domingo, 29 de septiembre de 2013

Ancelotti, dimisión


Hoy no me voy a andar por las ramas ni con remilgos. Tres episodios desagradables en el primer mes de competición son más que suficientes para un equipo que jugó toda la segunda mitad con una plantilla de 350 millones de euros para tres disparos a puerta de relevancia: Modric, Bale y Morata. Independientemente de la alineación moral de cada madridista hacia la pipa o al mourinhismo, no podemos tolerar que otro año se escape la temporada en Octubre. Ancelotti desprende un fuerte olor a pino y debe ser cesado con carácter de urgencia para mandar un mensaje claro y contundente a la plantilla, donde también pido correciones inmediatas.

Ya avisamos en la anterior entrada del blog que el Atlético era en este momento un rival extremadamente peligroso. No tiene figuras mundiales pero es un equipo en mayúsculas dirigido por un tipo que me recuerda en sus arrestos a Mourinho y que desde luego tiene muy claro a qué juega. Eso ahora mismo para el Madrid es terror y pánico como ya vimos en la primera mitad contra el Galatasaray, contra el Villareal, contra el Elche y anoche contra el Atlético. Cualquiera que tenga un estilo definido tiene muchas probabilidades de sacar algo provechoso. Y la gotera se agrava rápidamente: con los dos puntos rescatados in extremis por Muñiz, podríamos estar en este momento a 7 puntos del líder. Es una cifra escalofriante, muy grave y que no tiene pinta de mejorar a corto plazo. El piperismo chic y la infame prensa deportiva se encargó de ir embalando los achiperres de Mourinho el año pasado en circunstancias parecidas. Bien, yo hoy desde este humilde espacio exijo que salgan a la calle, que no guarden silencio como rameras y de la misma manera que el año pasado, preparen el set completo de viaje de Samsonite para Ancelotti antes de que la situación se torne crítica.

Se defiende el italiano argumentando que "la línea es esta, hay que mejorar con la actitud". Debe ser el único ayer que saco algo positivo del peor partido del Madrid que hayamos visto en mucho tiempo. El proyecto de Mourinho fue tachado de amarrategui a pesar de hincharse a puntos y goles durante tres años por tener un marcado carácter contraofensivo y ya sabemos que el piperismo exige deleite, autocomplacencia y onanismo colectivo. Mourinho, que para algunos sectores puede tener faltas de forma pero cuya habilidad como técnico es insuperable sabía perfectamente lo que hacía al fichar a Özil y Modric para lidiar con esos partidos en la espesura. Carletto no. No ataca ni defiende y tras lo visto anoche, ya podemos afirmar sin ningún tipo de incertidumbre que no tiene ni la menor idea de a qué quiere jugar. Lo que sí sabemos es que defiende 25 metros por detrás del proyecto del infame Mauriño, carece por completo de circulación del balón en la medular, no le preocupa que la banda derecha sea decorativa, que los laterales hagan aguas en su descoordinación con el eje de la zaga. Tampoco se aprecia que haya trabajado defender en bloque ni presionar en grupo, no cierra líneas de pase y por encima de todo, juega con una parsimonia tan desesperante que aburre al respetable por completo. Y para más intriga, su segundo, un héroe del madridismo que debería ser la enciclopedia universal del fútbol, no parece que le asesore en decisiones como el cambio de Isco, manteniendo a un auténtico indolente como Benzema en el campo y prescindiendo del único jugador de toque cerca del área. Quería jugar con dos delanteros, pero ni se preguntaba quien les iba a aportar balones. ¿Tal vez un Bale irrelevante en banda derecha por decisión técnica? ¿Un Khedira al que le abrasa el balón en los pies? Que el Madrid va a ganar este año partidos por el inmenso talento individual de alguno de sus jugadores es marca de la casa. También lo es que vuelven a parece vedettes en el terreno de juego y que el entrenador sea un pelele.

Por supuesto, la culpa de todo esto no es exclusiva del míster. A Florentino Pérez alguien le tiene que rebatir con argumentos si tiene la menor idea de a quién le da las riendas de semejante proyecto deportivo y preguntarle por ciertas cuestiones inquietantes que a nadie parece importar:

* Rotación absurda en la portería y la consecuente falta de autoridad a la hora de solucionar un conflicto que la masa social arregla en 5 minutos y gratis
* Aparición sorpresa de Coentrao en las convocatorias cuando era un jugador claramente transferible en Agosto.
* Traspaso de Higuaín y Özil sin reponer sus muchos goles y asistencias.
* Desaparición de Casemiro del equipo tras su buena temporada sin motivo aparente.
* Gestión del caso Bale, 8 partidos a la intemperie y en aumento.
* Incapacidad para determinar quienes son los laterales titulares y en qué lado del campo juegan.
* Intermitencia en el rendimiento de diversos jugadores. Por cierto, los asiduos al blog ya vieron anoche donde quedaban otra vez Di María y el hombre de los 6.875.000 euros a la tesorería general vasca.

