lunes, 15 de abril de 2013

Fair play


Hoy no vamos a alargarnos mucho. Tampoco vamos a hablar de táctica o del sensacional encuentro de Ronaldo que maquilló una discreta actuación del equipo en territorio hostil. Hoy vamos a ser claros, sin contemplaciones. Lo visto anoche en La Catedral es sencillamente lamentable y vergonzoso. Una vez más se demostró que independientemente de la politización de este encuentro, San Mamés es un lugar donde ningún madridista que se precie de serlo debería acudir. Es más, la Liga debería tener una jornada menos y ahorrarnos una visita que lo único que consigue es dejar en evidencia un coto de salvajes y reprimidos que ni entienden de fútbol, ni se dan cuenta que este deporte lo ven niños y obviamente no saben comportarse como personas. Por desgracia, no se puede controlarel comportamiento del público, así que únicamente nos queda juzgar la actuación del amigo Teixeira , que permitió al Athletic de Bilbao terminar con once jugadores en una falta de decencia y respeto a los valores de toda competición. Esta mañana primaveral aún me preguntó que hubiera pasado si Mourinho no retira a Cristiano del campo a tiempo en uno de los partidos más duros que hemos visto en mucho tiempo sin nada tangible en juego.

Y es que fueron demasiadas las que el villarato consintió: amarilla no señalada a Ander Herrera sobre Modric nada más comenzar el partido (aviso de la avalancha de agresiones que se avecinaba), pisotón inocente de Ramalho (que atizó toda la noche a Cristiano con total impunidad) al portugués como recompensa a su magistral lanzamiento directo, amarilla perdonada por obstrucción agresiva de Artunetxe al principio de la reanudación tambien a Ronaldo, roja perdonada a Muniaín poco después por agresión a Marcelo, roja perdonada a San José por intentar descabezar a Cristiano y roja perdonada al minuto a killer Toquero sobre Albiol como guinda a una noche de despropósitos. Es lógico que Ramos afirmara que esa entrada no la podrían hacer Pepe o él mismo sin pasar una temporada en el congelador. Lo que no lo es tanto es que Karanka afirme en rueda de prensa que "San Mamés es para hombres". Es una afirmación que siendo sumamente benévolos es muy desafortunada: realmente es para becerros.

miércoles, 10 de abril de 2013

Semifinales


Los asiduos al blog habrán comprobado como insistimos constantemente en la importancia de los detalles en la alta competición. Ayer, Real Madrid y Málaga comprobaron en sus carnes como la concentración y la seriedad deben mantenerse durante toda la eliminatoria. El partido no acaba hasta que el árbitro pita. Si el Madrid hubiera dilapidado toda la ventaja acumulada en quince minutos hoy declararía sin ningún lugar a dudas que es justa su eliminación y tendría que soportar todas esas portadas donde atacarían sin piedad a Mauriño. Si el Málaga hubiera pasado a Semifinales eliminando al auténtico ogro y tapado de esta edición hoy sería insoportable leer los periódicos nacionales por lo que apelando a este mismo baremo quiero señalar que un equipo que recibe dos goles en el descuento no puede basar su discurso en lamentaciones y mala suerte: es una falta de profesionalidad y experiencia clamorosa pagada a precio de oro. Es la línea que define si un equipo aspira a ser un grande o es víctima de las circunstancias. Y es que, como bien recalcó Ronaldo al final de partido, la culpa de estos descuidos no son más que de uno mismo.

No obstante, me resulta curioso ver que han proliferado madridistas y profetas avergonzándose de esa monumental pájara de quince minutos que hubo en la segunda mitad. Hay que recordar que durante los ciento cincuenta primeros minutos de la eliminatoria el Madrid fue amo y señor en lo que a resultado y fútbol se refiere. Incluso dos minutos antes del primer gol turco en toda la eliminatoria (un disparo que Eboué difícilmente habrá realizado en toda su carrera) Ronaldo falla incomprensiblemente a puerta vacía lo que hubiera supuesto el punto y final del partido. A partir de ahí asistimos a los caprichos de los dioses del fútbol y a lo que debió ser el Galatasaray desde el primer minuto de juego: un equipo que ejerciera una presión asfixiante en las gradas y en el campo, que perdiera el respeto al rival y luchase por la eliminatoria sin mirar al marcador. No obstante, recordar esta lección nunca viene mal y el correctivo fue importante.

