"Esta tarde vi llover, vi gente correr y no estabas tu" (Armando Manzanero)
Es curiosa la importancia del karma en nuestras vidas. La manera que tiene el universo de pagar sus deudas y ponernos en el sitio que nos corresponde es algo que no ha dejado de maravillarme durante toda mi vida. Y es que por mucho que los palmeros de Iker Casillas de la Concepción de Todos Los Santos insistan en ocultar sus miserias hablándonos de como fue su vida y milagros, muchos de nosotros hablaremos a nuestros hijos de cómo Topor dilapido su propia leyenda. No importa lo que haya dado en el pasado a su club, a su país o al mundo del fútbol: acabar su carrera deportiva como un pésimo capitán, compañero y pelele es algo que únicamente alcanzo a comprender mediante el equilibrio del universo. La pregunta ha dejado de ser si ha cometido algún pecado. Lo realmente interesante es saber cuanto mal habrá hecho para tener que pagar tan costosa factura. Ni el mismísimo Dorian Gray guardaba secretos tan inconfesables.
Hablan los feligreses de seis años de paradas imposibles, de milagros, de fé. Nos preguntan qué hubiera pasado si otro viviera su suerte y soportara el precio de ser un santo nacional. No les culpo: cualquier excusa es buena para evitar la responsabilidad. Yo por el contrario acepto como real el error en la condición humana. Es cierto que el primer gol holandés parte de un centro imposible en la misma medida que de no haber estado vendimiando, lo hubiera atajado facilmente. Es cierto que hay falta en el tercer gol tanto como que de no tocarle Van Persie se la hubiera tragado de todas formas. Es cierto que hace el ridículo en el cuarto y lo es también que pierde la dignidad arrastrándose por los suelos en el quinto. Y todo ello sucede poco tiempo después de firmar la mayor pifia de la historia en una final de la Copa de Europa. ¿De verdad piensan que el mejor portero del mundo puede firmar las imagenes que invaden ahora mismo las principales agencias de noticias del planeta? ¿Es de recibo preguntarse hoy que habría hecho Diego López? ¿Es normal que Manolo Lama hable de milagros en la PRIMERA parada del Mundial? ¿Es pecado capital hablar abiertamente de que la ha cagado? Denme un hombre humilde y no podré derribarle a golpes. Denme un santo y únicamente necesitaré un pecado para hacerle sangrar. Es el precio del entorno, la campaña, de los malos asesores y de las dudosas influencias. Si ni abiertamente podemos decir que ha sido una noche para el olvido no veo como podemos empezar con la terapia.
Antes de proseguir, les contaré un secreto. Independientemente de cómo acabe esto, mantengo un par de apuestas sobre este Mundial. La primera es que Diego Costa no marcara un sólo gol. No importa el número de partidos que juegue, ni si valen los anotados de penalti o a balón parado. Tampoco he recurrido a las lesiones para argumentar mi decisión, ya que a fin de cuentas sería la demostración más evidente
de que los médicos de la selección son aún más estúpidos que los del
Atlético. Simplemente creo que Diego Costa no puede ser la
primera opción de un equipo que aspira a tener dos estrellas en el pecho. Como buen amante del talento me niego a pensar que vivo en un mundo donde La Roja (que no la Selección Española) gane sus partidos por la mínima con la contribución de un jugador torpe, marrullero y
estéticamente reprobable. Por fortuna hoy todo el planeta se ha dado cuenta que ciertos jugadores únicamente tienen cabida en garitos acordes a su condición. El único pero es que Torres ha resultado más lamentable aún fallando goles a puerta vacia.
La segunda apuesta parte de la trayectoria mediante la cual nos iremos a casa: derrota, empate y victoria. Dudaba entre colocar otra victoria, pero tras lo visto hoy creo que es muy factible este recorrido. Queridos, estimados y nunca bien ponderados lectores de Chalibú: esta pesadilla que nos
hace vivir el Marqués debe acabar. El problema radica en que sólo lo hará a través del dolor. Aún han de llegar mas noches para el olvido cargadas de intensas reflexiones para que podamos erradicar todo ese dogma de fé
insulso y cagón que nos han implantado en el cerebro:
1. Es una estupidez
que un pseudo delantero sea preferible a disponer de un auténtico killer
del área.
2. Es ridículo pensar que jugadores que no han competido en todo el año
o que se encuentran en un bajo estado de forma puedan ser productivos en las condiciones climáticas de Brasil.
3. Es indigno que gente como Arbeloa, con una impecable hoja de
servicios nacionales a sus espaldas se quede fuera por no comulgar con
el seny.
4. Es criminal que con sus cambios Del Bosque señale a Xabi Alonso mientras que Xavi, Busquets o Piqué se vayan de rositas. Es más, quue esta gente sea titular tras su pésima temporada da una idea de cual es el nivel.
5. Es intolerable que el Marqués haya cerrado filas en torno a un grupo fijo y ahora reclame el trabajo de todos para salir adelante. Todos esos a los que han dejado en el camino debieran plantarse ahora y exigirle al bueno de Vicente que salga de esta con sus propias convicciones y amistades.
6. Es triste que la meritocracia se vea superada por la política, el amiguismo y la dedocracia.
Es permitir que este equipo se asemeje a una España de paguitas y de
onanismo patrio donde la autocrítica sea considerada alta traición y los
comentario disidentes sean ahogados por las chanzas y chascarrillos de individuos como
Reina.
7. Es imperativo reconocer el mérito real de Luis Aragonés en este equipo.
8. Es deleznable que se base la identidad nacional en el marketing inmoral de Adidas con escudos repletos de erratas en la heráldica y colores que no nos representan.
En resumen, todo este circo visual se
sostiene por una cuestión de estilo que ha sepultado la esencia del
mismo fútbol. La Roja se complacía en la primera parte con la posesión (Bayern de Münich) mientras que Holanda entendía el valor del gol (Real Madrid). ¿Les suena el escenario? Es innegable que este es un gran equipo que ha ganado todo. Pero podría ser mucho mejor.
Puede ser más ético largando al combinado catalán, más justo
confeccionando una lista en torno a los que de verdad lo merecen, mas
goleador apostando por nuestros delanteros frente a productos
oportunistas, más equilibrado empleando las bandas y en definitiva asumiendo que tarde o temprano la lógica se impone y hay demasiados pecados capitales como para pensar que podemos llegar a buen puerto.
No quiero acabar sin hablar de los medios. Debemos recuperar a España para la selección y enterrar a La Roja en lo más profundo de Mediaset. Da grima oir al combo formado por Carreño, Paquito, Jotajota y compañia. Son tan culpables de lo que hemos visto como los jugadores. Ese grado de excitación gratuito hacia amigos suyos parece más cimentado en la cultura-paguita del chuletón que en los principios básicos del periodismo. Pido a los cielos que algún día podamos recuperar el estilo comunicativo
de Jose Angel de la Casa y aquella narración del gol de Señor por poner un ejemplo.Y lo peor de todo es que me queda mucha narración por delante. Tendrá que esperar al próximo Chalibu.

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