Por último no quiero cerrar esta entrada sin que todo el mundo se de cuenta del valor que tiene tener en el campo un 9 puro. En el Manzanares lo tienen muy claro vista la nómina de jugadores que han pasado por el club en la última década. Hoy podemos afirmar que Diego Costa, a pesar de ser un farruquito de cuidado que empantana los partidos como pocos, le mando un recado directo al director deportivo del Real Madrid. Aporto a su equipo lo mismo que Benzema: trabajo, garra, respiro en los momentos claves, referencia en el ataque, un valiosos juego de espaldas y para como un gol que vale tres puntos. Que tomen nota en los despachos de Concha Espina. Y que vuelva Mourinho ya.

jueves, 26 de septiembre de 2013

Cuestión de confianza


Me preguntaron en la anterior entrada por mi silencio en lo que a Angel Di María se refiere tras su buen arranque de temporada. Que quieren que les diga, me produce una fuerte sensación de recelo. ¿Quien es el verdadero fideo, el jugador eléctrico, trabajador e implicado de su primer año o aquel con claras muestras de apatía y desterrado al ostracismo tras su renovación hasta 2018? Determinar por qué en dos años un jugador pasa de ser indiscutible a una pieza más de la plantilla cuando goza del favor del público y de la confianza del entrenador es un asunto complejo y que esporádicamente acontece en las mejores familias. Como buen mourinhista, no olvido que el argentino fue uno de esos jugadores que en los momentos clave de la temporada dieron un paso atrás. Que ahora vea amenazado su futuro en esta plantilla por llegada de Bale y reaccione en consecuencia me parece la reacción correcta de todo profesional. Digo correcta, porque la de Özil obviamente no invita a mayores halagos. Por todo ello, solo podré redimir a Di María cuando le vea cuajando grandes actuaciones en los momentos críticos. Y por desgracia en ese instante únicamente habrá conmutado su pena.

Quien visto lo de anoche tampoco me produce ninguna sensación de confianza, es Carlo Ancelotti. Que a los mourinhistas de bien no nos resultaba un fichaje acertado la llegada de un político era evidente, pero estoy convencido que el piperismo chic que le tenía como el pacificador que iba a devolver la paz institucional, la titularidad al topo y recuperar ese futbol exquisito que gusta en Concha Espina desde la eclosión del tiki taka culé, tampoco esta hoy para muchas bromas. Seamos claros: lo visto en Elche es un esperpento, una historia de terror que creíamos olvidada y que por mucho que le repatee los higadillos a más de uno no veíamos ni por asomo con Don José Mourinho. Tres paradas de Diego López en los primeros quince minutos contra un recién ascendido avisaban de qué la cena iba a resultar indigesta. Y tanto: hay que remontarse más de tres años para ver al Real Madrid hacer el ridículo de semejante manera, defendiendo un 0-1 al Elche desde el minuto 60, amarrategui, cobarde y con una clamorosa falta de ideas en el campo. La sombra de Özil es alargada. Ahora vendrán los expertos del fútbol moderno con la cantinela de que este equipo esta en construcción. Es un argumento débil, de pusilánimes e insostenible para el mejor club de la historia. Esto es el Real Madrid y debemos exigirle todo: el fútbol de ataque, la velocidad, el talento, el gol y la victoria. Y si el partido no acompaña, como mínimo ha de verse en las caras de los jugadores el esfuerzo, la entrega y la determinación y olvidar tanta payasada con la dichosa construcción. En construcción, ¿ a dónde? ¿ a la mediocridad? ¿ al absurdo? ¿ a que juega Ancelotti con un equipo de 200 millones defendiendo un resultado salvado por una genialidad de Cristiano? El cambio de Carvajal, al más puro estilo del amarrateguismo y del catenaccio, junto a la pérdida de tiempo en el minuto 85 sacando al campo a Morata es el resumen del cangelo que tiene en el cuerpo y que le lleva a pedir la hora contra el Elche, equipo al que desde aquí aplaudo por su profesionalidad, por dejar en evidencia a todos aquellos que le regalan los partidos al Barcelona y por luchar sin descanso. Jugando así serán merecido equipo de primera y le sacarán los colores a más de uno.

