lunes, 28 de octubre de 2013

Canelitagate


Arriba tienen la viva imagen de la incompetencia. Queridos, estimados y nunca bien ponderados lectores de Chalibu, ni la nave del misterio puede ayudarnos a comprender como una entidad del calibre del Real Madrid deja en manos de peleles toda la gestión deportiva. No hay otra definición para valorar la pésima imagen que dejan Carlo Ancelotti y Emilio Butragueño tras sus declaraciones al término del clásico y que evidencian una alarmante falta de juicio. Aunque podemos hablar días de los detalles, estas son las claves del partido, en palabras de los propios implicados:

Ramos
Comparecencia de Ancelotti en rueda de prensa, sudoroso, taciturno y visiblemente desencajado. Queda claro que el experimento Carletto no ha salido nada bien. Pero lo sorprendente es como afronta el italiano las preguntas de los diferentes medios. Cuestionado sobre la decisión técnica de colocar a Ramos en la medular, se defiende argumentado que Illarramendi estaba tocado y valora con el andaluz la posibilidad de jugar en esa posición 24 horas antes del partido. Sí amigos, han leído bien: 24 horas. Uno de los partidos más importantes de la temporada se prepara con un día de antelación y ante el más mínimo imprevisto se recurre a un experimento nunca antes realizado. Es demencial que un partido tan sumamente crítico no se prepare adecuadamente y que la "lesión" de un jugador que lleva pocos partidos en el club no pueda ser salvada por otra medida que sea colocar a Sergio Ramos de tapón. Así, sin más. Con semejante presupuesto, el italiano es incapaz de encontrar una solución elegante y de compromiso al centro del campo. Dado que colocar a Pepe en la medular sería dejar un inconfundible aroma a Mourinho decide dejar su propio sello apostando por Canelita. La diferencia en el pedigree de ambos entrenadores es que la del portugués fue una decisión basada en los resultados anteriores (recordemos el monumental baño que sufrió allí que le llevó a sentenciar que no tenía equipo) y arropada por un estilo de juego orientado fundamentalmente al contragolpe. Es decir, Mourinho en nueve clásicos sí tenía muy claro a qué iba a jugar tras el primer traspiés  Y cuestiones de estilo aparte, se puede decir que la jugada le salió relativamente bien. Por el contrario, Ancelotti disfruta de un presupuesto que nunca tuvo el luso y que, usando sus propias palabras, le permitiría dar espectáculo. Y vaya si lo dio: Canelita, como es habitual en él, no tardo demasiado tiempo en perder los papeles con dos agresiones gratuitas que condicionaron en exceso su participación, el equipo regaló una hora de juego al Barcelona, renunció por completo a dar más de dos pases con sentido, a crear peligro alguno y por tanto, naufragó rápidamente. Por si fuera poco, la buena actuación de Illarramendi dejó en evidencia al italiano, pues no se vio ningún signo de fatiga o pérdida de rendimiento en su juego y deja la sensación de Ancelotti ocultaba algo. En cualquier caso, el disfraz de Mourinho no le salvó del miedo ni del pánico escénico por pura inexperiencia. Hoy en la tertulia de los Lunes de media España sólo se habla del fracaso del Canelita-gate.

Bale
Si lo de Ramos fue absurdo, que nadie se pierda lo comentado sobre el galés. Ancelotti reconoció que le daba igual colocarlo en la izquierda, la derecha, adelante o detrás. De hecho bien pudo colocarle de recogepelotas. En cualquier caso afirmó que buscaba dar dar equilibrio al equipo arriba y sobre todo tapar la salida de Sergio Busquets. Han oído bien, Ancelotti coloca en el campo un jugador de 95 millones de euros para tapar el juego del medio centro defensivo del equipo rival. El mundo al revés. En lugar de ir a por el partido se preocupa en exceso del rival y como es lógico Bale no ha venido a este mundo a enredarse entre la multitud del centro del campo. Si a esto sumamos la decisión de colocar de inicio a un jugador que los servicios médicos han confirmado que no esta para jugar más de una hora, tenemos un grave problema que lleva 90 minutos de trivialidades y cuya ansiedad le hace parecer un juguete roto de la marca Kaká. Como en Chalibu tenemos un equipo técnico brillante que trabaja por amor al arte, le vamos a dar un consejo al italiano desde aquí: déjele hacer una pretemporada como tal hasta final de año y cuando considere que esta realmente preparado, hágale jugar por delante de Marcelo con espacios por delante. El resto, llega solo.

