lunes, 23 de diciembre de 2013

Resacón


Después de ver el monumental partido del área de baloncesto, ver fútbol en días como el de ayer te deja un poco frío en lo que a actitud de los jugadores se refiere. Y mira que el partido, dada la gran cantidad de palos y juego sucio que impuso el Valencia desde el inicio, se antojaba complicado para Rudy, Llul, Mirotic y compañía. La diferencia reside en que todos sabíamos que los hombres de Laso, remontaban o que en el peor de los casos estarían en disposición de disputar el último cuarto. Es lo que tiene un equipo que sabe a lo que juega, que lo hace de memoria y que por encima de todo, parece sabiamente dirigido en el área técnica. Vamos, exactamente lo mismo que parece hacer Carlo Ancelotti.

Y es que a los cinco minutos de partido en Mestalla, quedaba muy claro que el Madrid se disfrazaba  otra noche más de equipo aburrido, cansado, con una resaca considerable y que no parece incomodarse deambulando por el terreno de juego. Estimados, es duro afrontar la realidad, pero resulta complicado encontrar un once titular que raye a gran nivel jornada tras jornada. Al menos positivamente, porque Sergio Ramos parece decidido a conseguir a pisar banquillo lo que resta de temporada. Dos graves errores de concentración dificultaron otra noche para pasar página y ya son demasiadas las que Canelita lleva esta temporada. Al lado de Nacho, un jugador más sobrio, sin complicaciones ni frivolidades en su juego y con mucha menos capacidad mediática, resultan en exceso sonrojantes las pretensiones del sevillano. Ya va siendo hora que alguien de su entorno le cuente sin rodeos lo poco profesional que parece. Y si no quiere hacerlo, siempre puede pasearse por las redes sociales, donde acumula piropos a miles.

También hablábamos la semana pasada del extraño caso de Di María, un jugador capaz de lo mejor y de lo peor y que ayer nos dejó otra pincelada de lo bien que hace lo extraordinario y las complicaciones que tiene a la hora de interpretar los lances más triviales del juego. Con un nivel de pausa similar al de Modric o Alonso sería bastante mejor jugador, aunque probablemente no se llamaría di María. Tampoco Benzema. Anoten otra noche de regalo del francés, a la sombra de los centrales, lejos de cualquier línea de pase abierta y sin posibilidad alguna de anotar. No lo habría conseguido ni aunque el partido durase noventa minutos más. 

Quien necesita poco para demostrar lo que lleva dentro es Jesé. La cantidad de cosas buenas que aporta en comparación con los minutos que juega es descomunal. Y si no lo hace más es porque su entrenador es un político que no tiene los arrestos necesarios para disponer del once que quisiera. No se atrevió a desterrar al topo, quitó a di María en un gran momento de forma para introducir a Bale con calzador, le fue impuesto un jugador llamado Isco que poco tiene que aportar en su esquema y por supuesto no puede hacer que el canario juegue todo lo que debería. Pero así es Ancelotti: agrada a casillistas, agrada a la prensa (y eso que últimamente algo huele a podrido), agrada a todos y como buen miembro de honor de esa hornada de entrenadores aficionados al señorío y encabezada por el marqués de Salamanca, nadie le pillara nunca en un renuncio. No obstante, Jesé recuperó dos puntos perdidos para la causa a pase de un jugador con todas las letras: Luka Modric. Me alegro por ellos.

Y esto es todo por hoy. Todos tenemos derecho a la resaca.
Feliz Navidad a todos.

jueves, 19 de diciembre de 2013

No Alcorconazo, no party


No hubo Alcorconazo. Tampoco un desequilibrio entre ambos equipos monumental, lo que dice mucho del Olimpic y más bien poco del Real Madrid. Considerando la eliminatoria en global, la gente de Jávea puede estar orgullosa del rendimiento de su equipo y Ancelotti preocupado por la evidente desigualdad entre titulares y suplentes. Un auténtico abismo.