Tampoco inspira confianza Muñiz Fernández. Ya el año pasado hicimos un amplio seguimiento al villarato y la actuación de este fulano ha dejado todo lo escrito al respecto como papel higiénico. Señores, a Ramos le tenía que haber mandado a la ducha en la primera parte sin ningún tipo de miramientos y no hubiera pasado nada. Le viene bien por descerebrado, como cura de humildad para un jugador que se cree que juega al nivel de Baresi y que desde que no tiene un técnico que trate sus lagunas tácticas es un auténtico insensato y un coladero con todas las letras. Y del penalti de Pepe qué decir. Es un deshonor que un jugador del Real Madrid reclame esa jugada, en ese minuto, tras el bochorno visto durante el encuentro y que todos sus compañeros callen como pícaros. Un hombre de honor ni siquiera mira al árbitro buscando su complicidad. A mi me produce náuseas ver a este atajo de vedettes y la vuelta al mamoneo y al cipoteo clásico que se intuye con el capitán llamando a Piqué para limar asperezas por la baja calidad de la película de humor vista en Canal +.

Quiero terminar con una reflexión. ¿Qué hubiera pasado si el resultado final es un empate y el sábado en un hipotético escenario se pierden tres puntos en el derbi? ¿Se acuerdan que pasa cuando un entrenador en Octubre ha perdido a estas alturas de la competición 7 puntos? Pues permanezcan en sintonía porque el Sábado lo que hay en juego es confianza pura y dura. Mientras tanto, segundo aviso, Carlo.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Jaque al panfleto


"Quieren cambiarme por un presidente más afín a sus intereses". No es la primera vez que escuchamos a Florentino Pérez hablar de la mano negra que pretende influir en la actividad cotidiana del club. Lo escuchamos cuando tuvo que salir a desmentir aquella infame portada de Marca en la que dos jugadores (supuestamente Casillas y Ramos) le planteaban un ultimatum contra el míster, lo recordó en varias ocasiones al aceptar la renuncia (que no cese) de Mourinho y ayer en la Asamblea de Compromisarios dio otro paso adelante al reconocer que van a por él. Sin embargo, con todo a favor para dar un golpe definitivo y pudiendo señalar claramente al enemigo en plena Asamblea, denunciar su infames tácticas y aprovechar el populismo reinante en el pabellón para ganar enteros, vagabundea en el ataque. Que pena. Habrá quien considere que el tirón de orejas al panfleto conocido como 'As' es lo máximo que podemos ver a estos niveles de política ya que esta institución se debe al señorío, elegancia y legado de su Historia. Hay quien también cree que la simbiosis prensa-club esta condenada a entenderse por beneficio mutuo y demás pamplinas. Me parece muy respetable, pero no hay que olvidar el nivel de agresividad que muestran a diarios los fanzines quienes, como era de esperar, omiten hoy cualquier alusión a las palabras de Florentino en relación a ellos. Por supuesto, no tienen reparos en destacar la interrupción del compromisario Carlos Mendoza, crítico con la gestión del bueno de Florentino, por presentar "malas maneras". Todo esto tiene que escocer y mucho en los niveles de popularidad y ventas más bajos que hayan conocido, acosados diariamente por un clamor constante en las redes sociales, y con cánticos claramente audibles en el campo. No soy partidario de Florentino Pérez, pero menos aún del periodismo casposo y me alegra que al menos en este tema el madridismo lo tenga claro: #LasManosDeLaPrensaFueraDelMadrid

Prensa aparte, también afirma Florentino en la Asamblea de Compromisarios que Carlo Ancelotti es la persona indicada para encarrilar este proyecto deportivo y llevar La Décima a las vitrinas del club. Bueno, Carlo y el séquito de entrenadores a los que ha encargado esa misión en los últimos años con escaso éxito y sin rendir cuentas por ello. Parece que todos quedamos satisfechos con el mister, presumiendo en exceso de las dos últimas goleadas, de la rápida irrupción de Isco o de la omnipresencia de Ronaldo, y aunque todo ello dulcifique los encuentros, en cinco partidos el equipo ya se ha dejado dos puntos y evidencia ciertas fallas estructurales en las dos áreas que no han pasado a mayores porque el rival se queda mucho antes sin gasolina e ideas. En relación al ritmo, Ancelotti, un tipo innovador donde los haya, plantea rotaciones en el primer mes de competición. Como ciertos jugadores que curiosamente se perfilan como indiscutibles lo han jugado todo, resulta extraño ver como otros entran y salen del once con diferente fortuna y en qué minutos el cuerpo técnico considera que hay que dar un respiro al equipo. Hoy me pregunto que deben pensar de estas rotaciones Morata (79') y Jesé (83') cuando en el Santiago Bernabéu, con el partido resuelto, con un partido cada tres días, considerando el peso y responsabilidades que les asignan para esta temporada y Benzema fallando ocasiones a pares, juegan once y siete minutos respectivamente. Quizá sea debido a no tener colgado en mi casa el título de entrenador profesional, pero veo lagunas en esta gestión de la fatiga.