Benzema
Si hablábamos la semana pasada de la importancia de no pitar a jugadores del Real Madrid, hoy Lunes alguno habrá entendido por qué. Lo visto por Karim Benzema en media hora no le redime de sus anteriores intervenciones pero sí le da derecho a no ser pitado ya que en esta ocasión fue el mejor jugador del Real Madrid por minuto. Imaginen que habría pasado si entra ese disparo al larguero o el Madrid gana en Barcelona gracias a una actuación decisiva del francés. Es un pecado capital del italiano renunciar a cualquier punta, pero el ejecutor no deja de ser el piperismo chic. Hoy tienen una larga reflexión por delante. Veremos en el futuro si el socio ha aprendido la lección.

Modric
Cuestionado por jugar con un trivote durante la rueda de prensa, Ancelotti se defiende afirmando que Modric no es tal. Yo me pregunto de qué sirve colocar al croata en el campo si no es para darle libertad creativa. Es incuestionable que aporta más ofensivamente que persiguiendo rivales por todo el campo. De hecho, son los rivales quienes deberían estar pendientes de él. También es culpa del italiano no saber gestionar el talento de su equipo ni ver cuales son los roles donde desempeñan un papel más efectivo, aunque siempre podrá decir que el no pidió a Modric ni a Khedira. Pero claro, tampoco nadie le obligo a suplantar a Mourinho.

Villarato
Hablábamos al principio de Butragueño. Es penoso que la imagen del club sea un hombre que en la primera pregunta ante las cámaras de canal plus lloriquee como un niño pequeño por dos penaltis cuando su equipo, de 400 millones de euros, ha vagabundeado asustado por el terreno de juego durante una hora. Poco importa que fueran dos penaltis claros: el Madrid pudo amedrentar por completo al peor Barcelona en años si se lo hubiera propuesto desde el minuto uno. Y eso no lo hubiera podido evitar árbitro alguno. Y si lo que queda es la derrota, al menos mantengamos la dignidad que ya bastante bochorno soportamos en Elche, Emilio.

Morata y Jesé
Que Álvaro Morata no estuviera vestido de corto es un acto despiadado de injusticia considerando el estado de entrega del chaval. Y Jesé ya le ha aportado al italiano mucho más de los diez miserables minutos que le deja ocasionalmente cuando no sabe qué hacer. No reclamo desde aquí su titularidad, sino el derecho a la oportunidad sobradamente justificada porque no hay nada que impida dársela. No cuento con que Ancelotti rectifique sus errores, pero por lo menos que no diga que nadie le ha avisado y que no ha tenido plantilla para jugar al fútbol.

En resumen, debo pedir otra vez más el cese inmediato de Carlo Ancelotti. No sólo por incumplir sistemáticamente su hoja de ruta, sino por difuso, abstracto, cobarde, mediocre y amarrategui. No son valores para un entrenador del Real Madrid. Son valores de un pelele. Que le corten la cabeza.

jueves, 24 de octubre de 2013

Tifossi


Dos horas antes del encuentro me encontré con los seguidores de la vecchia signora. Y debo decir que sentí envidia al verles por los aledaños del Santiago Bernabéu, con sus banderas y cánticos. Uno se pregunta quien juega de local cuando se topa con los tiffossi. Sabes que animarán a su equipo mientras tenga fuerzas y que el sector del campo donde sean ubicados gozará de una energía capaz de silenciar al resto. Sin iniciativas como la ampliación del fondo sur, la grada joven u otras medidas que permitan llenar el estadio de individuos que aporten un soplo de aire fresco al madridismo, nunca tendremos la tensión competitiva de italianos, turcos o griegos. Y esa es la grandeza de la Liga de Campeones y de las noches europeas: enfrentar a formas de entender este negocio diametralmente opuestas.