De lo poco que puede hablar bien anoche el Real Madrid es de Illarramendi y Jesé. El primero es un jugador en franca progresión cuyo aprendizaje al lado de un gran maestro puede hacerle ganar esa presencia que le falta para acabar de explotar. Todo lo hace sencillo, sin correr riesgos, cubriendo en defensa y mejorando a sus compañeros, algo que a fin de cuentas es lo que se debe a exigir a todo mediocentro que se precie. Y si además marca algún gol importante como el de anoche, mejor que mejor. Está claro que aún queda muy lejos del precio que se ha pagado por él, pero puede ser amortizado en el tiempo si todo sigue este cauce. Jesé, por contra, es un jugador de mi predilección porque hay algo de diferente en su fútbol y en cierta medida posee esa capacidad de desequilibrio que muy pocos jugadores tienen, en especial ese uno contra uno. Es una pena que el míster no esté por la labor de sacrificar minutos a jugadores que ahora mismo están en el terreno de juego con un menor compromiso que el canario porque con minutos y continuidad estoy seguro que daría un paso adelante.

Por otro lado hay gente que ya huele a reconcentrado. Di María es un jugador que como bien dijo Michael Robinson anoche en dos ocasiones (y eso que de cada tres cosas que dice una no le importa nadie, otra es mentira y la tercera una soberana estupidez), hace cosas excepcionales pero tiene serios problemas para ejecutar las acciones más sencillas. Contra Osasuna no dio una a derechas y ayer no fue ni mucho menos un jugador importante. Puede que le haya dolido la suplencia por Bale, pero incluso tras dos partidos de vacaciones de navidad del galés a la intemperie y sin rascar bola tiene mejores números que el argentino dejándose la piel por una guerra que tiene perdida haga lo que haga. Mourinho no pudo hacer que fuera un jugador regular en el tiempo ni centrarle en los partidos decisivos, por lo que un político como Ancelotti no va a conseguir que explote a estas alturas de su carrera.

También me decepciona Morata, aunque era algo esperado. Desde hace meses avisé que es jugador sobrevalorado por las circunstancies que rodean a Benzema y el tiempo no ha hecho más que darme la razón. Pudiendo sentar al francés no lo aprovechó, con la recuperación del mismo se ha venido abajo y en las oportunidades donde juega todo el partido resulta errático. Ayer incluso parecía un auténtico jugador de patio de colegio al igual que Casemiro, algo mejor en la segunda parte pero bastante lejos del jugador que prometía en pretemporada. Sería interesante conocer qué ha pasado en su historia, porque raro es.

lunes, 16 de diciembre de 2013

Vuelve el villarato


Seguro que más de uno se acordaba el sábado de aquella imperdonable oportunidad que tuvo el Real Madrid de mandar a Osasuna a Segunda División y que desperdició en un partido de amiguetes. Las consecuencias de no rematar a un moribundo son tener que volver a enfrentarse a ellos en un ambiente desagradable y lidiar con un partido duro y farragoso donde solemos perder por inexperiencia en este tipo de encuentros. Fíjense lo que cambia la película entre verles en Segunda División y que nos dejen con dos puntos menos que a final de campeonato se suelen antojar decisivos.

No obstante, el partido del Real Madrid fue tan horripilante que no hay por donde cogerlo. La incapacidad de Ancelotti de dar refresco al equipo (o al menos a ciertos jugadores) y salir cada jornada con todo lo que tiene dice muy poco del criterio de este hombre a la hora de gestionar la plantilla. Pésimo planteamiento para un equipo agotado, monumentalmente desordenado y e incapaz de articular dos pases seguidos. Y de remate, un dudoso criterio a la hora de realizar cambios que se puede decir que incluso repercutieron negativamente en el rendimiento del equipo. Imagínense que hubiera pasado si el centro de Jesé (que normalmente hace más en ocho minutos que muchos en noventa) encuentra destinatario. A Carlo Ancelotti le da un patatus si le salva los tres puntos en Navarra.

