lunes, 8 de abril de 2013

Afinando


Independientemente de los espejismos vistos en anteriores temporadas, el Levante ni ha sido, ni es, ni será nunca un club grande. Entiéndame, no pretendo que esta afirmación sea considerada una falta de respeto, pero dada la configuración empresarial de la LFP y el porcentaje de ingresos por televisión que reciben los clubs de las televisiones resulta muy complicado darle continuidad a un proyecto deportivo. Los equipos envejecen, pasan de moda y un modesto lo tiene difícil a la hora de encontrar recambios. Por ello, en este tipo de citas tiendo a fijarme en todo lo que complementa a un equipo, el rol de los gregarios y esos pequeños detalles que quedan eclipsados ante la inmensa temporada de Cristiano, más aún si consideramos que el equipo fue una apisonadora sin poner toda la carne en el asador y que en la segunda mitad, con los titulares sobre el campo jugó algunos de los mejores minutos de la temporada (el último gol es para enmarcar) en cuanto a posesión, precisión y velocidad se refiere.

El primer jugador al que no le quité ojo fue Marcelo. He de decir que es sus inicios como jugador blanco me pareció una losa la absurda comparación con Roberto Carlos y en muchos momentos dudé que fuera jugador para el Madrid. Con el paso del tiempo se ha convertido sin lugar a dudas en uno de los mejores laterales izquierdos del mundo y un activo muy importante sobre el campo, dándole una profundidad y recorrido que ya quisiéramos para Arbeloa. La única pega es el talón de Aquiles que muestra en la faceta defensiva y que históricamente han recalcado extremos puros como pueden ser Jesús Navas y que nos han aguado alguna noche. Pero dado que raramente nos enfrentamos a un jugador de ese perfil, tener a Marcelo en el campo frente a Coentrao me parece un plus. Y conste que a mi el portugués me parece un jugador que cuando se encuentra en buen estado de forma y motivado es un jugador muy interesante tácticamente hablando que ha pagado caro venir de la mano de Mourinho y costar treinta millones. Cuando el otro día comentaba que necesitaremos de alguien que aporte junto a Cristiano en el tramo final de temporada, descartaba a Marcelo por considerar que sería uno de los mejores fichajes de la próxima campaña debido a la grave lesión que ha sufrido. Tras ver los últimos partidos, me alegró de rectificar al ver que vuelve en el momento adecuado ya que hemos perdido en estos meses mucha profundidad en esa banda. Si algún día vemos a Bale en el Bernabeu en un nivel parecido a sus partidos frente al Inter, con el brasileño por detrás y Ronaldo liberado en la posición de nueve, podemos ver auténtico espectáculo cada jornada.

Si profundidad se recupera con la vuelta de Marcelo en la banda izquierda, este año seguimos cojeando ostensiblemente por la derecha. Arbeloa no aporta absolutamente nada al juego ofensivo y los dueños ocasionales de esta parcela no equilibran y abren el campo. Di María aunque poco a poco cuaja mejores actuaciones, lleva todo el año de vacaciones a raíz de su renovación. Callejón se limita a cumplir órdenes con el mono de trabajo pero es complicado verle aparecer más allá de tres cuartos de campo. Me van a llover palos por decir esto, pero esos minutos se los doy a Jesé o Morata a ojos cerrados. Otro inquilino debiera ser Kaká, que sorprendentemente recordó en muchos minutos al jugador del 2007, pero a la hora de la verdad acaba enquistado en la zona izquierda. Özil según el partido tampoco es un fijo en esa posición., asi que podemos concluir que junto a la gestión del mediocentro en las ausencias de Xabi, la banda derecha es la mayor debilidad del equipo. Me preocupa otro hipotético enfrentamiento frente al Bayern (en Munich el año pasado se la lió Ribery a Arbeloa), Borussia (dada la movilidad de Reus, Lewandowski y Götze) y por supuesto FC Barcelona, donde Iniesta no para de jugar a su antojo.

Obviamente, todo lo comentado anteriormente queda en agua de borrajas si hay goles. No importa recibir uno si anotas cuatro. Parece que Higuaín y Benzema pueden salvar el expediente si aparecen en los momentos clave que han de llegar. Juntos no aportan todo lo que debieran y si ahora mismo me la tengo que jugar con alguno de ellos, lo hago con el argentino por la pasión que le diferencia del francés y esa capacidad innata para cazar goles y vivir del área. Veremos si mañana pueden seguir afinando en Turquía.

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