En cuanto al encuentro, lo evidente y destacable en mi opinión fue lo ofrecido por la Juventus en la primera parte: alma. Si de esto se empaparan los jugadores del Real Madrid otro gallo cantaría. Tanto es así, que de no ser porque a Pirlo no le llega la gasolina para más de una hora y que Chiellini parece un debutante dinamitando las opciones de su equipo en dos jugadas aisladas, los italianos hubieran sacado claramente tres puntos de Madrid. El control del partido y las soluciones particulares a escenarios concretos de juego (contragolpes, espacios reducidos o presión rival asfixiante) son ahora mismo las grandes asignaturas pendientes de Carlo Ancelotti, a quien cada día le viene más grande el puesto. Este no es un club adecuado para tratar de política y sentar cátedra sobre las rotaciones de una plantilla. Tras un buen partido de Carvajal la semana pasada y varias noches para olvidar de Arbeloa, este último vuelve a jugar de inicio. Continua un absurdo debate en la portería si realmente considera a Diego López el portero titular y la excesiva movilidad de los jugadores impide ver en qué puesto juega cada uno. Sirva como ejemplo el caso de Bale, inédito durante más de media hora de juego persiguiendo fantasmas como un pollo descabezado. De no ser por otra noche al rescate de un jugador para el cual se agotan los calificativos, las dudas ya habrían acabado con un técnico que este sábado se presenta al primer examen serio de la temporada sin llevar todo el temario preparado.

El partido también nos deja otra pantomima del Bernabéu a la hora de ovacionar y pitar jugadores. Ya avisaban las redes sociales que en 2008 Del Piero salió ovacionado del campo tras la victoria de la Juve por 0-2 y por eso lo visto con anoche no resulta ni mucho menos casual. Es más, no solo estamos orgullosos de que nos bailen en nuestra propia casa sino que también animamos al rival a querer el aplauso. No comulgo en absoluto con esta tendencia del piperismo chic de enardecer a los rivales con el partido por decidir, más aún si tenemos en cuenta que al Real Madrid se le falta al respeto sistemáticamente en los campos de media Europa. Estimados, señorío no puede ser poner la otra mejilla. Tiene que ser algo más. Y si de esto se trata, puedo llegar a entender los aplausos jugadores de la talla dePirlo o Buffon, pero resulta ridículo y sonrojante ver como la grada aplaude a Fernando Llorente. Pido desde aquí que alguien me cuente qué le ha dado este hombre al madridismo para semejante honor y, en criterios parecidos, como nadie reconoció el inmenso partido de Arturo Vidal, un jugador que ahora mismo sería titular en cualquier destino.

Tema aparte son los abucheos del público a Benzema. Vista su enésima aportación testimonial al juego del equipo en lo que va de temporada, el clamoroso gol fallado en el minuto 58 y todo lo que intenta y suma Morata en la cuarta parte de minutos, todos estamos de acuerdo que hace tiempo Karim debió perder la titularidad. Pero una cosa es mandarle al banquillo merecidamente y otra muy diferente es pitarle al ser sustituido en casa. Ni siquiera el pérfido topo goza de semejante tratamiento. Con mayor o menor fortuna, Karim Benzema será jugador de esta plantilla como mínimo lo que resta de temporada y quien sabe cuando se puede necesitar un aparición puntual del francés. Por favor, dejen de pitar en el Santiago Bernabéu a jugadores del Real Madrid que ya vamos a tener bastante viendo como el Nuevo Campo aplaude al topo.

p.d: #CasillasFueraDelRealMadrid

lunes, 21 de octubre de 2013

Tiempo


Creo que ha sido a raíz del incidente Bale cuando he oído por primera vez en mi vida el término protrusión. Y he de reconocer que el culebrón ha sido lo bastante interesante como mantenernos entretenidos durante el parón liguero: una portada infame del fanzine 'Marca', un comunicado intrigante por parte del club que en lugar de tranquilizar a la masa social arroja más dudas sobre la condición física del jugador, y la ya habitual comparecencia de Florentino Pérez en un programa afín a su dogma para desmentir categóricamente que el galés sufra una hernia discal. Todo muy teatral señores, pero lo realmente preocupante, independientemente de la gravedad de dicha lesión, es que Gareth Bale puede ser considerado un juguete tarado de 95 millones de euros. Llegados a este punto me pregunto que clase de profesional es Carlos Díez, jefe de los servicios médicos Sanitas del Real Madrid para dar luz verde a este fichaje con semejante hallazgo. Poco importa si a día de hoy sostiene que el jugador no tendrá que pasar por quirófano o que dicha lesión no impide la total práctica deportiva: a semejante inversión no se le puede permitir ni siquiera tener un grano en la cara y por ello debemos exigir que se depuren responsabilidades o parecerá que diversas paguitas han comprado el silencio en este asunto. Y por cierto, no vendría mal que el el club se querellase contra Carlos Carpio por afirmar que en 'Marca' hablaron con personal del Real Madrid. O eso, o alguien habla demasiado.