Obviamente, la culpa de este desaguisado no es exclusiva del técnico. Pésimo partido de todo el equipo y en especial de Benzema, Ronaldo, di María, Carvajal, Marcelo y como no, Canelita, que acumula la friolera de veintiún expulsiones como jugador madridista y que sin lugar alguna se encuentra en el peor momento de concentración y forma de toda su carrera deportiva. Me preguntó si René estará hoy Lunes paseándose por las oficinas de Concha Espina para seguir aporreando al club con las absurdas pretensiones económicas de su hermano cuando este no es capaz de ofrecer un nivel siquiera de primera división.

Por último, decir que no me sorprende nada la actuación de Clos Gómez, habitual del villarato clásico y enemigo a ultranza del madridismo. Justo hace tres años Mourinho señaló los trece errores cometidos que dificultaron la victoria en el Bernabéu contra el Sevilla (1-0), al Madrid de los récords le impidió ganar en Valencia robando un penalti a Cristiano y otro a Benzema, y la temporada pasada en ese mismo escenario expulsó a los veinte minutos a Kaká y perdonó la roja a Rubén y Oier por dos claras agresiones. El sábado contribuyó con un penalti y expulsión no pitados a Osasuna con 1-0, primera amarilla a Ramos inexistente y deja al Madrid sin centrales en su visita a Mestalla. Mientras tanto el Real Madrid, no parece por la labor de poner medidas a los arbitrajes de este energúmeno.

Con este panorama, muy atentos al inminente partido de Copa contra el Olimpic que puede ser todo un regalo de navidad anticipado y que de repente se antoja en un partido más crítico de lo deseado.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

A octavos


Que bien juega al fútbol Luka Modric. Y de vez en cuando nos deleita con uno de esos goles que te levantan de golpe del sillón y desparraman por el suelo la generosa ración de nachos con queso que estés tomando. Pues sí, me gusta Modric. Y me gusta más en la medida que los Tattaglia lo utilizaron como armas arrojadiza contra la gestión de Jose Mourinho, que cada día que pasa queda más claro el descomunal talento que tiene como entrenador a la hora de formar un equipo. Es una pena que las circunstancias impidan ver a pleno rendimiento el trió formado por Alonso, Khedira y Modric porque es de largo el mejor centro del campo que puede alinear el Real Madrid a día de hoy. En un mundo ideal, el puesto del alemán debería ser para Isco pero mientras este no sea capaz de conseguir la regularidad necesaria para ser titular o ser algo más determinante y decisivo, esa sería mi elección. La buena noticia para él es que jugará sin competencia lo que queda de temporada ya que no veo a Ancelotti jugando con el resto de perfiles que le quedan, notablemente menos ofensivos. En cualquier caso Isco debe jugar mucho, muchísimo más cerca del área rival. Pierde muchos puntos en el centro del campo y absorbe más posesión de la deseada.

También me llama la atención lo que dijo Sanchís durante el partido al referirse al grado de colaboración del equipo en los retos personales de Cristiano. Teniendo en cuenta que de cada tres cosas que dice una es sugerida por TVE, otra es inventada y la tercera no le importa a nadie (atentos a cómo babeaba con la dupla Olympiakos - Míchel) es un gran avance que el bueno de Manolo se fije en estas cosas. Bromas aparte, estoy de acuerdo en que el progreso personal y profesional del portugués tiene mucho que ver en cómo ha ido entendiendo la filosofía merengue. Aquí no tenemos els valors de Rossell, la humiltat de Javier Hernández o en definitiva el seny culé, pero aquí un crack quiere acabar su carrera deportiva y en Barcelona tienen serias dificultades para retenerlos. A excepción de Messi, al que sólo hay que verle la cara para entender por qué.