Hablando de Benzema, yo le doy por perdido. Calidad tiene de sobra, pero no es un jugador para este club. Jugar con un único punto requiere de un sacrificio y personalidad que no tiene y que no se puede aleccionar. Aporta movilidad cuando se le pide ser referencia, se enquista entre los centrales cuando debe generar espacios o caer a banda, aparece la mitad de lo que debería en el partido, vive en perpetuo fuera de juego y carece por completo de garra o entrega. Por todo ello, falla. Falla constantemente por la mañana, a la hora de la comida  en la cena, aquí y hayá y produce nostalgia cuando pensamos en todas las leyendas merenegues que han explotado ese habitat. El miércoles volverá a ser titular, pero debería entender que no todas las semanas el auténtico capitán de este equipo va a salir a defenderle del piperismo chic o de la pluma de los juntaletras patrio.

Ah, me dejo a Bale. Nueve meses de negociaciones y millones de euros en instalaciones de alto rendimiento, en contratos a profesionales renombrados de la Fisioterapia y de la Medicina para que el jugador se pierda todo el inicio de campaña. Culpa del jugador por haber descuidado su forma en exceso, de Ancelotti por forzar a un jugador tocado y del club por no haber gestionado el asunto adecuadamente. Ojo porque la combinación de presión, prisas y lesión nunca dio buenos frutos.

p.d: No, no me he olvidado de él. El hombre que dejó 6.875.000 euros en la Tesorería General Vasca cuajó un partido muy pero que muy interesante y por ello le voy a rebajar la deuda en 75.000 euros. Antes de pronunciarme en profundidad quiero comprobar que hace en los próximos días y si es un espejismo lo visto ante el Getafe, porque el auténtico crack del partido de largo fue Asier Illarramendi.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

Karma


Debe ser descorazonador esperar 237 días a que tu entorno articule un complot con el que volver a la portería y que en diez escasos minutos otro de los implicados en la trama te mande de vuelta al banquillo. El mundo debe moverse a cámara lenta en el instante en que miras al cielo y caes en la cuenta de que los dioses del fútbol te han despojado del hábito de Santo, que en ese momento media España se pitorrea a tu costa y que tu sustituto, en frío, se luce con otro paradón de escándalo. Lo trágico del momento se escenifica cuando Casillas decide parar el partido y requerir asistencia médica. Sabe que no podrá seguir adelante, que si recibe un gol por no haber pedido el cambio a tiempo será una decisión que le convierta en cadáver deportivo y pese a todo se la juega para finalmente abandonar el campo. No es fácil comprender como un tipo con semejante hoja de servicios puede dar tanta pena y estoy plenamente que en algún momento futuro, cuando toda esta polémica haya tocado a su fin, entienda que las malas compañías, decisiones y silencios que ha guardado han dilapidado su carrera. Esta vez no encontrará paz y sosiego cuando llame a Javier y Gerardo para recibir sus muestras de apoyo y limar las asperezas que Bankia pueda haber causado en Cataluña. 

Por todo ello, y a pesar de haber disfrutado brevemente del momento, el honor, la tradición y el señorio inherente a todo madridista que se precie de serlo debe impedir hacer leña del árbol caido. El caso topo no deja de ser una página lamentable en la historia del club y nos hace objeto de polémicas extradeportivas que es imperativo atajar en seco. Y para que quede claro, el culpable de esta situación es Ancelotti, un tipo que se ha escondido tras el despropósito de rotar la portería para disimular su cobardía al sucumbir a la presión y sentar a Diego López. Ya recordé hace poco que Roma no pagaba a traidores, pero tampoco tuvo nunca en sus filas a cobardes. Y por ambas faltas al honor a quien no se la perdono es a Pepe. En La Divina Comedia, Dante reserva el círculo más bajo del Infierno para los traidores a sus valedores. Ver al portugués consolando a Casillas cuando se retira del campo es una absoluta falta de decencia a los mourinhistas que le defendimos a capa y espada cuando pateaba a Casquero y Messi. Más aún cuando al final del partido se relaja por completo permitiendo un gol que irrita con razón a Diego López. Ese gol computa en la batalla de la portería y empaña otra gran noche del gallego. Ha sido habitual ver grandes actuaciones de Ramos y Pepe con Casillas bajo palos pero empieza a resultar alarmante su rendimiento cuando juega Diego y es absurda la rotación constante en los laterales buscando seguridad. Por cierto, hoy los Tattaglia guardan silencio ante el impecable trabajo defensivo de Arbeloa y el más que discreto partido de Carvajal.