Mientras tanto, el equipo intenta buscar una identidad en su juego contra sparrings que, sinceramente, se lo ponen muy fácil. De no ser por una actuación soberbia de Willy Caballero, el Málaga se hubiera llevado un saco del Bernabéu sin demasiado esfuerzo por apostar por un planteamiento ciertamente rancio y conservador que dice muy poco de Schuster como técnico. Del partido quiero destacar la progresión lenta pero segura del hombre que ingresó 6.875.000 euros en la tesorería general vasca, otra notable actuación de Di María a la altura de su primera temporada en el club y las ganas de un Morata que a nada que imprima más carácter a sus decisiones puede tener un a progresión considerable. Sigo pensando que hay mas potencial en Jesé, pero todo lo que sea sentar a Benzema en este momento me parece cuanto menos interesante. En líneas generales me gustó lo que vi, aunque hay notas negativas: los más se echa en falta a cierto alemán asistiendo en tres cuartos de campo, Isco poco a poco vuelve a un nivel más realista respecto a su potencial, el equipo tardo 45 minutos en ver en qué línea del terreno de juego defendía el Málaga y no hay una esquema claro de juego.

La buena noticia es que Atlético de Madrid mostró su auténtica cara contra un equipo que le dio a probar su propia medicina y evidenció que a la hora de jugar tienen pocas ideas más allá de la garra y la vara de madera. Tarde o temprano aparecen partidos donde hay que atacar con todo y ahí muestran severas deficiencias por lo que dado lo escaso de su plantilla veo muy complicado que se mantengan varios meses en lo más alto. Si añadimos que el "gravitador" Martino poco a poco desmantela un proyecto de éxito tiroteándose sin miramientos ambos pies, podemos concluir que ha sido un fin de semana muy productivo. El Real Madrid ha ganado tiempo y serenidad para afrontar los próximos dos partidos, que a priori, se antojan muy delicados.

Y por cierto, #CasillasFueraDelRealMadrid 

lunes, 7 de octubre de 2013

Actitud



A los veinte minutos de partido me comentaba mi querido, estimado y nunca bien ponderado amigo Alejandro, que esta película ya la había visto y terminaba con victoria del Levante por un gol a cero. Independientemente del resultado final, no iba mal encaminado sobre la trama. Resulta trágico pertrecharte en el sofá con el aperitivo de rigor, dispuesto a disfrutar con el juego de tu equipo y que todos los partidos se conviertan una película de terror. De mucho terror. No puedo estar pidiendo la dimisión de Ancelotti todos los fines de semana y he de decir en su defensa que el monumental rebote que le invadía al finalizar el encuentro evidencia que los jugadores se pasan por el arco del triunfo todo lo preparado durante la semana. El problema para el madridismo es que a este hombre no le han traído para disciplinar a un bloque. Está en Madrid para dar espectáculo y pacificar a la masa social por lo que el uniforme del sargento de hierro le viene muy pero que muy grande. La mala noticia es que ya no esta mi Jose para poner orden en este desaguisado y no veo al italiano capaz de desterrar la apatía, lentitud y falta de garra que gobierna el juego del Real Madrid.

Por ello desde Chalibu, voy a dejar de lloriquear. Desde hoy quiero aportar mi granito de arena de forma totalmente gratuita y desinteresada. Como primera medida en mis nuevas funciones de project manager pido que el club contrate como psicólogo a Vinnie Jones. El bueno de Vinnie, antes de hacernos vibrar con sus interpretaciones en las películas de Guy Ritchie, ha pasado a la historia por ser uno de los jugadores mas duros, agresivos e intimidatorios que se recuerden. De hecho, en 1992 estableció el récord Guinness a la tarjeta roja más tempranera en la historia del fútbol. Era jugador del Chelsea y únicamente necesito tres segundos para patear sin piedad al delantero rival, Dane Whitehouse, quien quedó literalmente aterrado. Cuestionado acerca de aquella anécdota, Vinnie ofrece su propia versión:

"Fui capitán de casi todos los equipos en los que forme parte así que siempre tuve muy claro lo que significaba ser un líder: tomar responsabilidades para inspirar a otros ya que un montón de compañeros dependen de ti. Con respecto a esa jugada, es como cuando ves a un perro al que se le eriza el pelo de la nuca y se pone en guardia. Yo era ese perro tratando de decir a mis compañeros: vamos a plantar batalla. Yo voy el primero, vosotros seguidme'" (Vinnie Jones)

Otro texto interesante para hacernos una idea de lo que era jugar contra Vinnie Jones se puede encontrar en la biografia de Paul Gascoigne, un relato estremecedor que ejemplifica a la perfección el terror que inspiraba a sus rivales:

"Había oído hablar de Vinnie, pero cuando lo vi aparecer parecía inmenso. Era el foco de atención de los fotógrafos cuando se acercó a mi y me dijo: 'Soy Vinnie Jones y soy un puto gitano. Hoy estaremos solo tu y yo gordito, solos tu y yo'. Durante todo el partido me pateó a lo largo del campo e incluso cuando se apartó para ejecutar uno de sus largos saques de banda me susurró amenazante: 'Voy a sacar de banda pero jódete y prepárate porque volveré'. Entonces permaneció delante de mi en una jugada a balón parado y me apretó de los cojones. Grité agónicamente pero nadie pareció darse cuenta de aquello. Alguien tomó una foto que debe valer una fortuna ya que se ha convertido en una instantánea clásica de este deporte" (Gazza, My history).

Tras esta breve historia, alguno puede considerar que me he vuelto loco y que no se puede reclamar públicamente semejante estilo de juego, violento y agresivo. Que nadie me malinterprete porque esta historia tiene moraleja. Puede que Vinnie demostrara que el concepto de capitanía de Iker Casillas es una tomadura de pelo, que algunos jugadores como Benzema son muy blanditos y que es preferible el culto al balón. Pero curiosamente, todos los equipos donde jugó el galés fueron altamente competitivos. Y eso amigos míos es lo que necesita ahora mismo el Real Madrid: actitud. Con una simple paguita arreglamos la mitad del problema.

jueves, 3 de octubre de 2013

Tras la tormenta


Antes del descalabro y el contacto con la realidad que supuso el derbi quería hablar de cómo el fútbol carece de memoria en estos días. De tenerla, resultaría incomprensible que bufones como Gerardo Piqué tuvieran la osadía de valorar actuaciones arbitrales cuando en Mayo de 2009 Tom Obrevo se comió seis penaltis (cuatro de ellos absolutamente demenciales) en la semifinal de la Champions League que enfrentó a Barcelona y Chelsea. Guus Hiddink, un tipo que ha pasado más de 50 años en este negocio como jugador y entrenador, valoró la actuación arbitral como "la peor que haya visto nunca", a Drogba le sancionaron con seis partidos por el ya mítico "It's a fucking disgrace", cuatro más a Bosingwa por poner en duda "si es un árbitro o un ladrón" y como remate, 85.000 libras de multa al club por conducta impropia de jugadores y aficionados. Obviamente, el mutismo al respecto fue la tónica dominante en la prensa culé con posterioridad al encuentro y el twitter de Gerardo no refleja ese día ninguna entrada sobre película de humor alguna en Canal +, algo misterioso si tenemos en cuenta que participó activamente en uno de aquellos penaltis olvidados de Stamford Bridge.

Que a Obrevo y su familia le amenazaran de muerte y no pudiera salir en dos semanas de su casa nos pareció una consecuencia lógica aunque desmesurada en aquel momento. Por contra, no es tan evidente que Victoriano Sánchez Arminio, presidente del Comité Técnico de Árbitros de la RFEF, cargue con tanta dureza contra César Muñiz Fernández por los errores cometidos durante el partido contra el Elche. Le mandan "varias semanas" a la nevera y cuestionan su aptitud para seguir arbitrando tras catorce años de servicio donde las ha liado bastante más pardas que tres puntos en un partido de Liga de Septiembre, por una amarilla clara no pitada y un penalti que, a fin de cuentas y aunque ridículo, tenía base técnica. Me pregunto qué pasaría con Muñiz si hubiera estado en el pellejo de Obrevo y cómo habría reaccionado el villarato si al final del derbi, Mateu Lahoz hubiera pitado alguna acción polémica que redimiese otros dos puntos al Real Madrid. Pese a todo, mirar al Madrid por el retrovisor ya en Octubre gracias a la incompetencia de Ancelotti y la desidia de los jugadores, permite al soci guardar las bajezas del villarato para mejores ocasiones y obviar los pecados capitales del gravitador Martino, que amparado por siete victorias se permite excentricidades como tener a Neymar calentando durante 70 minutos para finalmente retenerle en la caseta. Esa es la ventaja de empezar ganando al inicio de temporada: reservar tus mejores (y peores) triquiñuelas para cuando sean decisivas en el campeonato.

