El piscolabis del que disfrutaba durante el partido me sentó muy bien. Anoche volví a ver a un jugador mas enmarcado en el halo mágico de Disney que en la tragedia de "Los miserables". No fue un espejismo: Kaká hizo uno de los partidos mas completos e interesantes desde que viste la camiseta blanca. En el gusto de cada uno queda considerarlo un motivo de ilusión o la oportunidad de hacer caja en el mercado invernal, pero desde luego hoy únicamente se puede felicitar al brasileño, a la altura de su nombre y precio. Estuvo participativo, dinámico e incluso colaboró en tareas defensivas ante la satisfacción del cuerpo técnico que observa como progresivamente se van incorporando mas elementos del equipo a la temporada: ya prácticamente existe armonía en todas las líneas y goza de recambios suficiente para afrontar la temporada con éxito. Eso si no se producen desapariciones colectivas como las vividas en la segunda mitad del partido propiciadas por los clamorosos errores de Casillas bajo palos. De acuerdo que son hecho puntuales, pero están costando demasiadas penurias y mas de uno pensó anoche que una derrota en la primera jornada contra el City (lo cual fue muy factible) y un empate anoche hubieran sido un contratiempo harto inquietante, como pueden dar fe los ingleses vistos sus dos últimos resultados. La Champions es una competición que requiere concentración y no perdona despistes o comportamientos tan infantiles como el de Ajax adelantando la línea defensiva hasta el centro del campo ante un equipo tan letal a la contra como el Madrid: era cuestión de tiempo la goleada.
No obstante, triste o no, el que no estaba ni mucho menos despistado es Ronaldo. Dos hat trick consecutivos y una sensación de suficiencia demoledora nos dan a entender que parece mas motivado a engrandecer su leyenda que a reivindicaciones de medio pelo. Y es una alegría para el madridismo que lo haga y más si es junto a jugadores como Karim Benzema que tuvo otra actuación sobresaliente a pesar de las reprimendas constantes de Mourinho. Su gol sería complicado verlo en las botas de Higuaín y va a ser de lo mejor de la competición de este curso. Sello de crack.
Por ultimo, para los amantes a la nostalgia reconocer que se me caen las lágrimas cuando veo al Ajax. Es el típico equipo que muchos hemos elegido cuando eramos críos en videojuegos para construir un equipo con el que ganarlo todo. Y no es para menos, ya que por su historia han pasado ilustres que han dado grandes tardes de gloria a este deporte. Solo Poulsen anoche parecía ser digno de la camiseta de un icono de Europa que asistía a un recital merengue en la víspera de un clásico que llega pronto, demasiado pronto.
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