Lo primero de todo, disculparme con los asiduos de este blog por esta larga ausencia, pero no todos los días nos casamos y podemos pasar unos días al otro lado del Atlántico ;)
Hay veces que estamos tan cerca del epicentro de un terremoto que toda nuestra percepción queda corrompida por su alcance. Vivir en Madrid y ser presa del día a día de nuestros queridos panfletos y periodistas favoritos resulta un proceso de intoxicación constante e indigesto. La experiencia que hoy vengo a compartir hoy con vosotros deriva de como he vivido a cinco mil kilómetros de distancia las tres últimas semanas de actualidad merengue.
New York (ida)
Comentar para aquellos que no lo sepan, que existe una peña madridista en Manhattan, por lo que aquellos que algún día estéis de viaje por aquellas tierras no tenéis por qué renunciar a ver a Madrid. No obstante, por la ciudad se pueden encontrar varios Sports Bar y hay una fuerte presencia de la comunidad sudamericana que obviamente están al tanto de la actualidad merengue (y culé). En especial, recomiendo los debates de la ESPN, habituales del sector pijamero y que contrastan en gran medida con lo que vemos aquí. Dicho esto, he de decir basándome en mi experiencia, que el Real Madrid proyecta todo un mercado gracias a la figura de Cristiano Ronaldo. Aquellas mentes pensantes y críticas que aún cuestionan una inversión de cien millones de euros deberían preguntarse por el impacto económico (ya no tiene sentido hablar del deportivo) que implica tener presencia a cinco mil kilómetros de casa, en un país donde NBA, NFL, NHL y demás sabores deportivos copan varios canales de televisión.
En cuanto al partido de ida no puedo decir gran cosa porque dadas las circunstancias no lo pude ver. Tras conocer el resultado y los detalles no pude evitar acordarme de todas aquellas ocasiones donde he comentado que el fútbol a estos niveles se decide por detalles. Algunos tan nimios como esos minutos en la segunda mitad que a la postre resultan decisivos para la eliminación del equipo. Da igual lo extensa o cara que sea la plantilla: toda la temporada se decide en escasos minutos donde la sangre fría, los galones y la responsabilidad inherente a cada jugador determinan quienes son grandes estrellas y cuales apenas dan para jugar la Liga. A final de esta temporada, daré mi opinión individual sobre cada miembro de la plantilla (Mourinho sin entrar en detalles y matices para mi debe continuar a cualquier precio) y habrá que tener presente quienes han aparecido en momentos clave y quienes han permanecido agazapados en la sombra. No obstante, como ya apunté a principio de la temporada y sin ánimo de buscar excusas, el Borussia ha sido sin duda alguna el gran tapado de la competición y personalmente creo que a pesar de los siete goles que le ha endosado el Bayern de Münich al Barcelona, es un equipo lo bastante bien configurado como para alzarse con el título. De hecho, gran parte de su equipo titular lo sería también en cualquiera de los cuatro mejores equipos del continente. Y desde luego, visto lo que hizo Heynckes en Madrid, la batalla táctica la tiene ganada Klopp. Eso si, puede ser extremadamente morboso (y vergonzoso para la directiva del Bayern) todo lo que ocurra si los dioses del fútbol otorgan su favor a un entrenador que será despedido siendo finalista el año pasado y ganador en esta edición. La pregunta es: ¿Qué hace falta para permanecer al frente del mejor equipo de Europa?
México (vuelta)
En tierra mayas he tenido la impresión de que Messi goza de una mayor fama y que, a nivel de clubs, existe una mayor simpatía por el madridismo vista la expectación generada por ambos encuentros y los comentarios de los nativos. ¡ Grande es el legado de Hugo Sanchez !!
Y en cuanto al partido qué decir. Lo primero, que la hinchada alemana presente en el resort donde me encontraba ni siquiera al final de la primera mitad permanecía relajada, lo cual demuestra el tremendo error que cometió el equipo el año pasado en el Santiago Bernabeu frente al Bayern de Múnich. Queda por saber que encuentro hubiéramos visto si Higuaín y Ronaldo hubieran estado más acertados en la primera mitad. De todas formas, es preciso recordar que el partido pudo acabar perfectamente 6-2. Incluso con un resultado tan adverso y bajo un ambiente notablemente enrarecido, el equipo fue competitivo. Y hablamos otra vez de semifinales de la Copa de Europa. Siendo segundos en Liga y finalistas de la Copa del Rey, me parece motivo suficiente como para dar respaldar a Mourinho en su labor como técnico. Si no hemos llegado más lejos es porque la suerte y los jugadores no han podido exprimir más estas oportunidades. Personalmente tengo muy claro que Benzema e Higuaín han demostrado que no son en absoluto delanteros para ganar una Copa de Europa. Rara vez aparecen en momentos clave. En el caso de Higuaín volvió a mi recuerdo aquel partido en el Bernabeu contra el Lyon que nos sacó hace unos años de la competición. También parece evidente e inapelable que Diego López ha tenido un rendimiento superior al del yernísimo y que la apuesta de Mourinho, amén de toda merecida acción disciplinaria, ha sido un acierto. Seguramente el Marqués de Salamanca no estará de acuerdo conmigo, pero alguien que ha declinado la insignia de oro del club no merece figurar como referencia para madridista alguno. Tampoco quedo satisfecho con Modric o Khedira, que a pesar de haber realizado un notable tramo final de la temporada, le viene grande hacer dupla frente a Xabi Alonso en la medular. Si añadimos a un Di María que desapareció por completo a raíz de su renovación y al siempre intermitente Özil al mando del ataque se antoja muy difícil ganar la Copa de Europa. Faltaba tranquilidad, creación, solidez en el juego y mucho gol. Era demasiado difícil y a ver como se las apaña el club para encontrar dos nueves, un organizador, dos jugadores de banda y recambios de garantías tal como esta el mercado europeo.
Vamos a ver que pasa en los próximos días, pero tengo claro que si el técnico más demandado del planeta no ha gozado de respeto o tregua alguna, ha sido brutalmente apaleado por los medios al no someterse a sus pretensiones, envejecido de manera considerable en estas tres temporadas y cuestionado en cada una de sus decisiones técnicas, nadie va a venir aquí con unas condiciones de trabajo mínimamente apetecibles. Tiemblo de pensar quien puede venir.

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