miércoles, 19 de septiembre de 2012

Como no te voy a querer


Días como el de ayer acentúan la falta de criterio y objetividad de los medios de comunicación madridistas, partícipes de un paradigma de periodismo obsoleto y caduco que ha arraigado profundamente en la estructura institucional del club en los últimos años y les ha proporcionado cierta influencia. Poder que perduró hasta que Florentino Perez otorgó libertad total a Mourinho para hacer y deshacer a voluntad, ya que en ese punto terminó el paraíso para muchos, relegados a un segundo plano a la espera de tiempos mejores. Y allí permanecían, agazapados en la sombra cuando los vientos eran favorables para el madridismo, pendientes de una crisis con la que restaurar el antiguo régimen. Pues bien, no han perdido el tiempo en linchar públicamente al equipo: lo han descartado en todas las competiciones (algo insólito en el mes de Septiembre), han relegado a estrellas mundiales a jugadores de segunda fila y no muestran piedad a la hora de menospreciar los designios de un tirano que ha de ser derrocado a cualquier precio por no comulgar con el peloteo, los chascarrillos y chismorreos, las comidas en Txistu, la defensa de amistades imposibles o sobre todo del cuento y a especulación mas descarada. En cualquier caso, cualquier madridista que se precie debería sentirse indignado por como los medios han secuestrado el estado de bienestar del club tan a la ligera. Es inadmisible que con lo visto anoche lo primero que se lea en el As por ejemplo es que había 200 millones en el banquillo, en TVE le pregunten a Ronaldo al acabar el encuentro si aun sigue triste o que Marca afirme tajantemente que Mourinho se ha cargado a Sergio Ramos. Independientemente de la veracidad o sentido de estas cuestiones  que pueden aplazarse unas horas ha de quedarnos claro que a mucha gente le acabar de sentar como una patada en el hígado lo visto anoche en el Santiago Bernabeu.

Lo anterior se cimenta en que en este caos, en mitad de la batalla por el alma del madridismo, retorna la Champions y el Madrid resurge cual ave Fénix de sus cenizas. No porque en algún momento haya estado realmente muerto sino porque únicamente los grandes retos parecen motivar a un equipo al que Copa o Liga resultan desafíos menores. Poco se debe aplaudir al Madrid por una Liga cuando ya ha perturbado el ciclo vencedor del Barcelona o por una Copa denostada por parte de la ciudadanía: esos objetivos ya los alcanzaron anteriores proyectos deportivos con menor bombo y platillo. Solo la Décima, la leyenda al fin y al cabo, parece merecer la atención de este plantel, mas dado a la autocomplacencia que al disfrute popular. 

Y es que ni el equipo era tan malo el domingo ni tan fabuloso el Miércoles. Sigue teniendo un problema de mentalidad y paciencia en su juego frente a equipos a la defensiva, de falta de acierto en las ocasiones mas claras, de mala suerte en momentos puntuales y de ciertas decisiones técnicas insólitas pero jamas adolecerá el Madrid de espíritu, sacrificio, lucha, entrega o determinación. Son conceptos que lo han convertido en una leyenda mas allá de personas, ideales o épocas y con los que ha ha deleitado al respetable con noches mágicas que merecen cada euro de una entrada. El ultimo en atestiguarlo ha sido un un equipo que por la mañana era un verdugo temible presto a ejecutar sentencia y cerca de la medianoche colgaba a 9 jugadores de un larguero por un importe superior a los 600 millones de euros. 

Puede que el madridismo no sea un dechado de "humildat" pero con ese par de huevos como no les voy a querer.

ACTUALIZACION #1: Hablando de humildat, Alfonso Godall tacha a Mourinho de Psicopata
ACTUALIZACION #2: Lectura altamente recomendada: Articulo de Juan Manuel Rodriguez

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