En cualquier caso, la cortina de humo generada por la situación Casillas y la engañosa goleada enmascaran el hecho de que este equipo no juega absolutamente a nada y flirtea en exceso con la derrota. No quiere el balón a largo plazo y no tiene el mismo talento que el anterior proyecto deportivo para jugar en largo o explotando espacios. Los experimentos de Ancelotti impiden encontrar un destructor que equilibre el balance defensivo: Khedira no dio pie con bola, Casemiro ha desaparecido del once a pesar de su buena pretemporada, Alonso sigue lesionado e Illarramendi, de momento, resulta trivial. Con tanto caos gratuito nadie es capaz de hacer un trabajo semejante al del Felipe Melo anoche o al que ejerció el Villarreal el Sábado, y el el equipo obviamente se resiente. El Madrid salió vivo de los primeros minutos gracias a otro destello individual y a la monumental pegada que aplico al Galatasaray cuando quedó sin gasolina. Pero hasta ese momento sufrió demasiado y pudo encajar fácilmente un par de tantos. Anoche acompañó la fortuna pero con semejante plantilla es incomprensible la desaparición del talento en el juego colectivo. No sirve de la nada la definitiva eclosión de Modric como figura si el balón no pasa por sus pies. Presa de la ansiedad y de las prisas el equipo renuncia a mover tranquilamente el balón y que los jugadores interconecten entre sí. Por ello, Isco retrasa su posición más de lo deseable para entrar en contacto con el balón, Di María corretea por todo el campo para hacer de todo en uno, Cristiano se pierde fuera de su zona de influencia y Benzema (que pese a indolente tiene talento para meter ese balón) se mueve en posiciones irrelevantes para el juego ofensivo. Son demasiados aspectos descuidados por el cuerpo técnico y que algunos justifican diciendo que sólo llevamos cinco partidos oficiales. Claro que son los mismos que dicen que en los campos de Turquía sólo viven exhaltados para justificar que nuestro estadio sea una tumba. Así nos va.

lunes, 16 de septiembre de 2013

Carlo, primer aviso


Independientemente de toda la literatura que podamos ver durante estos días, lo más preocupante es que no tenemos ni la menor idea de a qué quiere jugar Ancelotti ni a qué obedecen sus decisiones técnicas. Es evidente que por historia, tradición y plantilla no puede jugar a defender. Con doble pivote y tras la venta de Özil, pierde mucho talento a la hora de abrirse paso por las filas del contrario aprovechando las virtudes de la posesión y es evidente que el ataque relámpago que veíamos con Mourinho se ha esfumado por completo. En algún punto entre todo esto se encuentra un equipo que ya venía avisando con tropezar y que el Sábado contra el Villareal obtuvo un resultado del que podemos dar gracias visto el desempeño del submarino amarillo. Damas y caballeros, recibir diecinueve remates, nueve de ellos entre los tres palos, no es sufrir una pájara en un momento del partido, es ser un coladero. Y por si fuera poco y para mayor pitorreo, las siete intervenciones de Diego López, cuatro de ellas absolutamente espectaculares, le llevan a ser suplente mañana ante el Galatasaray, evidenciando la falta de personalidad de un técnico que lo lleva crudo intentando agradar a todos y cuyo olor a caca en los pantalones empieza a ser desagradablemente palpable. Ya flojea la meritocracia.

Siguiendo la línea de absurdos del amigo Carlo, nos encontramos con la zaga. No tengo la menor duda de que la línea defensiva que planteó se hubiera llevado un saco de goles en el Nuevo Campo o en el Allianz Arena. Algunos comentan hoy que Carvajal dejó una buena asistencia aportando más en este sentido que Arbeloa en toda la temporada pasada, pero hizo aguas constantemente y no creo que el balance sea claramente positivo. Nacho, aunque puede ser llegar a ser con trabajo un suplente relativamente correcto, no es jugador a día de hoy para el primer equipo y menos aún si sus carencias no las tapan Ramos y Pepe, que dicho sea de paso tuvieron unas de las peores noches que les haya visto en mucho tiempo. El sevillano, sin la presión de un entrenador que le centré en trabajar, se pierde en las noches temáticas de restaurante japoneses y Pepe se postula para cadáver si Varane reaparece en la línea del curso pasado. Consecuencias del karma y la traición.

Otra decepción sonada fue Illarramendi. El tufo a Sahin que desprende es preocupante y la convalidación de su condena por pena tras cuarenta millones de euros y 6.875.000 a la tesorería vasca es intolerable. Es joven y tiene talento, pero aquí la exigencia no le va a consentir estar deprimido mucho más y menos aún si no consigue descargar a Modric de carga de trabajo como vimos este fin de semana. Sin Casemiro y Khedira debió dar un paso adelante. Lo único que le salva de mi criba personal y le da una última oportunidad es que su entrenador no tiene ni la menor idea de que quiere para la medular ni le da la continuidad necesaria a sus decisiones.