Por todo ello, me llama la atención que muchos aficionados en las redes sociales se sorprendiesen de los visto en el campo y desempolvasen sus cagómetros. Señores, esto es la Liga de Campeones y anoche se jugaba un partido de vuelta de cuartos de final. Ningún equipo llega a estas alturas de la competición por casualidad: se requiere un amplio espíritu competitivo. Puede que el Galatasaray anoche se redujera a Sneijder, Drogba, y Melo pero demostró más tensión competitiva en ese tramo del partido que muchos equipos. No me parece justo despreciarlo y ponerlo al nivel de todo esos equipos de la Europa del este de los que misteriosamente se ensalzan sus virtudes cuando juegan contra los demás y son equipos mediocres si juegan contra el Real Madrid.

Un último detalle para navegantes: los dos goles de Ronaldo y el citado fallo una vez más surgen en posiciones de nueve puro. Sigo apostando el año que viene por refuerzos en banda (¿Bale?) y Ronaldo con libertad de movimientos en el frente de ataque.

lunes, 8 de abril de 2013

Afinando


Independientemente de los espejismos vistos en anteriores temporadas, el Levante ni ha sido, ni es, ni será nunca un club grande. Entiéndame, no pretendo que esta afirmación sea considerada una falta de respeto, pero dada la configuración empresarial de la LFP y el porcentaje de ingresos por televisión que reciben los clubs de las televisiones resulta muy complicado darle continuidad a un proyecto deportivo. Los equipos envejecen, pasan de moda y un modesto lo tiene difícil a la hora de encontrar recambios. Por ello, en este tipo de citas tiendo a fijarme en todo lo que complementa a un equipo, el rol de los gregarios y esos pequeños detalles que quedan eclipsados ante la inmensa temporada de Cristiano, más aún si consideramos que el equipo fue una apisonadora sin poner toda la carne en el asador y que en la segunda mitad, con los titulares sobre el campo jugó algunos de los mejores minutos de la temporada (el último gol es para enmarcar) en cuanto a posesión, precisión y velocidad se refiere.

El primer jugador al que no le quité ojo fue Marcelo. He de decir que es sus inicios como jugador blanco me pareció una losa la absurda comparación con Roberto Carlos y en muchos momentos dudé que fuera jugador para el Madrid. Con el paso del tiempo se ha convertido sin lugar a dudas en uno de los mejores laterales izquierdos del mundo y un activo muy importante sobre el campo, dándole una profundidad y recorrido que ya quisiéramos para Arbeloa. La única pega es el talón de Aquiles que muestra en la faceta defensiva y que históricamente han recalcado extremos puros como pueden ser Jesús Navas y que nos han aguado alguna noche. Pero dado que raramente nos enfrentamos a un jugador de ese perfil, tener a Marcelo en el campo frente a Coentrao me parece un plus. Y conste que a mi el portugués me parece un jugador que cuando se encuentra en buen estado de forma y motivado es un jugador muy interesante tácticamente hablando que ha pagado caro venir de la mano de Mourinho y costar treinta millones. Cuando el otro día comentaba que necesitaremos de alguien que aporte junto a Cristiano en el tramo final de temporada, descartaba a Marcelo por considerar que sería uno de los mejores fichajes de la próxima campaña debido a la grave lesión que ha sufrido. Tras ver los últimos partidos, me alegró de rectificar al ver que vuelve en el momento adecuado ya que hemos perdido en estos meses mucha profundidad en esa banda. Si algún día vemos a Bale en el Bernabeu en un nivel parecido a sus partidos frente al Inter, con el brasileño por detrás y Ronaldo liberado en la posición de nueve, podemos ver auténtico espectáculo cada jornada.

