lunes, 25 de febrero de 2013

Villarato a las puertas


Si ya la semana pasada atentábamos merecidamente contra la figura de Paradas Romero, esta semana no tengo calificativos para Alfonso Javier Álvarez Izquierdo. Expulsión en el descuento por doble amarilla en menos de diez segundos. Casi nada. Viendo la cara de un Di María que no se explica en ningún momento qué esta pasando, las preguntas obligadas son: ¿Esto es real? ¿Está pasando aquí y ahora o simplemente son alucinaciones de mi enfermizo subconsciente?. Les invito a que vean la escena completa lentamente y se fijen en el odio e inquina de sus ojos cuando le saca la segunda tarjeta. Casi parece relamerse el muy sinvergüenza. Amigos míos, recuerden que este individuo resulta ser catalán y con su esperpéntica actuación deja a al argentino fuera del clásico. ¿Se imaginan a un colegiado expulsando hoy día a Hernández de la misma manera?. Claro que no, porque esto es otra toma falsa de villarato.

Dicho esto, destacar que la primera parte del partido fue absolutamente infumable y si no se pone la carne en el asador en la segunda mitad la cosa hubiera pasado a mayores, porque el equipo "B" no es capaz de sacar un partido adelante. Esta claro que el equipo llega con alfileres a este tramo de la temporada y sorprende que con todos los acontecimientos de los últimos meses no se haya podido plantear disponer de la mayor cantidad de efectivos posibles. Pepe, Alonso, Marcelo e Higuain (del que por cierto pensaba que fallaba el gol de la remontada), llegan fuera de forma, tocados o saliendo de una lesión. Benzema, y Di María ofrecen un rendimiento muy inferior al esperado y todo el peso del equipo quedará en manos de lo que puedan aportar Cristiano, Özil, Khedira y algún invitado de última hora. En la práctica supone prescindir de al menos medio equipo con el que se han conseguido los mejores resultados y es de suponer que hará falta un plus. Puede que lo de la afición, puede que saque la pizarra el cuerpo técnico o probablemente venga de la cara positiva del síndrome del doctor Jekyll y Mr. Hide, representado en la figura de nuestro malogrado Ricardo Kaká: totalmente errático en la primera mitad y fallando goles claros (que tome nota de como remata un balón Riki) es capaz de aparecer en la segunda parte para capitanear la remontada. Le piden como titular frente a Barcelona y United pero crea un estado de ansiedad verle danzar por el campo. En el desconcierto puede estar la clave.

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