De Benzema no sé si merece la pena hablar. Se ha ido. No esta en Francia y mucho menos en Madrid. Y estamos en Septiembre a tres meses de poder buscar algo potable en el mercado invernal, por lo que es hora de mandarle al banquillo y explotar diversas opciones. Ya no podemos recurrir al Pipa (que dicho sea de paso fue el que se tenía que haber quedado) así que aunque verde, habrá que consolarse con Morata. Lo positivo es que a nada que apriete va a demostrar más raza que un hombre que se autocalifica viendo su corte de pelo. Para aquellos que gustan de experimentos y prácticas de laboratorio quedan otras opciones más interesantes como ubicar a Ronaldo en punta, Bale de extremo izquierdo e ir palpando la progresión de Jesé por la derecha mientras determinamos si finalmente Di María vuelve a ser el jugador de su primer año o únicamente trabaja como todo jugador suplente con la llegada de un nuevo entrenador. En cualquier caso, todo vale con tal de quitar del campo la apatía de Karim. Los demás se alegrarán y disfrutarán de minutos.

Quiero hablar también en conjunto del duo Bale - Ronaldo porque tengo claro que la valoración de ambos va estar muy relacionada en cada partido con lo que haga el otro. Del primero comentar que la decisión de hacer jugar tantos minutos a un jugador claramente fuera de forma es un error de bulto. Es una pantomima que Ancelotti la justifique diciendo que un jugador coge forma jugando. No había ninguna necesidad de forzar la máquina hasta ese extremos y el cagómetro se disparó cuando le vimos en el suelo en la segunda parte tras ese gran sprint. Pero el marketing impone y con ese gol ya tenemos jugosas portadas al otro lado del Atlántico que amenazan la supremacía de Ronaldo. Y del segundo, queda claro que cuando el bueno de Gareth mueva la mano, Cristiano moverá la otra. Si el primero marca, el segundo busca jugadas y remates imposibles que recuerden quien manda aquí. Y si no es suficiente, Florentino aparece en el preciso momento para anunciar una renovación ansiada, necesaria y con unas cifras escalofriantes que le alejen de la tristeza.

En resumen, vivimos de pinceladas. De las que aporten Isco, Bale y Ronaldo, porque en el banquillo hay otro político como el Marqués de Salamanca que hoy recibe desde este humilde espacio el primer aviso a su gestión.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Rojo, rojo topo


No me gusta hablar de La Roja (que no la Selección Española de Fútbol) y ya dejé claro hace tiempo cuales son los motivos por los que no me representa. Quisiera limitarme a la actualidad del Real Madrid, pero este parón liguero que nos ofrece el calendario nos deja episodios que por desgracia tienen repercusión en el madridismo y es innegable el paralelismo existente entre el piperismo más chic y los rojistas.Jugó La Roja (que no la Selección Española de fútbol) y los Tattaglia como era de esperar no escatimaron esfuerzos para recordarnos a todos los españoles lo buen portero que es el topo. Imprescindible, prodigioso y decisivo han sido algunos de los adjetivos que los medios han utilizado durante estos días a la hora de valorar la actuación de Iker Casillas ante Finlandia. Claro que al comparar un rebote casual en la pierna con la monumental actuación de Peter Cech en la Supercopa de Europa es normal que haya quien se sonroje y caiga en la cuenta que que quizás sea lo único morboso que pueda rascar Mediaset y compañía de los dos últimos partidos de un equipo aburrido, carente de ritmo y muy pero que muy previsible. Respeto a todos aquellos que piensan que La Roja (que no la Selección Española de fútbol) tiene un futuro prometedor por delante, pero lo visto ante Brasil, Finlandia y Chile no es ni mucho menos esperanzador. La historia del fútbol ha sido sumamente cruel con aquellos que apostaban por la verticalidad, la velocidad y el talento en el área como para premiar a largo plazo a un conjunto que se complace en exceso con el talento de sus jugadores. Hubo una pizca de suerte en la final del Mundial, otro tanto frente a Croacia en la Eurocopa y cualquiera que haya visto 'Match Point' (Woody Allen) sabe que en cualquier momento estos pequeños caprichos de la fortuna te abandonan a tu suerte y la pelota queda muerta en tu lado de la red.

Pero seamos alegres, y volvamos a ese impagable momento en el que Juanma Castaño entrevista a Toni Grande en la previa del Finlandia - La Roja. En primera instancia le pregunta por qué han elegido a Casillas frente a Valdés y Grande, hombre de mundo donde los haya, responde con un sublime: "Bueno, tenemos dos grandes porteros". En ese momento, Castaño siente que debe reaccionar para evitar otro ridículo como el "vaya fiesta" y hay que reconocer que reacciona con cierta solvencia: "Ya, eso lo sabemos todos, pero, ¿cual ha sido el criterio elegido?". La respuesta de Toni Grande, de una llaneza y sinceridad aplastante, es una clara muestra de por qué el entorno de Casillas arruina su carrera a diario, del corporativismo del cuerpo técnico, de su falta de criterio deportivo y sobre todo, de cómo renunciar a cualquier expresión de meritocracia: "Nos hemos decantado por Iker". Estimados, una cosa es que el Marqués de Salamanca afirme que Casillas siempre ha sido su portero a pesar de haber sido el primero que le mandó el banquillo sin contemplaciones), otra que Casillas se mantenga en silencio cuando no hace tanto afirmaba que el Marqués le borró del Real Madrid en el 2001, y otra muy diferente es que a Valdés le envien al ostracismo sin justificación alguna como víctima colateral del conflicto al comparar los últimos doce meses de ambos. Sin ningún aderezo y en crudo se decantan por Iker Casillas por que sí y punto. Y si juega en La Roja (que no la Selección Española de Fútbol), ¡¡¡ cómo no va a jugar en el Real Madrid !!!