Si profundidad se recupera con la vuelta de Marcelo en la banda izquierda, este año seguimos cojeando ostensiblemente por la derecha. Arbeloa no aporta absolutamente nada al juego ofensivo y los dueños ocasionales de esta parcela no equilibran y abren el campo. Di María aunque poco a poco cuaja mejores actuaciones, lleva todo el año de vacaciones a raíz de su renovación. Callejón se limita a cumplir órdenes con el mono de trabajo pero es complicado verle aparecer más allá de tres cuartos de campo. Me van a llover palos por decir esto, pero esos minutos se los doy a Jesé o Morata a ojos cerrados. Otro inquilino debiera ser Kaká, que sorprendentemente recordó en muchos minutos al jugador del 2007, pero a la hora de la verdad acaba enquistado en la zona izquierda. Özil según el partido tampoco es un fijo en esa posición., asi que podemos concluir que junto a la gestión del mediocentro en las ausencias de Xabi, la banda derecha es la mayor debilidad del equipo. Me preocupa otro hipotético enfrentamiento frente al Bayern (en Munich el año pasado se la lió Ribery a Arbeloa), Borussia (dada la movilidad de Reus, Lewandowski y Götze) y por supuesto FC Barcelona, donde Iniesta no para de jugar a su antojo.

Obviamente, todo lo comentado anteriormente queda en agua de borrajas si hay goles. No importa recibir uno si anotas cuatro. Parece que Higuaín y Benzema pueden salvar el expediente si aparecen en los momentos clave que han de llegar. Juntos no aportan todo lo que debieran y si ahora mismo me la tengo que jugar con alguno de ellos, lo hago con el argentino por la pasión que le diferencia del francés y esa capacidad innata para cazar goles y vivir del área. Veremos si mañana pueden seguir afinando en Turquía.

jueves, 4 de abril de 2013

Rumbo a Turquía


Finalista de Copa, segundo en Liga y prácticamente en semifinales de la Champions League. Ahora pueden venir los puristas, los amantes de la titulitis a recordarnos que el equipo no ha ganado nada y que sería un fracaso que el Real Madrid por historia y presupuesto cerrase la temporada en blanco. No creo que a estos niveles de exigencia, donde el más mínimo detalle o falta de concentración se paga muy caro, sea posible apelar al dinero para garantizar el éxito. A lo largo de la historia hemos visto magníficos equipos que individual y colectivamente han sido brillantes y a pesar de ello no han conseguido respaldar su fama con el correspondiente el palmarés. Los motivos varían según el sabio de turno que preguntemos pero les invito a preguntarse que habría sido de este equipo si no hubiera sufrido la desafortunada sucesión de despistes en el arranque de la temporada, no hubiera regalado la Liga en Marzo, y la prensa no hubiera dinamitado cada instante de paz con toda clase de artificios y paranoias. Estoy firmemente convencido de que ahora hablaríamos de la triple corona. Por desgracias los fatídicos errores del yernísimo en las primeras jornadas, la falta de concentración en las jugadas a balón parado y la incapacidad de capitanes y cuerpo técnico de blindar al vestuario son lastres demasiado pesados que no perdonan la factura.

Así mismo, tras el espectacular correctivo de Mourinho a Fernando Burgos, totalmente inapelable y documentado por mucho que quiera el gremio periodístico apelar a la persecución y cacería que dice sufrir a manos del luso, hay una realidad inherente: la imparcialidad. Nunca puede olvidar el madridismo todos los años a la espera de un técnico autónomo que hiciera jugar a los más preparados en cada jornada, que tuviera más peso que los jugadores, independencia de los medios de comunicación y antepusiera los intereses del club por encima de todo. Esa es la auténtica lección de este episodio: la incapacidad de recordar y ver que ese técnico ya está entre nosotros.

En cuanto al partido, no creo que haya que darle demasiada importancia al plano deportivo y si a los detalles. El primero radica en la realidad Diego López. Supla a quien supla, en este estado puede, quiere y debe seguir siendo titular. Es un mandamiento de los dioses del fútbol: no se toca a un jugador en estado de gracia. Y por ello mismo no se puede retirar a Varane y sí a Arbeloa, que aunque parece incuestionable en cuanto a madridismo se refiere, hace bastante tiempo que debió abandonar la titularidad. Y si ello implica mover a un gregario como Essien al lateral, así sea. Eso es ser un entrenador: gestionar tanto a la persona como al jugador.