En cualquier caso, plácida primera fase del Real Madrid en Champions a la espera de lo que depare el bombo. Si conseguimos que en esta ocasión no vaya Fernanda Lima a distraer al personal mientras el compañero hace trampas con las papeletas sería un gran comienzo, porque algo me dice que nos va a tocar un hueso...

lunes, 9 de diciembre de 2013

Copazo


Hoy no me voy a alargar porque ciertos compromisos personales me impidieron ver el partido de Copa. Lo que sí tengo claro es que empieza a ser un pitorreo la falta de actitud con la que la plantilla afronta este tipo de partidos contra un rival modesto. Un empate a cero contra el Olimpic por muy mal que este el campo, por mucha alineación negativa de los planetas u otra excusa que alguien quiera proponer, me parece un resultado vergonzoso. Y lo es porque este tipo de partidos son las únicas oportunidades que pueden tener ciertos jugadores en toda la temporada para reivindicar un puesto en el primer equipo. Me hablan mal del rendimiento de Jesé y Morata, lo cual viendo el estado de forma de los tres de arriba y la escasez de minutos que da Ancelotti a los suplentes son muy malas noticias para ellos. Para hacernos una idea del precio de la titularidad en ataque, Bale cumple cien días en el club con nueve goles y seis asistencias, Benzema aporta diez goles y seis asistencias y Ronaldo, a lo suyo, con veinticinco dianas y también seis pases de gol. Demoledor.

Y ya sabemos lo desagradable que se puede poner el partido de vuelta si una tontería al principio, un balón perdido, un córner o cualquier otro imprevisto te complica el partido con el valor doble de los goles. Nadie quiere ver otra pesadilla antes de Navidad.

martes, 3 de diciembre de 2013

Gravitación


A mí como a Guti, me encanta que pierda el Barcelona. En un momento histórico donde el onanismo hacia la Roja y el tiki taka parecen ser valores imprescindibles del futbolero español, es importante que ese modelo no sea el único a considerar a la hora de hablar de fútbol. Que quieren que les diga, me he aburrido soberanamente con los partidos del equipo de los valores cuando los comparaba con el juego eléctrico y vertical del Madrid de Mourinho.  Y eso que el luso venía a España a defender y asentar un modelo amarrategui y especulador. Por eso adquiere un especial dramatismo que aterrice en Cataluña un tipo al que únicamente conoce su señora madre y dinamite un estilo de juego que les ha llevado a ser campeones de Europa sin demasiada oposición porque, gustos aparte, hay que reconocer que ha sido efectivo como pocos y por ello ver el mosqueo de los fanzines conocidos como Sport y Mundo Deportivo nos debe sacar una sonrisa a todos los madridistas: ya no pueden obviar el hecho de que se encienden todas las alarmas en Can Barsa: el autista vive desaparecido en combate, el entrenador no sabe ni a lo que juega, Arbeloa lleva más goles en la Champions que Neymar Jr, Valdés parece dispuesto a hacer las maletas, el jugador que presume de valores huele a pino futbolísticamente hablando, Cesc no es ni la sombra del jugador que maravilló al mundo en el Arsenal, etc... Si esto no es el inicio de un cambio de ciclo, que baje Dios y lo vea. Son las consecuencias de la gravitación.

Y mientras tanto, el tiempo es el mejor aliado de Ancelotti, al que no paran de lloverle buenas noticias: el de la hernia sin hacer absolutamente nada (porque, que nadie se engañe, Bale apenas participó el Sábado en el juego del equipo) mete tres goles y reparte una asistencia, el equipo poco a poco parece asimilar el espectáculo prometido por el italiano, Cristiano rinde a un nivel demoledor, Isco reaparece tras su monumental pájara, Di María parece el suplente perfecto, Benzema empieza a ser un asiduo del gol, las bajas defensivas parecen no importar demasiado, etc.. Pero sobre todo, la resurrección del Real Madrid tiene un nombre y apellidos: Xabi Alonso. No hay jugador en Europa con mayor capacidad de liderazgo, posicionamiento, dirección, toque, técnica y visión de juego en su puesto. No se deje engañar por los profetas que hablan bondades del cuerpo técnico. Si el equipo ha dado un paso adelante ha sido porque independientemente de lo bien que encajan las piezas ahora hay un motor en el centro del campo. Sólo queda por ver cuanta gasolina tiene Xabi por delante y hasta donde quiere prolongar su estancia en Madrid. Viendo el nivel de Pirlo y la suficiencia del tolosarra, espero que sea muchos años.