miércoles, 4 de septiembre de 2013

Özil


Creo que no hace falta apelar al romanticismo para comprender que un jugador con una ficha de 5 millones de euros anuales se marcha automáticamente si recibe una oferta por 8.5 millones y un rol mayor en su nuevo destino. Podemos buscar atenuantes, pero al final aparece el dinero. Quien no lo entienda es porque seguramente se sienta mareado por el peso de estas cifras y necesite una aclaración más propia de la situación económica que vive este país. Imaginemos que un ciudadano que perciba una asignación de mil euros al mes recibiera una oferta de otra empresa por mil setecientos euros mensuales. No habría tanto debate, porque todos sabemos que recogería sus cosas en ese mismo instante. Podemos llamar hiena al padre por negociar nuevas condiciones salariales para su hijo la misma noche de la eliminación en Champions, podemos entrar en el sentimentalismo al valorar la salida de un jugador difícilmente reemplazable en el mercado actual e incluso podemos intuir que algo huele a cuerno quemado en esta operación cuando el jugador afirma que no cuenta para el míster. Lo único cierto es que el Real Madrid es el mayor (que no único) beneficiado de esta situación y eso, viendo la trayectoria empresarial del presidente y que nadie en el club dice ni pío, me hace pensar que este episodio se ha reducido a dinero para amortizar el fichaje de Bale. Ahora bien, considerando que el bueno de Khedira afirma que un club estaba dispuesto a pagar 40 millones por sus servicios, da miedo pensar que el Real Madrid prefiera vender a un jugador único como Özil frente a un suplente muy apto por rascar 10 míseros millones. La venta del primero hace pupa y la del segundo se digiere en el primer café de la mañana.

Asumida la pérdida, lo que realmente debe preocupar ahora al madridismo en el caso Özil, es que los jugadores aparezcan públicamente valorando con mayor o menos fortuna las estrategias de la dirección deportiva. Porque una cosa es que Arbeloa diga que su salida le parece una pena, que Mourinho al otro lado del charco se deshaga de repente en elogios al alemán y otra muy diferente es que el lumbreras de Ramos afirme abiertamente ante los medios que si el decidiera en el Real Madrid, Mesut sería de los últimos en salir. Todo ello previa sensibilización del personal en redes sociales luciendo la camiseta sudada de su amigo. No se puede ser más inoportuno, gratuito y desacertado insinuar que las altas esferas de esta institución no tienen la menor idea de lo que están haciendo por mucho que así sea. Y por ello, me resulta absolutamente demencial que a lo largo de la historia del club nadie pueda meter en vereda al vestuario y conseguir que se limiten a hacer su trabajo con la boca cerrada, que para eso se les paga religiosa y puntualmente. Existe una grave falta de ética laboral en este club donde cualquiera puede romper gratuitamente la armonía reinante y mientras nadie ponga orden en esta casa. Ni el pérfido Mauriño, ni Ancelotti, ni nadie en su sano juicio podrá ejercer una labor continuada en el tiempo parecida a la de Sir Alex Ferguson en Manchester que es lo que todos querríamos ver.

Para terminar, e independientemente de que sea el traspaso más rentable en la historia del club, de que un turco nacionalizado alemán misteriosamente no sienta los colores o de que el padre sea un negociador tan agotador como Daniel Levy, la dirección deportiva comete otro error de bulto en muy poco tiempo. Este verano, el Real Madrid se desprende de los 57 goles de Higuaín y de las 73 asistencias de Özil en tres años sin reponer las piezas. El club apuesta definitivamente por Benzema y debe creer que los goles del argentino se suplirán con la aportación de Bale y en menor medida con la irrupción de Jesé y/o Morata. Tampoco veo a Isco repartiendo asistencias a pares en un equipo donde el galés y Ronaldo van a monopolizar la posesión del balón. Habrá noches para las galopadas y los contragolpes pero también otras donde volveremos a sufrir en cajas de zapatos donde cada ración de talento puede valer tres puntos. Y de eso Mesut Özil va muy sobrado.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Última hora


Muy interesante todo lo sucedido durante el Domingo. Altas, bajas y modificaciones en una tercera jornada que deja varios nombres propios. A continuación, mis impresiones de aquellos que han marcado la actualidad madridista de esta tercera jornada de Liga.

