durante una cena los peligros de la Juventus y cómo sacar más rendimiento táctico a Seedorf y Maldini. Ancelotti aceptó los consejos y el Milan derrotó a la ‘Vecchia Signora’, conquistando su sexta Copa de Europa."

Lo malo de confiar el destino del equipo a un hombre al que le 'sugieren' las alineaciones en servilletas es que cuando el jardín plantado en su recto empieza a pudrirse, contemplas como queda sólo ante el peligro. A mitad de campaña pasada intuía que Ancelotti podría ser ese redentor universal que nos devolviera a nuestro lugar en Europa en la misma medida que sabía que una vez conseguido ese objetivo se convertiría a medio plazo en un muñeco roto. Lo que no imaginaba es que pudiera deteriorarse tan rápidamente. El escenario actual del equipo me recuerda al de hace dos temporadas cuando Don José a primero de Octubre reconocía públicamente que no tenía equipo. La diferencia es que aquel plantel encubría un polvorín y el actual tiene una carencia preocupante de fútbol.

Antes de buscar culpables a tres partidos para el olvido (porque el del Córdoba no fue ni mucho menos para estar orgulloso) conviene recordar que las penas con pan son menos penas. Si bien la situación TopoR da para escribir todo un culebrón, hay que tener claro que de haber visto una reacción adecuada en el equipo (por ejemplo con tres goles contundentes) hoy hablaríamos en otros términos. Pero la imagen colectiva es mala y mejorarla pasa por la cocina. Mientras que Kroos - Alonso - Modric era un centro del campo del ensueño, James - Kroos - Modric es, de momento, inoperante. Kroos no es Alonso por mucho que Ancelotti quiera retrasarle (lo cual además me parece un pecado estético) y los constantes movimientos de James para reencontrarse consigo mismo destrozan tácticamente el planteamiento. Se han perdido por completo las bandas, el equipo se ha retrasado en exceso y parece totalmente disjunto entre atacantes y defensores. Me preocupa que Batman sea un invitado de lujo en este banquillo, que alguien piense que fIaSCo tiene la llave del futuro juego total del Real Madrid, que el puesto de lateral izquierdo o derecho sea tan precarios, que Benzema (o Chicharito) no sean capaces de meter un gol porque tocan el balón segundos durante un partido, que una zaga de cuatro integrantes sea incapaz de dar solidez contra equipos que únicamente nos mantienen una referencia ofensiva, que Bale juegue un partido bien y desaparezca los tres siguientes, que Keylor siga sin disfrutar de una oportunidad mientras un portero no es capaz ni de gobernar su área pequeña. Son tantas cosas que parece mentira que hace 4 meses se haya ganado una Copa de Europa.

El año pasado me inflé a recordar que únicamente la paz social y la victoria como discurso mantenían una tensa calma institucional. El enigma es saber quién y cómo gestiona este equipo. Y considerando que la respuesta no es del agrado de mucho, sólo podemos apelar a lo deportivo, donde siempre resulta emocionante ganar con gol de Jesé en el 40', con una galopada de Bale ante Bartra o entrar en la final con un cabezazo de Ramos a 12 segundos de la eliminación. El problema es que esos recursos, tremendamente situacionales por otra parte, nunca pueden ser prioritarios frente a la consistencia de ganar por fútbol puro y duro. Ya va siendo hora de que alguien le filtre a Carletto una servilleta con el mejor consejo posible: que juegue realmente como le pida el cuerpo y con los jugadores que considere adecuados.

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