Mientras todo esto ha ocurrido, el equipo se conjura para recuperar la senda de la cordura. No queda muy claro quien convocó la reunión en la que se llamaron niños bonitos, pero en el momento en el que aparecen los nombres de Canelita y del yernísimo hay que echarse a temblar. La simple idea de que estos individuos tengan un peso determinante en las decisiones técnicas resulta escalofriante, no tanto por las consecuencias históricas que desencadenan ambos sino porque Ancelotti, cada día que pasa, refuerza su imagen de pelele consumado. Vamos a destacar ciertos aspectos de lo planteado anoche:


* Devolvió la titularidad a Casillas y el piperismo chic disfrutó a final del encuentro con un par de intervenciones gratuitas e irrelevantes con las que las quinceañeras podrán decorar sus carpetas. Eso sí, de como cantaba como Tom Jones con el partido abierto por otro balón no atajado en el área pequeña ni una sola palabra hoy de Fernando Burgos y compañía. Cualquier equipo que quiera hacer sangre al Real Madrid explotará irremisiblemente esta deficiencia de un jugador que haga lo que haga, debe salir del club cuanto antes. Sé que esto les duele especialmente a los "auténticos" madridistas, pero deben entender que este club no puede permitirse pagar jugadores de esta calaña y no pueden hacer nada para evitar el creciente número de creyentes en el hashtag #CasillasFueraDelRealMadrid


* Apostó por Marcelo con todo lo bueno que ello implica. Pero se lo anoto como deficiencia ya que los asiduos al blog recordarán la importancia que le doy al brasileño en este equipo y lo poco que hace por devolverle a la titularidad. En lugar de perder el tiempo con las continuas rotaciones en el lateral izquierdo, debe darle continuidad a un jugador que en la primera media hora de partido hizo más que todo lo visto en esa posición en lo que va de año. Es de largo el jugador con más talento para ocupar esa posición.


* Contra un rival menor, alineó un trivote. Siendo sinceros, nunca me ha gustado este concepto y menos aún contra un equipo que 99 de cada 100 partidos debería recibir este resultado. Con Mourinho, dada su predisposición al contrataaque, resultaba básico consolidar el centro del campo y recuperar rápidamente el balón. Pero anoche no tenía sentido que jugaran juntos Illarramendi y Khedira. Jugar con el alemán y Kaká suponía hacerlo con nueve jugadores en el campo. Sólo con el bueno de Sami se reducen a diez. Es un buen jugador de equipo, pero injustificable su presencia tantos minutos como titular en lo que va de campaña.


* Mantuvo a Benzema como nueve. Puedo entender que Ancelotti entienda que mandarle al banquillo implica desestabilizarle por completo, pero ahora mismo resulta más interesante hasta donde puedan llegar Jesé o Morata con minutos. Karim necesitó sólo media hora para desesperar al respetable y, aunque tuvo ciertos detalles del jugador que debe ser, no le haría ningún mal ver unos cuantos partidos desde el lateral.


* Desprecia la importancia de los cambios. Y esto me preocupa especialmente. No importa el resultado, Carlo no cuenta a día de hoy con más de catorce jugadores. No les da minutos al resto y si se lesionase medio equipo en este momento no sabríamos que harían los suplentes sin la confianza del entrenador y sin poder sentirse importantes para el equipo.


Más allá de todo esto, es una buena noticia que la imagen del equipo mejorase pese a todo. El partido tuvo buenos tramos y si continua mejorando la actitud (de momento, insuficiente) puede haber esperanzas para este proyecto deportivo. La clave sera ver si los inmensos partidos que cuajan Di María, Modric, Isco y compañía contra rivales de menor prestigio puede reproducirlos de continuo y sobre todo, en las grandes citas. A Cristiano ya le tenemos en esa dinámica. Vamos a ver como progresa el resto.