Bale
Terminó al fin el culebrón y si hay un ganador en esta historia ese es Daniel Levy. Ha negociado hasta el último minuto, no ha bajado ni un euro en sus pretensiones económicas y sólo ha dejado marchar al jugador cuando ha cerrado el resto de fichajes de la temporada. Brillante. En contraposición, el Real Madrid ha negociado inicialmente con la sombra de Neymar a sus espaldas, ha alargado casi cuatro meses la negociación y ha evidenciado un desgaste y claridad de ideas durante todo el verano. Tras embolsar en torno a los cien millones de euros, el jugador se pierde las tres primeras jornadas de Liga y para la cuarta ni estará acoplado ni hay certeza de que se encuentre en un estado de forma óptima como para ser titular de inicio. Para que nos hagamos una idea de los tiempos que se han manejado, hay que recordar que el año pasado, en las dos primeras jornadas el equipo había conseguido un sólo punto de seis posibles. Únicamente el Real Madrid y sus socios están legitimados para valorar esta inversión (amortizada con la operación salida) ya que no hablamos de dinero público, sino de capital privado y cada uno con nuestro dinero hacemos lo que nos venga en gana, pero de haber aterrizado en circunstancias parecidas el microclima madridista sería sumamente asfixiante. Ahora toca comprobar si su rendimiento está a la altura de las expectativas.

Özil
Luces y sombras en esta operación de confirmarse. A favor hay que destacar que tres años después, el alemán dejaría en caja 30 (con posibilidad de 35) millones más de lo que costó. Özil me parece un jugador especial, de lo mejor que podemos encontrar en el mercado en su posición y con cierto margen de progresión pero con un severo problema de intermitencia en su juego. Partiendo de ese prisma, me parece una buena operación. El problema es que ante una eventual lesión de Isco el equipo pierde talento (y mucho) en los últimos tres cuartos de campo y salvo cambio de última hora no parece que veamos llegar un nueve, algo preocupante vista la indolencia de Benzema. En cualquier caso, el dato curioso de esta polémica, reside en que en esta ocasión Ramos no ha salido luciendo una camiseta en defensa del alemán y esto supone la segunda decisión técnica de Ancelotti respaldando la gestión de Mourinho (la primera, Diego López). Vamos a ver como acaba a lo largo del día y sobre todo que nos expliquen si ha sido el jugador quien ha pedido su salida o el club quien le ha buscado equipo.

Modric
Como no hay dos sin tres, existe una tercera decisión técnica de Ancelotti que comparte con Mourinho y no es otra que mantener la confianza en Luka Modric. Criticado porque nunca podría suplir a Özil como diez clásico, por no tener fundamentos tácticos para acompañar a Xabi Alonso en la medular, por ser irrelevante como jugador de banda y costar treinta millones, fue presentado por los Tattaglia como otro capricho de Mourinho que no pintaba nada en Concha Espina y como otra pieza más de un mecano que no tendría sentido tras la marcha del portugués. Pues bien, parece ahora que los panfletos están dispuestos a saborear el bocadillo de estupideces escritas visto el soberbio partido de Luka contra el Athletic. Omnipresente, con criterio en la dirección y apoyando en tareas defensivas. Pérfido Mauriño, ¡que equivocado estaba!

Isco
Personalmente creo que ni el propio jugador esperaba comenzar la temporada de esta manera. Cero problemas de adaptación al entorno, al club, al día a día. La solución parcial de llevarle al centro del campo no me convence (otro que juega mejor cerca del área) y obviamente no va a marcar en todas las jornadas de Liga. Lo bueno es que mientras el resto del equipo se acopla, Isco ya va bien encaminado. Si todo sigue como hasta ahora puede tener una brillante carrera en esta casa. De lo poco bueno hecho por Floper últimamente.

Kaka
Hoy es fiesta nacional. Nos ha de importar muy poco si cada partido jugado le ha supuesto al Madrid un millón de euros. El fútbol, como cualquier otro ámbito de la vida, esta sujeto al karma y tener a Ricardo dando vueltas por casa únicamente servía para enrarecer el ambiente del vestuario y frenar la progresión de teceros. Debió salir hace mucho tiempo de este club y queda para los anales de la historia del madridismo como el fracaso más sonado. La única duda respecto a su futuro radica en comprobar si el Milán podrá sacar algún rendimiento de la recta final de su carrera o se trata de otra operación encubierta de los rossoneros para maquillar la pésima gestión deportiva de los últimos años. En cualquier caso, ya no es asunto merengue.