jueves, 25 de octubre de 2012

Kommandobefehl

Alemania. La frontera final. Destino históricamente complicado para el madridismo, acostumbrado a pasar frío y penurias en Múnich. Sobre el papel deberíamos aclimatarnos mejor a Dortmund y al BVB: no se siente ese desprecio, ese odio feroz del Bayern, agrada el ambiente y calidez del Gelbe Wand, han construido instalaciones de alto rendimiento (Footbonaut) y sobre el campo hay un equipo muy interesante. Pero sobre todo porque en Alemania se habla únicamente de fútbol y resultan extraños los artificios del villarato-platinato, materializados en forma de cuatro minutos de descuento en el partido del Barcelona contra el Celtic. 



En cualquier caso, el discurso del Madrid en Alemania no ha cambiado. En lineas generales, no jugó un mal partido, pero sigue pagando muy caro los errores defensivos, la medular sigue sin dar con la fórmula adecuada y en el ultimo cuarto de campo la pólvora queda mojada. Si a ello le sumamos el partido tan serio que hizo el Borussia tenemos lo visto anoche. Ni con 45 minutos más hubiera sacado el madridismo algo positivo de Dortmund. Y eso dice mucho de Jürgen Klopp.

Y es que los germanos, si mantienen el bloque en las próximas temporadas, van a ser asiduos de la fase final de la Champions. Equipo muy joven y armado con inteligencia: defensa solida, dura (con clases de kickboxing gratuitas por Hummels) y con talento (Piszczek, el fichaje que hubiera sentado a Arbeloa), centro del campo de calidad (Reus, Blaszczykowsi) y mucho talento arriba con Lewandowski y Gotze. El polaco, otro forajido de leyenda, es en este momento uno de esos killers que serían titulares en cualquier equipo del mundo.. menos en la Selección española del Marqués de Salamanca. Y de Götze qué decir: con 20 años tiene todo el futuro por delante y en poco tiempo formará a buen seguro parte de la élite mundial. En resumen, no es extraño que sean campeones de la Bundesliga y el candidato mas firme junto con el Madrid a pasar en este grupo de la muerte viendo la inoperatividad del Manchester City.

Por supuesto, si el Madrid no aprende las diversas lecciones que nos dejó el partido. La fundamental es la lógica subyacente a que Essien no es lateral izquierdo. Lo visto contra el Celta fue un espejismo y ayer parecía torpe con el balón en los pies, muy desdibujado y posicionalmente perdido. Götze le puso en evidencia constantemente y la guinda estuvo en ese centro templadito al segundo palo que se tornaba dramático para los centrales. Hablando de estos, destacar la eficiencia de Varane (en franca progresión) y la nocte horribilis de Pepe. No siempre va a tener actuaciones soberbias. También es humano.

La otra lección que debe aprender es el compromiso entre táctica y talento en el centro del campo. Si Xabi Alonso no se consolida en cada partido con un escudero a su nivel, al Madrid no le sirve de nada las incursiones de Özil y Modric en tierra de nadie o el inconmensurable trabajo de Di María. Debe primero compactar líneas y garantizar el flujo ofensivo para que pases como el del alemán en el gol de Ronaldo sean habituales y el argentino no tenga que recorrer 25 metros y disparar al cuarto anfiteatro totalmente desfondado y sin pausa o criterio.

También ha de leer el cuerpo técnico que tipo de partidos favorecen a cada delantero. Ya hemos hablado con anterioridad que un partido duro y con espacios favorece a Higuain y uno mas posicional y calmado a Benzema. Y anoche no fue excepción. El galo estuvo muy pero que muy gris y la reacción llegó muy tarde. Punto negativo para Mourinho en este sentido anoche, al que se intuye una tendencia últimamente a ver como progresa el partido en lugar de las apuestas que hacía con anterioridad. Cuando arriesga gana y cuando observa pierde.

Por último, es de ley destacar la actuación de Casillas. Anoche compensó una de sus pifias y le vamos a necesitar próximamente.

Auf wiedersehen.

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