El segundo detalle habla de la gestión del medio campo donde el Galatasaray pagó caro la libertad de Xabi Alonso durante los noventa minutos y principalmente en la primera media hora. Así mismo, consintió el kilometraje de un excelso Özil en ese periodo y las galopadas de di María, que aunque no es ni de lejos el jugador que era antes de su renovación, creó las preocupaciones necesarias para mantener entretenidos a los turcos. Mucha permisividad y facilidades para una zona del campo a la que estamos acostumbrado a ver en la incertidumbre. Asegurada la defensa y conscientes de que Cristiano (excelso en el gol y con una media superior a un gol por partido) aparecerá tarde o temprano, es darle al Madrid demasiada renta.

Sin embargo, no quiero acabar esta reseña sin recordar que el detalle decisivo y clave de aquí al final de temporada si queremos ir a la Cibeles, más allá del resultado, es la vuelta al gol de Benzema e Higuaín. Más jamón y menos kebap.

lunes, 1 de abril de 2013

Retorno


Si vieron el partido del sábado seguramente advirtieron lo que ocurre cuando un equipo arroja la toalla en una competición. Me llama la atención como a Schuster le pusieron en la calle por decir que no podía ganar al Barcelona (afortunadamente parece que sí que lo es) y actualmente no sorprende ver a Mourinho afirmando que para este bloque, la Liga ha dejado de ser un objetivo primario. Cambian los tiempos y las circunstancias por lo que parece lógico que dada la temporada a todo o nada con la que se ha topado el madridismo haya que centrarse en Copa y Champions. Como indicaba Mourinho, y aunque hay mucho que matizar en estas declaraciones, no importa si se acaba a siete, ocho o diez puntos. Ahora bien, aunque el equipo esté enfocado al partido del Miércoles supongo que no soy el único al que le encantaría oir una explicación sobre el rendimiento de muchos jugadores. No hablo ya de Kaká, ex jugador del que hace muchos meses pedí que no se volviera a poner la camiseta de este equipo, sino de la nula aportación de Callejón (ahora mismo no es ni jugador para el Castilla), la importancia de un Essien sobredimensionado, el tremendo despiste que parece tener Arbeloa en el campo, la irrelevancia en toda acción de Higüaín, la lenta recuperación de Marcelo, la recaída psicológica de Benzema y un largo etcétera. Pensándolo fríamente únicamente veo a Cristiano capaz de encaminar el resto de la temporada. Han desaparecido del mapa los delanteros, aquellas asistencias imposibles de Di María y las incorporaciones por banda. Son muchas noches decisivas por delante y será necesario un plus de ayuda. Tal vez una jugada a balón parado o un churrigol pero tengamos presente que hará falta algo más.

Ahora bien, en Zaragoza lo que sí quedó claro es que hay portero. También asistimos durante toda la semana a la lamentable campaña orquestada por el entorno de Casillas para reubicarle en la portería y como era obvio, el zas en toda la boca a la cantidad de portadas absurdas y presiones externas no ha defraudado a nadie. Viendo el par que se gasta Mourinho, digno de admiración, ha sido muy divertido que alguien pensara que de aquí a la salida del portugués, el de Móstoles deje de ser suplente. Yo también mantendría a Diego López mientras su rendimiento se mantenga: primero porque esta cumpliendo y dejando en evidencia a la dirección deportiva del Sevilla, segundo porque los dioses del fútbol castigan sacar de palos a un portero en estado de gracia, tercero porque ningún jugador puede cuestionar las decisiones de su entrenador, cuarto porque Casillas carece del ritmo de competición necesario para afrontar el final de temporada, quinto porque no para de hablar y dejar en evidencia al míster (atentos a la rajada de Roncero anoche en la que le vuelven a dejar en evidencia como topo), sexto porque antepone sus intereses personales a los del club, séptimo porque el debate sobre Casillas presiona innecesariamente a Diego López y octavo porque la titularidad de Casillas ya es una cuestión de honor y decoro. Insisto que gestionar el retorno de Casillas al equipo pasa por solucionar la cuestiones anteriormente expuestas. Mediten sobre ello mientras comen un kebap este miércoles o acuden a la manifestación pro Mourinho.

UPDATE: Interesantes declaraciones de Bodo Illgner.