Arriba tienen la viva imagen de la incompetencia. Queridos, estimados y nunca bien ponderados lectores de Chalibu, ni la nave del misterio puede ayudarnos a comprender como una entidad del calibre del Real Madrid deja en manos de peleles toda la gestión deportiva. No hay otra definición para valorar la pésima imagen que dejan Carlo Ancelotti y Emilio Butragueño tras sus declaraciones al término del clásico y que evidencian una alarmante falta de juicio. Aunque podemos hablar días de los detalles, estas son las claves del partido, en palabras de los propios implicados:
Ramos
Comparecencia de Ancelotti en rueda de prensa, sudoroso, taciturno y visiblemente desencajado. Queda claro que el experimento Carletto no ha salido nada bien. Pero lo sorprendente es como afronta el italiano las preguntas de los diferentes medios. Cuestionado sobre la decisión técnica de colocar a Ramos en la medular, se defiende argumentado que Illarramendi estaba tocado y valora con el andaluz la posibilidad de jugar en esa posición 24 horas antes del partido. Sí amigos, han leído bien: 24 horas. Uno de los partidos más importantes de la temporada se prepara con un día de antelación y ante el más mínimo imprevisto se recurre a un experimento nunca antes realizado. Es demencial que un partido tan sumamente crítico no se prepare adecuadamente y que la "lesión" de un jugador que lleva pocos partidos en el club no pueda ser salvada por otra medida que sea colocar a Sergio Ramos de tapón. Así, sin más. Con semejante presupuesto, el italiano es incapaz de encontrar una solución elegante y de compromiso al centro del campo. Dado que colocar a Pepe en la medular sería dejar un inconfundible aroma a Mourinho decide dejar su propio sello apostando por Canelita. La diferencia en el pedigree de ambos entrenadores es que la del portugués fue una decisión basada en los resultados anteriores (recordemos el monumental baño que sufrió allí que le llevó a sentenciar que no tenía equipo) y arropada por un estilo de juego orientado fundamentalmente al contragolpe. Es decir, Mourinho en nueve clásicos sí tenía muy claro a qué iba a jugar tras el primer traspiés Y cuestiones de estilo aparte, se puede decir que la jugada le salió relativamente bien. Por el contrario, Ancelotti disfruta de un presupuesto que nunca tuvo el luso y que, usando sus propias palabras, le permitiría dar espectáculo. Y vaya si lo dio: Canelita, como es habitual en él, no tardo demasiado tiempo en perder los papeles con dos agresiones gratuitas que condicionaron en exceso su participación, el equipo regaló una hora de juego al Barcelona, renunció por completo a dar más de dos pases con sentido, a crear peligro alguno y por tanto, naufragó rápidamente. Por si fuera poco, la buena actuación de Illarramendi dejó en evidencia al italiano, pues no se vio ningún signo de fatiga o pérdida de rendimiento en su juego y deja la sensación de Ancelotti ocultaba algo. En cualquier caso, el disfraz de Mourinho no le salvó del miedo ni del pánico escénico por pura inexperiencia. Hoy en la tertulia de los Lunes de media España sólo se habla del fracaso del Canelita-gate.
Bale
Si lo de Ramos fue absurdo, que nadie se pierda lo comentado sobre el galés. Ancelotti reconoció que le daba igual colocarlo en la izquierda, la derecha, adelante o detrás. De hecho bien pudo colocarle de recogepelotas. En cualquier caso afirmó que buscaba dar dar equilibrio al equipo arriba y sobre todo tapar la salida de Sergio Busquets. Han oído bien, Ancelotti coloca en el campo un jugador de 95 millones de euros para tapar el juego del medio centro defensivo del equipo rival. El mundo al revés. En lugar de ir a por el partido se preocupa en exceso del rival y como es lógico Bale no ha venido a este mundo a enredarse entre la multitud del centro del campo. Si a esto sumamos la decisión de colocar de inicio a un jugador que los servicios médicos han confirmado que no esta para jugar más de una hora, tenemos un grave problema que lleva 90 minutos de trivialidades y cuya ansiedad le hace parecer un juguete roto de la marca Kaká. Como en Chalibu tenemos un equipo técnico brillante que trabaja por amor al arte, le vamos a dar un consejo al italiano desde aquí: déjele hacer una pretemporada como tal hasta final de año y cuando considere que esta realmente preparado, hágale jugar por delante de Marcelo con espacios por delante. El resto, llega solo.
Benzema
Si hablábamos la semana pasada de la importancia de no pitar a jugadores del Real Madrid, hoy Lunes alguno habrá entendido por qué. Lo visto por Karim Benzema en media hora no le redime de sus anteriores intervenciones pero sí le da derecho a no ser pitado ya que en esta ocasión fue el mejor jugador del Real Madrid por minuto. Imaginen que habría pasado si entra ese disparo al larguero o el Madrid gana en Barcelona gracias a una actuación decisiva del francés. Es un pecado capital del italiano renunciar a cualquier punta, pero el ejecutor no deja de ser el piperismo chic. Hoy tienen una larga reflexión por delante. Veremos en el futuro si el socio ha aprendido la lección.
Modric
Cuestionado por jugar con un trivote durante la rueda de prensa, Ancelotti se defiende afirmando que Modric no es tal. Yo me pregunto de qué sirve colocar al croata en el campo si no es para darle libertad creativa. Es incuestionable que aporta más ofensivamente que persiguiendo rivales por todo el campo. De hecho, son los rivales quienes deberían estar pendientes de él. También es culpa del italiano no saber gestionar el talento de su equipo ni ver cuales son los roles donde desempeñan un papel más efectivo, aunque siempre podrá decir que el no pidió a Modric ni a Khedira. Pero claro, tampoco nadie le obligo a suplantar a Mourinho.
Villarato
Hablábamos al principio de Butragueño. Es penoso que la imagen del club sea un hombre que en la primera pregunta ante las cámaras de canal plus lloriquee como un niño pequeño por dos penaltis cuando su equipo, de 400 millones de euros, ha vagabundeado asustado por el terreno de juego durante una hora. Poco importa que fueran dos penaltis claros: el Madrid pudo amedrentar por completo al peor Barcelona en años si se lo hubiera propuesto desde el minuto uno. Y eso no lo hubiera podido evitar árbitro alguno. Y si lo que queda es la derrota, al menos mantengamos la dignidad que ya bastante bochorno soportamos en Elche, Emilio.
Morata y Jesé
Que Álvaro Morata no estuviera vestido de corto es un acto despiadado de injusticia considerando el estado de entrega del chaval. Y Jesé ya le ha aportado al italiano mucho más de los diez miserables minutos que le deja ocasionalmente cuando no sabe qué hacer. No reclamo desde aquí su titularidad, sino el derecho a la oportunidad sobradamente justificada porque no hay nada que impida dársela. No cuento con que Ancelotti rectifique sus errores, pero por lo menos que no diga que nadie le ha avisado y que no ha tenido plantilla para jugar al fútbol.
En resumen, debo pedir otra vez más el cese inmediato de Carlo Ancelotti. No sólo por incumplir sistemáticamente su hoja de ruta, sino por difuso, abstracto, cobarde, mediocre y amarrategui. No son valores para un entrenador del Real Madrid. Son valores de un pelele. Que le corten la cabeza.




